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viernes, agosto 23, 2013

GUERREROS DE ORACIÓN I

GUERREROS DE ORACIÓN I
Por Francis Frangipane
Fuente: Ministerios de Francis Frangipane

En estos tiempos en los que todo cambia tan rápidamente, la gente se desespera por conocer su futuro. Apenas nos ajustamos a los últimos cambios cuando nuevas realidades estallan en nuestro mundo.

En respuesta a los temores comunes que provocan los cambios, la sociedad ha visto una plétora de recursos demoniacos y ocultismo tales como adivinadores, astrólogos y líneas telefónicas de contacto con síquicos; todos ellos pretendiendo ser capaces de conocer el misterio del mañana. Ciertamente, cuántas personas que parecen inteligentes consultan, al menos ocasionalmente su “signo astrológico” para conocer su futuro!

Lo que no comprendo es por qué alguien consultaría a otro quien no puede predecir su propio futuro. Casi todos estos adivinadores viven generalmente en la más absoluta pobreza. ¿No debería ésta habilidad de conocer el futuro al menos funcionar para ellos? Ellos podrían invertir en la bolsa de valores y aún elegir el número de lotería ganador. Ellos ni siquiera pueden predecir o conocer su propio futuro, y aún así hay personas que acuden a ellos para discernimiento.

¡Tremendo poder en un Cristiano!
En cuanto a los cristianos, Dios condena éste demoniaco deseo carnal de sondear en el futuro. ¡De hecho, como intercesores, El nos ha llamado a no especular sobre el futuro, sino a crearlo a través del conocimiento de Su palabra viva y oración! Nuestro Padre nos ha dado acceso al futuro ahora mismo. Usted se pregunta, “¿Cómo sabemos que orar? El Señor Jesús nos dice claramente:

“Vosotros, pues oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” - Mateo 6:9-10

Podemos ver las condiciones actuales del mundo y debilitarnos, o bien podemos ver las posibilidades de Dios y llenarnos de fe. Traer avivamiento es orar para que la realidad del reino de Dios se manifieste en nuestro mundo. ¡Jesús no les estaba dando a sus discípulos un enfoque de oración para dentro de mil años, porque el gobierno del Reino de Dios está viniendo sea que lo queramos o no! Pero Cristo nos llama a orar para que el Reino de Dios se manifieste en nuestro mundo hoy.

Cómo se vería el mañana si Dios contesta la oración que Cristo nos dio? Leamos los evangelios. Lo que vemos en la vida y poder de Jesucristo es una imagen de la fe del reino de Dios. Jesús dijo que nosotros podemos tener la misma manifestación total y completa. De hecho, El nos ha ordenado orar para que el cielo se desate!

La Matriz de la Oración
La realidad que Dios ha planeado se manifestará siempre primero en la vida de oración de Sus intercesores. Cuando usted oye a Dios y luego ora de acuerdo a Su palabra, usted está impactando la esencia de la vida aún no manifiesta de la vida, con el Espíritu de Dios mismo! Así, Dios nos llama no solo a conocer Su palabra, sino a orar de acuerdo a ella. Debemos ir de conocer intelectualmente la palabra de Dios a ser impregnados por ella.

Yo se que las iglesias tienen áreas especiales donde los intercesores pueden orar o las personas meditar. Pero tal vez debemos cambiar el nombre de “sala de oración” a “sala de concepción”. Porque todo lo bueno y santo que vemos de manifiesto en las personas, en las iglesias y en la vida, se conciben primeramente y luego nacen, en la matriz de la oración.

Tenemos respuestas a oraciones a todo nuestro alrededor. El lugar en el que vive es una respuesta a oración. Su iglesia es una respuesta a una oración, también sus pastores, maestros y jóvenes trabajadores. Como miembro de una iglesia, su asistencia y participación es una respuesta a la oración de sus pastores, líderes e intercesores.

Pablo escribió:
“Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuales las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cual la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.” -Efesios 1:18-19

Si usted es cristiano, hay un poder acompañando su vida que es mayor que lo mayor: la “supereminente (insuperable) grandeza de Su poder”. No se trata de un poder humano sino del mismo “poder de su fuerza”. Dios demostró éste poder¨ para con nosotros los que creemos¨ primeramente, ¨en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales¨ (Efesios 1:19,20)

En otras palabras, el poder de la fuerza de Dios es el poder de Su resurrección. ¿Qué significa resurrección? Significa que, las cosas que se ven muertas, huelen a muerte y se comportan como muertas pueden ser tocadas por Dios y ser devueltas a la vida!

Ahora piense en esto: El poder de la resurrección que Dios nos ha dado es el mismo poder que demostró Dios cuando levanto a Jesús de la tumba. Ahora mismo debido a que la fuerza del Omnipotente esta adjuntada a nuestra vida de oración, podemos ver cosas que están absolutamente muertas y orar para que vengan a vida eterna!

Nuestra misión es traer resurrección a situaciones que están muertas. Si el diablo desafía su oración recuérdele que está sentado junto con Cristo, “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en éste siglo, sino también en el venidero.” (Efesios 1:21) La autoridad de Cristo es la definitiva. Pero el Padre no solo “sometió todas las cosas bajo sus pies, Lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Efesios 1:22-23).

Note que el Señor utiliza metáforas anatómicas para explicar la base de la autoridad: Cristo es la “cabeza” de un “cuerpo” que tiene todas las cosas puestas bajo sus “pies”.

Este es el más profundo entendimiento de nuestro rol: Lo que la cabeza, la cual es Cristo ha conseguido, los pies de la iglesia lo transitan. En otras palabras, Dios ha posicionado a la iglesia como el puente viviente entre las terribles condiciones en la tierra y las maravillosas soluciones del cielo!

Así como nosotros, verdadera, apasionada y confiadamente nos sometemos a Cristo en oración, el reino del cielo constantemente entra a nuestro mundo ahora creado por medio de la oración. La clave por supuesto es conocer la palabra de Cristo. Nosotros no tenemos autoridad; Cristo tiene autoridad. Lo que nosotros tenemos es revelación y sumisión. Pero mientras nos sometemos a la Palabra y perseveramos en oración, podemos ver el futuro conformado a la voluntad de Dios.

El diablo sabe que si puede callar su vida de oración, el mantiene distante la mano de Dios.

Si desea leer la Segunda parte de este mensaje, haga click aquí.

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