EL ESPÍRITU DE RELIGIÓN II
Cómo ser libre del espíritu religioso
Por Dr. C. Peter Wagner
EL TEMA ES LA MENTE
Daniel 2.21 nos dice: (Dios) "cambia los tiempos y las épocas".
Parte del carácter de Dios, entonces, es producir continuamente vino nuevo y proveer odres nuevos para colocarlo. Pero a Satanás, por supuesto, esto no le gusta ni un poquito. En el mismo libro de Daniel, Satanás revela sus propósitos a través de la “cuarta bestia” quien, de acuerdo al texto, oprimirá a sus santos; tratará de cambiar las festividades y también las leyes (Daniel 7.25). Lo que Dios diseña para su gloria y para avance de su Reino es, constantemente, atacado por Satanás con el propósito de hacerlo retroceder.
¿Qué engaños utiliza Satanás para hacer retroceder los nuevos tiempos y edades de Dios? Mire esta frase “perseguir a los santos”. La palabra en arameo para “perseguir" es belah, la cual significa “desgastar, gastar la mente”. En otras palabras, el espíritu corporativo de religión, como agente de Satanás en este caso, no opera tanto en el corazón o en las emociones, o en la santidad personal o en el fruto del Espíritu, sino más bien en la mente. Los líderes religiosos pueden de hecho vivir vidas santas y aún permanecer bajo la influencia del espíritu de religión. Esto lleva a la gente, especialmente a los que representan el poder religioso (los líderes), a tener pensamientos equivocados.
Esto implica que la mejor manera en que podernos neutralizar el poder del espíritu de religión es siendo transformados por la renovación de (nuestra) mente, para que comprobemos cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Romanos 12.2). Una llave para combatir el espíritu de religión, entonces, es la enseñanza (lo que Jesús nos dijo que aprendiéramos y viviéramos - Mateo 28.20), la cual ayuda al pueblo de Dios a enderezar sus mentes. Por ejemplo, Pablo urgió a Timoteo a ser un buen soldado y no enredarse en los negocios de esta vida. Note su admonición a Timoteo: “Por lo tanto, debes soportar adversidades como un buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2.3). Parte de ser un buen soldado es enderezar su mente. Esto combatirá los ataques del espíritu de religión.
CUATRO CARACTERÍSTICAS DEL ESPÍRITU CORPORATIVO DE RELIGIÓN
Si usted ha sido un creyente activo por algún tiempo (y créame que no tiene que ser mucho), probablemente ha tenido que ver el espíritu corporativo de religión. En consecuencia, quizás pueda reconocer estas 4 características:
1.- El espíritu corporativo de religión es un demonio de alto rango. Probablemente, en el mismo nivel que otros principados que son mencionados en las Escrituras, como Ajenjo (Apocalipsis 8.11), Belcebú (Lucas 11.15), el príncipe de Grecia (Daniel 10.20) y la reina de los cielos (Jeremías 7.18).
2.- El espíritu corporativo de religión invade grupos de personas, no individuos. Los espíritus que invaden personas, como un espíritu de rechazo, un espíritu de trauma, o de lujuria, o religioso individual, todos necesitan ser echados fuera de las víctimas mediante el ministerio de liberación. Pero la asignación del espíritu corporativo de religión es colectiva. Hechiza a los líderes de todos los segmentos del pueblo de Dios. Esto, por ejemplo, se refleja en Gálatas 3.1: "¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente?" Esa palabra “hechizar” es una palabra muy fuerte. Los Gálatas, como Iglesia completa, estaban bajo el encantamiento (hechizo) del espíritu corporativo de religión. Dudaban de moverse en los tiempos y edades de Dios para ellos. En este caso, el hechizo o encantamiento, el cual tiene forma de maldición, debe destruirse mediante la sangre de Jesús por las autoridades espirituales del grupo. Luego pueden ser transformados por la renovación de sus mentes, como dice Romanos 12.2. Si no quieren hacer esto, el hechizo no se irá, y a las personas cuyas mentes han sido renovadas se les aconsejará dejar el grupo.
