PARA EL LÍDER DE ADORACIÓN VI
Mitos en el Ministerio de Adoración
Por Juan Berrios
Como parte de un grupo de adoración puedo decir que he pasado con el grupo muchas situaciones a las que no sabíamos como enfrentar, nadie nos da un manual de cómo debemos actuar al dirigir una congregación durante la alabanza; pero si podemos usar nuestro sentido común, la palabra de Dios, y aferrarnos al “motivo de nuestra adoración”
El Motivo de nuestra Adoración
Siempre debemos recordar para quien hacemos todo esto. El motivo que debe guiarnos a hacer todo de la mejor manera es Jesús. Si nos centramos en Él y ponemos nuestra fe y confianza en Él, todo lo demás tendrá sentido.
A continuación vamos a analizar algunos mitos a los que yo y otros nos hemos enfrentado durante el ministerio de dirigir la adoración en nuestras iglesias:
1. Está bien que te pongas Nervioso
Las razones por la que nos ponemos nerviosos en el momento de dirigir a nuestra congregación pueden ser muchas, pero nos deben preocupar cuando nos hacen hacer cosas que desvían el sentido de adorar a Dios. Por ejemplo, cuando comenzamos a hablar frente a la congregación y los nervios nos hacen decir cosas incoherentes o cuando los nervios nos hacen tocar notas equivocadas en nuestros instrumentos. Sin embargo, una vez que comienzas a dirigir, si puedes controlar tus nervios todo irá bien, pues no está mal que los tengas, a todos nos sucede. Lo importante es que minimices los nervios al dirigir a tu congregación, que tengas partituras de los temas que se interpretarán, que manejes los volúmenes, que si cantas tengas el micrófono a buena distancia, etc.
2. No importa que la iglesia no Cante
La adoración, si bien es dirigida por el grupo, la hacen todos quienes alaban al Señor y no solo los que ministran
“No importa que la iglesia no cante lo importante es que nosotros cantamos”. Si lo sé, suena muy estúpido, pero no lo es. Muchas veces me ha pasado que en nuestra iglesia la congregación no conoce ciertos temas (aun los conocidos) y debemos recurrir siempre al proyector (¡que haríamos si él!), entonces ahí los demás que no conocen la canción nos pueden seguir. Pero hay algo más, te has preguntado ¿Cual es el propósito de un grupo de adoración? Obviamente que lo primero que se nos viene a la mente podría ser: Alabar y glorificar el nombre de nuestro Señor; pero la razón por la que existe un grupo de adoración es para “Dirigir a la congregación” si no cumplimos ese propósito no tiene sentido que toquemos muchas canciones prendidísimas o las que más nos gustan, si no logramos dirigir a la congregación cuando llegue el momento de la adoración, nada tiene sentido.
3. Mientras más fuerte Mejor
Éste es un problema bastante grande en muchas congregaciones. Para ir al grano, volumen fuerte no significa mejor. La adoración tiene momentos fuertes y suaves (enérgicos y delicados) pero nuestro pensamiento no debe ser “A máximo volumen de nuestros instrumentos". Debemos preguntarnos ¿este volumen resulta aún agradable para adorar?” Pero lo más importante aún y en lo que debemos tener cuidado: ¿Es el volumen un distractor para la congregación al momento de adorar?
4. Problemas de Estilos
Muchos de los cánticos, canciones, himnos, coritos o como quieras decirles, tienen su estilo musical particular. Nos damos cuenta inmediatamente cuando entramos a una iglesia y escuchamos guitarras con delay, distorsiones y baterías complejas y modernas que nos encontramos con un grupo de adoración actual.
El estilo si bien no tiene que ser necesariamente definido en un grupo de adoración, aun así es importante cuando el grupo dirige a un grupo especial de la congregación, por ejemplo jóvenes. Es importante que la música acompañe el espíritu enérgico y apasionado que lleva la juventud que sigue a Cristo, por ejemplo, aunque como te digo, tú puedes pasearte por muchos estilos dependiendo de gustos quizás.
Pero recuerda siempre ser inclusivo, no pienses sólo en tus gustos, la adoración, si bien es dirigida por el grupo, la hacen todos quienes alaban al Señor y no sólo los que ministran.
5. La iglesia no se vuelve loca como Nosotros
Que el grupo de adoración cante y toque sus instrumentos con todas sus fuerzas y con energía y pasión mientras que la iglesia se queda parada con rostro de seriedad es evidentemente desmotivador,
Pero bueno, como decía en puntos anteriores a veces son los detalles los que no logran que la congregación alabe con nosotros. Sin duda analizar esos puntos nos dará para otro artículo. Así que lo importante es que: la congregación, salte, baile o se quede parada pueda por lo menos poner su corazón en disposición de cantar a Dios y lo demás solo fluirá.
Bueno, no soy experto ni llevo una década en un grupo de adoración pero espero que el desmentir algunos mitos y leer estos consejos te ayude de alguna forma a seguir adelante con esta precioso y gratificante ministerio.
