Pages

jueves, junio 06, 2013

SALUD Y BUENA ALIMENTACIÓN II

SALUD Y BUENA ALIMENTACIÓN  II
¿Es bueno consumir carne de cerdo?
Por el Ministerio de Comunicación de la Comunidad cristiana Hay paz con Dios


Razones para no consumir la carne de cerdo:
El Dr. Hassam Mustafa, un miembro de la Unión Mundial para la Salud en Canadá, enumera buenas razones para que las personas no consuman carne de cerdo:

1.- El cerdo no puede deshacerse de toda la cantidad de ácido úrico que se forma en su cuerpo, dado que es el elemento principal de la orina. Solo elimina el 2%, y el 98% permanece en su carne.

Eso simplemente significa que la carne de cerdo está saturada con el principal elemento de la orina, del cual los cuerpos de todos los seres vivos sobre la faz de la tierra intentan deshacerse por medio del sistema urinario, debido a las sustancias venenosas que contiene. Es por eso que quienes comen carne de cerdo tienen un alto índice de artritis, debido al elevado nivel de ácido úrico en su sangre.

2.- La carne de cerdo es difícil de digerir, lleva 4 horas completas para poder ser digerida, y la cantidad de proteína digerida que es absorbida después de ese proceso no sobrepasa el 14%. Por esta razón, la carne de cerdo es mala nutricionalmente hablando, por lo que no compensa el dinero que se paga por ella, ya que la carne de cerdo, en muchos países, es más cara que la carne de otros animales cuya carne es comestible y no tiene esta clase de problemas.

3. La carne de cerdo contiene niveles elevados de la hormona del crecimiento, la cual acelera la proliferación de células cancerígenas si es que existen.

4. La grasa del cerdo es difícil de digerir y emulsionar en el sistema digestivo. La mayor parte de ella está formada por grasas saturadas dañinas.

Es absorbida desde los intestinos por la sangre en forma de moléculas enormes, que posiblemente se sedimenten en las paredes de los vasos sanguíneos y los obstruya, causando coágulos de sangre, esclerosis y elevados niveles de colesterol y grasas saturadas (triglicéridos) en la sangre.

5. La grasa de cerdo se sedimenta en el cuerpo humano en el mismo lugar de donde viene del cerdo, ¡y esto es realmente extraño! Si la grasa viene de la barriga del cerdo, se establecerá en la barriga de la persona que la coma. De esta forma, la grasa de cerdo ayuda a distorsionar el cuerpo humano.

6. Comer la carne de cerdo allana el camino para muchas enfermedades y problemas de piel, como granos, úlceras, bolsas de grasa y prurito, ya que contiene un elevado nivel de histamina.

7. Los cerdos y su carne son fuente de más de 75 enfermedades causadas por parásitos, gérmenes y virus que son transmitidas al hombre, entre las que se puede mencionar la triquinosis. Los parásitos de la triquinosis permanecen en los músculos del hombre, causando severos dolores, que posiblemente puedan paralizar sus movimientos. También, pueden permanecer en el diafragma causando obstrucción de la respiración y consecuentemente la muerte. Además, esos parásitos pueden permanecer por más 30 años en los músculos luego de encerrarse a sí mismos en sacos cálcicos.

Es muy interesante saber que un investigador norteamericano publicó en la página web de los Archivos de Medicina Interna, el 11 de junio de 2001, que el renombrado músico alemán, Mozart, posiblemente murió por haber comido carne cruda de cerdo 44 días antes de su enfermedad mortal que duró 15 días. Él fue infectado por triquinosis, la cual no era aun conocida por ese entonces.

8. El mismo cuerpo del cerdo es considerado como una fábrica biológica que tiene el potencial para producir enfermedades causadas por virus y epidemias que puedan afectar al hombre debido a la semejanza genética de las células de cerdo con las del ser humano.

La pandemia mundial llamada “gripe porcina” que estamos presenciando en la actualidad es el resultado de la metamorfosis y la fusión de los virus de la gripe aviar, la gripe humana y la gripe porcina en el interior del cuerpo del cerdo. Todos ellos se transformaron en un nuevo virus mortal que se transmite de los cerdos a las personas y de hombre a hombre. Un caso fue registrado recientemente en Canadá, en el que esta enfermedad se transmitió de una persona infectada a una piara de cerdos, haciendo así que la pandemia entre en un ciclo integrado muy peligroso para la humanidad.

Razones para sí consumir carne de cerdo:
Es cierto que entorno al tema del consumo de la carne de cerdo existen muchas reservas, ya que el cerdo es un animal que contiene altas concentraciones de grasa en su estructura. A pesar de todo nosotros nos vamos a referir en todo momento a una parte que tiene mucha menos grasa que cualquier otra, se trata del lomo que podemos encontrar de diferentes maneras en el mercado, por lo que la variedad a la hora de consumirlo es elevada, al igual que el jamón, que nos aporta enormes beneficios.

La fama que tiene la carne de cerdo es que contiene grandes cantidades de grasas saturadas que son perjudiciales para nuestra salud.  Hasta hace poco se creía que esto era así, pero recientes estudios realizados en esta materia han desvelado que la carne de cerdo, en contra de lo que se pensaba, puede representar una ayuda a la hora de mantener unos niveles óptimos de colesterol, ya que una parte como el lomo contiene solamente cincuenta y ocho miligramos de colesterol frente a los sesenta y ocho que contiene la carne de pollo.