3.- El espíritu corporativo de religión es extremadamente sutil. Este no habla en voz alta, o escribe en las paredes o cambia los muebles de lugar. La gente bajo este espíritu NO TIENE NI IDEA DE SU EXISTENCIA. De hecho, el espíritu corporativo de religión tiene éxito en hacerles pensar que ¡Están haciendo la voluntad de Dios! Por ejemplo, los fariseos de buena fe, le dijeron a Jesús: "Mira, ¿Por qué (sus discípulos recogían espigas) hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?" (Marcos 2.24) "¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? ¡Comen sin cumplir primero el rito de lavarse las manos!" (Mateo 15.2). Los fariseos habían elevado la tradición de los ancianos a un lugar equivalente a la Escritura, creyendo que servían a Dios al hacerlo.
4.- El espíritu corporativo de religión manipula a los líderes para oponerse a los planes de Dios para los nuevos tiempos y sazones. Un buen caso de esto es Pedro. Cuando estaba con Jesús en Cesarea de Filipo, tuvo uno de sus mejores días por la mañana y uno de los peores esa misma tarde. Comenzó declarando que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente (Mateo 16.16). Jesús alentándolo le respondió, Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo (v.17). Ese sí era un buen día para Pedro. Pero no por mucho tiempo. Más tarde, ese mismo día, Jesús le dijo a sus discípulos que los dejaría. En otras palabras, los tiempos y las épocas cambiarían para ellos. A Pedro no le gustó. El prefería el status quo y se lo dijo a Jesús de manera decidida. Mire lo que Jesús le respondió: ¡Aléjate de mí, Satanás! (v.23). Pedro había dado un giro de 180° en pocas horas, y Jesús comparó la última afirmación de Pedro con el reino de las tinieblas. El Señor continuó diciendo: "Quieres hacerme tropezar, no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres" (v.23). No creo que sería insensato suponer que el agente de Satanás que hizo que Pedro, quien era el vocero del grupo, pensara de manera equivocada esa tarde era el espíritu corporativo de religión.
Fuente:
Tomado de “Cómo ser Libre del espíritu religioso”. Autor: Peter Wagner (2007). Ed. Peniel. Buenos Aires, Argentina.
Si quiere también leer la Primera parte de este mensaje, puede hacer click aquí. Si quiere continuar con la Tercera parte, puede hacer click aquí.
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Daniel 2.21 nos dice: (Dios) "cambia los tiempos y las épocas".
Parte del carácter de Dios, entonces, es producir continuamente vino nuevo y proveer odres nuevos para colocarlo. Pero a Satanás, por supuesto, esto no le gusta ni un poquito. En el mismo libro de Daniel, Satanás revela sus propósitos a través de la “cuarta bestia” quien, de acuerdo al texto, oprimirá a sus santos; tratará de cambiar las festividades y también las leyes (Daniel 7.25). Lo que Dios diseña para su gloria y para avance de su Reino es, constantemente, atacado por Satanás con el propósito de hacerlo retroceder.
¿Qué engaños utiliza Satanás para hacer retroceder los nuevos tiempos y edades de Dios? Mire esta frase “perseguir a los santos”. La palabra en arameo para “perseguir" es belah, la cual significa “desgastar, gastar la mente”. En otras palabras, el espíritu corporativo de religión, como agente de Satanás en este caso, no opera tanto en el corazón o en las emociones, o en la santidad personal o en el fruto del Espíritu, sino más bien en la mente. Los líderes religiosos pueden de hecho vivir vidas santas y aún permanecer bajo la influencia del espíritu de religión. Esto lleva a la gente, especialmente a los que representan el poder religioso (los líderes), a tener pensamientos equivocados.
Esto implica que la mejor manera en que podernos neutralizar el poder del espíritu de religión es siendo transformados por la renovación de (nuestra) mente, para que comprobemos cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Romanos 12.2). Una llave para combatir el espíritu de religión, entonces, es la enseñanza (lo que Jesús nos dijo que aprendiéramos y viviéramos - Mateo 28.20), la cual ayuda al pueblo de Dios a enderezar sus mentes. Por ejemplo, Pablo urgió a Timoteo a ser un buen soldado y no enredarse en los negocios de esta vida. Note su admonición a Timoteo: “Por lo tanto, debes soportar adversidades como un buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2.3). Parte de ser un buen soldado es enderezar su mente. Esto combatirá los ataques del espíritu de religión.
CUATRO CARACTERÍSTICAS DEL ESPÍRITU CORPORATIVO DE RELIGIÓN
Si usted ha sido un creyente activo por algún tiempo (y créame que no tiene que ser mucho), probablemente ha tenido que ver el espíritu corporativo de religión. En consecuencia, quizás pueda reconocer estas 4 características:
1.- El espíritu corporativo de religión es un demonio de alto rango. Probablemente, en el mismo nivel que otros principados que son mencionados en las Escrituras, como Ajenjo (Apocalipsis 8.11), Belcebú (Lucas 11.15), el príncipe de Grecia (Daniel 10.20) y la reina de los cielos (Jeremías 7.18).
2.- El espíritu corporativo de religión invade grupos de personas, no individuos. Los espíritus que invaden personas, como un espíritu de rechazo, un espíritu de trauma, o de lujuria, o religioso individual, todos necesitan ser echados fuera de las víctimas mediante el ministerio de liberación. Pero la asignación del espíritu corporativo de religión es colectiva. Hechiza a los líderes de todos los segmentos del pueblo de Dios. Esto, por ejemplo, se refleja en Gálatas 3.1: "¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente?" Esa palabra “hechizar” es una palabra muy fuerte. Los Gálatas, como Iglesia completa, estaban bajo el encantamiento (hechizo) del espíritu corporativo de religión. Dudaban de moverse en los tiempos y edades de Dios para ellos. En este caso, el hechizo o encantamiento, el cual tiene forma de maldición, debe destruirse mediante la sangre de Jesús por las autoridades espirituales del grupo. Luego pueden ser transformados por la renovación de sus mentes, como dice Romanos 12.2. Si no quieren hacer esto, el hechizo no se irá, y a las personas cuyas mentes han sido renovadas se les aconsejará dejar el grupo.
3.- El espíritu corporativo de religión es extremadamente sutil. Este no habla en voz alta, o escribe en las paredes o cambia los muebles de lugar. La gente bajo este espíritu NO TIENE NI IDEA DE SU EXISTENCIA. De hecho, el espíritu corporativo de religión tiene éxito en hacerles pensar que ¡Están haciendo la voluntad de Dios! Por ejemplo, los fariseos de buena fe, le dijeron a Jesús: "Mira, ¿Por qué (sus discípulos recogían espigas) hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?" (Marcos 2.24) "¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? ¡Comen sin cumplir primero el rito de lavarse las manos!" (Mateo 15.2). Los fariseos habían elevado la tradición de los ancianos a un lugar equivalente a la Escritura, creyendo que servían a Dios al hacerlo.
4.- El espíritu corporativo de religión manipula a los líderes para oponerse a los planes de Dios para los nuevos tiempos y sazones. Un buen caso de esto es Pedro. Cuando estaba con Jesús en Cesarea de Filipo, tuvo uno de sus mejores días por la mañana y uno de los peores esa misma tarde. Comenzó declarando que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente (Mateo 16.16). Jesús alentándolo le respondió, Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo (v.17). Ese sí era un buen día para Pedro. Pero no por mucho tiempo. Más tarde, ese mismo día, Jesús le dijo a sus discípulos que los dejaría. En otras palabras, los tiempos y las épocas cambiarían para ellos. A Pedro no le gustó. El prefería el status quo y se lo dijo a Jesús de manera decidida. Mire lo que Jesús le respondió: ¡Aléjate de mí, Satanás! (v.23). Pedro había dado un giro de 180° en pocas horas, y Jesús comparó la última afirmación de Pedro con el reino de las tinieblas. El Señor continuó diciendo: "Quieres hacerme tropezar, no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres" (v.23). No creo que sería insensato suponer que el agente de Satanás que hizo que Pedro, quien era el vocero del grupo, pensara de manera equivocada esa tarde era el espíritu corporativo de religión.
Fuente:
Tomado de “Cómo ser Libre del espíritu religioso”. Autor: Peter Wagner (2007). Ed. Peniel. Buenos Aires, Argentina.
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