Fuente:
5 Mitos de Grupos de Adoración en nuestras Iglesias
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Para el Líder de Adoración V
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Para el Líder de Adoración II
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Definamos la adoración I
Definamos la adoración II
Definamos la adoración III
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Como parte de un grupo de adoración puedo decir que he pasado con el grupo muchas situaciones a las que no sabíamos como enfrentar, nadie nos da un manual de cómo debemos actuar al dirigir una congregación durante la alabanza; pero si podemos usar nuestro sentido común, la palabra de Dios, y aferrarnos al “motivo de nuestra adoración”
El Motivo de nuestra Adoración
Siempre debemos recordar para quien hacemos todo esto. El motivo que debe guiarnos a hacer todo de la mejor manera es Jesús. Si nos centramos en Él y ponemos nuestra fe y confianza en Él, todo lo demás tendrá sentido.
A continuación vamos a analizar algunos mitos a los que yo y otros nos hemos enfrentado durante el ministerio de dirigir la adoración en nuestras iglesias:
1. Está bien que te pongas Nervioso
Las razones por la que nos ponemos nerviosos en el momento de dirigir a nuestra congregación pueden ser muchas, pero nos deben preocupar cuando nos hacen hacer cosas que desvían el sentido de adorar a Dios. Por ejemplo, cuando comenzamos a hablar frente a la congregación y los nervios nos hacen decir cosas incoherentes o cuando los nervios nos hacen tocar notas equivocadas en nuestros instrumentos. Sin embargo, una vez que comienzas a dirigir, si puedes controlar tus nervios todo irá bien, pues no está mal que los tengas, a todos nos sucede. Lo importante es que minimices los nervios al dirigir a tu congregación, que tengas partituras de los temas que se interpretarán, que manejes los volúmenes, que si cantas tengas el micrófono a buena distancia, etc.
2. No importa que la iglesia no Cante
La adoración, si bien es dirigida por el grupo, la hacen todos quienes alaban al Señor y no solo los que ministran
“No importa que la iglesia no cante lo importante es que nosotros cantamos”. Si lo sé, suena muy estúpido, pero no lo es. Muchas veces me ha pasado que en nuestra iglesia la congregación no conoce ciertos temas (aun los conocidos) y debemos recurrir siempre al proyector (¡que haríamos si él!), entonces ahí los demás que no conocen la canción nos pueden seguir. Pero hay algo más, te has preguntado ¿Cual es el propósito de un grupo de adoración? Obviamente que lo primero que se nos viene a la mente podría ser: Alabar y glorificar el nombre de nuestro Señor; pero la razón por la que existe un grupo de adoración es para “Dirigir a la congregación” si no cumplimos ese propósito no tiene sentido que toquemos muchas canciones prendidísimas o las que más nos gustan, si no logramos dirigir a la congregación cuando llegue el momento de la adoración, nada tiene sentido.
3. Mientras más fuerte Mejor
Éste es un problema bastante grande en muchas congregaciones. Para ir al grano, volumen fuerte no significa mejor. La adoración tiene momentos fuertes y suaves (enérgicos y delicados) pero nuestro pensamiento no debe ser “A máximo volumen de nuestros instrumentos". Debemos preguntarnos ¿este volumen resulta aún agradable para adorar?” Pero lo más importante aún y en lo que debemos tener cuidado: ¿Es el volumen un distractor para la congregación al momento de adorar?
4. Problemas de Estilos
Muchos de los cánticos, canciones, himnos, coritos o como quieras decirles, tienen su estilo musical particular. Nos damos cuenta inmediatamente cuando entramos a una iglesia y escuchamos guitarras con delay, distorsiones y baterías complejas y modernas que nos encontramos con un grupo de adoración actual.
El estilo si bien no tiene que ser necesariamente definido en un grupo de adoración, aun así es importante cuando el grupo dirige a un grupo especial de la congregación, por ejemplo jóvenes. Es importante que la música acompañe el espíritu enérgico y apasionado que lleva la juventud que sigue a Cristo, por ejemplo, aunque como te digo, tú puedes pasearte por muchos estilos dependiendo de gustos quizás.
Pero recuerda siempre ser inclusivo, no pienses sólo en tus gustos, la adoración, si bien es dirigida por el grupo, la hacen todos quienes alaban al Señor y no sólo los que ministran.
5. La iglesia no se vuelve loca como Nosotros
Que el grupo de adoración cante y toque sus instrumentos con todas sus fuerzas y con energía y pasión mientras que la iglesia se queda parada con rostro de seriedad es evidentemente desmotivador,
Pero bueno, como decía en puntos anteriores a veces son los detalles los que no logran que la congregación alabe con nosotros. Sin duda analizar esos puntos nos dará para otro artículo. Así que lo importante es que: la congregación, salte, baile o se quede parada pueda por lo menos poner su corazón en disposición de cantar a Dios y lo demás solo fluirá.
Bueno, no soy experto ni llevo una década en un grupo de adoración pero espero que el desmentir algunos mitos y leer estos consejos te ayude de alguna forma a seguir adelante con esta precioso y gratificante ministerio.
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