En contra de lo que se pensaba, es una carne rica en grasas mono-insaturadas, además de contener altas cantidades de ácido oleico, que nos ayuda a mantener unos niveles adecuados de colesterol, ya que se trata de ácidos grasos esenciales que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Junto a esto hay que destacar las cantidades de proteínas que nos brinda, y es que se trata de una importante fuente de las mismas, además de darnos proteínas de primera calidad necesarias para un correcto desarrollo muscular.

Otros nutrientes que nos brinda y que no podemos pasar por alto son los minerales. La carne de cardo es rica en estos nutrientes, sobre todo de hierro, que el cuerpo absorbe rápidamente, pues se trata de un mineral necesario para mantener una buena salud general. Junto a éste podemos destacar otros minerales como el sodio, el zinc y el fósforo. Las vitaminas son otros de los nutrientes que nos brinda. Entre ellas destacaremos la vitamina B1, que contiene en altas cantidades, y que tan necesaria es para los deportistas, ya que se encarga de transformar la glucosa en energía muscular, pues es la que controla el metabolismo del glucógeno en los músculos.

Estos estudios nos permitirán tener una perspectiva balanceada y acercamiento cuidadoso con respecto a la carne de cerdo, ya que no hay que demonizarla, y mucho menos dejar de comerla, si así no lo deseamos hacer. Eso sí, es necesario saber elegir las partes más adecuadas para su consumo y con menor concentración de grasa. Junto a esto debemos tener presente que nunca hay que abusar de este alimento, ya que como ya sabemos, a la larga todo en exceso puede ser malo para la salud.

Por otra parte, La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)y la Organización Mundial para la Salud Animal (OIE) reiteraron así en su comunicado conjunto emitido el pasado 30 de abril del 2009 en el mismo sentido, con el fin de "evitar cualquier mala interpretación".  Aseguran que "no se conoce que los virus de la gripe AH1N1 se transmitan a las personas al comer cerdo procesado u otros productos derivados".  Agregan que "los tratamientos de calor empleados comúnmente para cocinar la carne (70 grados centígrados) dejarán inactivos inmediatamente cualquier virus que pueda estar potencialmente presente en productos cárnicos crudos".

Y finalmente afirman que "el cerdo y los productos del cerdo, manejados de acuerdo con las buenas prácticas de higiene recomendadas por la OMS, la Comisión de Código Alimentario y la OIE, no serán fuente de infección".  Las tres organizaciones sólo piden a las autoridades y a los consumidores que se aseguren de que la carne de cerdos enfermos o de cerdos que hayan sido encontrados muertos no se emplee para el consumo humano en ninguna circunstancia.  Este comunicado conjunto de las tres organizaciones coincide con la declaración efectuada por el experto en Seguridad Alimentaria de la OMS, Peter Ben Embarek, quien aseguró que el consumo de carne de cerdo cocida y en forma de embutido no expone bajo ninguna circunstancia al consumidor a contraer el virus de la gripe A.

¿Qué dice la Biblia?
Levítico capítulo 11 enlista las restricciones dietéticas que Dios le dio a la nación de Israel (también Deuteronomio 14:3-8).  Las leyes dietéticas incluían prohibiciones de comer cerdo, mariscos, casi todos los insectos y otros varios animales. Las reglas dietéticas nunca tuvieron la intención de ser aplicadas a nadie más que en Israel.  Más tarde, Jesús declaró limpios todos los alimentos (Marcos 7:19).  Dios le dio una visión al apóstol Pedro en la cual Él le declaró concerniente a los antes declarados animales impuros: “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.” (Hechos 10:15). Cuando Jesús murió en la cruz, Él puso fin a nuestra subordinación o dependencia a la ley del Antiguo Testamento (Romanos 10:4; Gálatas 3:24-26; Efesios 2:15; Colosenses 2:14-16).  Esto incluye las leyes concernientes a los alimentos limpios e impuros.

Romanos 14:1-23 nos enseña que no todos son lo suficientemente maduros en su fe para aceptar el hecho de que todos los alimentos son limpios. Como resultado, si estamos con alguien que pudiera ofenderse por nuestra comida – deberemos ceder nuestro derecho de hacerlo, para no ofender a la otra persona. Tenemos el derecho de comer cualquier cosa que deseemos, pero no el de ofender a otras personas, aún si están equivocadas o no comprenden nuestro punto de vista. Sin embargo, los cristianos guiados por la Ley del Espíritu y bajo el Nuevo Pacto de gracia, somos libres de comer cualquier cosa que deseemos en tanto no causemos que alguien tropiece en su fe o cause daño a nuestros propios cuerpos, pues no todos tenemos la misma constitución física ni los mismos niveles de salud.

En el Nuevo Pacto de gracia, la Biblia está más interesada en la cantidad que comemos que en lo que comemos. Los apetitos físicos son una analogía de nuestra habilidad de autocontrol. Si no somos capaces de controlar nuestros hábitos alimenticios, probablemente tampoco seamos capaces de controlar otros hábitos como aquellos de la mente (lujuria, avaricia, odio e ira injustificada) e incapaces de frenar nuestra boca del chisme o la disensión.  No debemos permitir que nuestros apetitos (ni físicos ni sico-emocionales) nos controlen; antes bien, debemos ejercer el control sobre ellos. Vea Deuteronomio 21:20; Proverbios 23:2; 2 Pedro 1:5-7; 2 Timoteo 3:1-9; 2 Corintios 10:5.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Apreciamos y agradecemos muchos tus comentarios o sugerencias, por favor déjalos aquí: