MI IDENTIDAD EN CRISTO III
Mi identidad en Cristo y la lucha espiritual
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
Satanás odia nuestra relación con Dios y también nos odia porque somos hijos de Dios, con plena autoridad y poder en Cristo, para reinar desde los lugares celestiales sobre la tierra. Por eso, por sobre todas las cosas, él atacará nuestra vida de oración, especialmente nuestras acciones que como sacerdotes reales, a través de la intercesión, hacemos en pro del reino de Dios.
Así que, Satanás y sus demonios atacarán principalmente nuestra vida de oración y nosotros necesitamos entender esta lucha espiritual continua, en el que se enfrentan poderes invisibles de dos reinos, el reino de la luz y el reino de las tinieblas.
¿Cuáles son sus armas y estrategias?
Las principales armas de nuestros enemigos espirituales son el temor, la mentira y la incredulidad. Y sus principales estrategias son:
1. Sembrar y fortificar pensamientos de temor, duda e incredulidad.
2. Sembrar y fortificar pensamientos de desobediencia y rebelión contra el Señorío de Jesucristo.
3. Sembrar y fortificar pensamientos mentirosos y engañosos que riñen con la verdad y la autoridad de la Palabra de Dios
4. Generar y provocar experiencias dolorosas o traumáticas en nuestra mente y alma, que luego se levanten ante la luz y el amor de Dios en nuestras vidas.
5. Propiciar e inducir tentaciones que nos lleven a vivir independientemente de Dios y de manera egoísta, enfocados en nuestras propias necesidades, sueños y pasiones.
Pero, por sobre todas las cosas, nuestros enemigos espirituales buscarán detener, estorbar y neutralizar nuestra vida de oración, para que vivamos independientemente o al margen de la voluntad de Dios y no ejerzamos nuestros roles como sacerdotes reales ni alcancemos nuestro propósito y pleno potencial como hijos de Dios.
También nuestros enemigos espirituales saben perfectamente bien que un hijo de Dios, que conoce bien su identidad en Cristo y ejerce su autoridad y poder espiritual adecuadamente, es un arma poderosa contra su reino y sus malvados propósitos contra la humanidad y la creación de Dios. Ellos saben muy bien el poder que hay en la oración intercesora, para derribar fortalezas mentales y espirituales, para deshacer los planes del maligno, y hacerlos huir delante del ejército de Dios, por eso buscarán desanimarte, derrotarte, contaminarte, intimidarte y detenerte. Por eso, necesitamos orar los unos por los otros, sostenernos en oración, de manera que nuestra fe y fuerzas no decaigan ante el ataque del enemigo y las adversidades de la vida, las cuales el enemigo también usa para afligirnos, debilitarnos y neutralizarnos.
¿Cómo puedes vencer en tu lucha espiritual personal?
Es sumamente importante y vital conocer quiénes somos en Cristo, qué tenemos en Él, cuáles promesas nos ha dado y las armas que tenemos en Él para poder vencer los ataques diarios y continuos del enemigo de nuestras almas. Si todavía no ha leído la Primera parte de este tema, le animo que lo haga ahora mismo, y comience a leer, estudiar y memorizar cada versículo sugerido, para que su mente y corazón se llene de la Palabra de Dios y pueda así, vivir una vida cristiana llena del Espíritu del Señor, en victoria y creciendo continuamente hacia Cristo, nuestro Señor.
Recuerda que la lucha espiritual es una lucha que libramos todos y cada uno de los discípulos de Jesucristo, contra Satanás y sus demonios (1Pe.5:6-11). Todo cristiano tiene una batalla diaria, una lucha contra su Carne, el mundo y Satanás, pero con nosotros esta Dios quien nos ha dado Su Espíritu y Su Palabra, para que vivamos en victoria y para la gloria de Su Nombre.
"Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! Resistan los ataques del diablo; confíen siempre en Dios y nunca duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes. Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino."
1Pedro 5:8-10 (TLA)
Si quiere comenzar leyendo la Primera parte de este tema, haga click en este enlace.
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Y si desea leer todo el extracto del libro "Restaurado" del Dr. Neil Anderson, puede hacer click aquí.
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Mi identidad en Cristo y la lucha espiritual
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
Satanás odia nuestra relación con Dios y también nos odia porque somos hijos de Dios, con plena autoridad y poder en Cristo, para reinar desde los lugares celestiales sobre la tierra. Por eso, por sobre todas las cosas, él atacará nuestra vida de oración, especialmente nuestras acciones que como sacerdotes reales, a través de la intercesión, hacemos en pro del reino de Dios.
Así que, Satanás y sus demonios atacarán principalmente nuestra vida de oración y nosotros necesitamos entender esta lucha espiritual continua, en el que se enfrentan poderes invisibles de dos reinos, el reino de la luz y el reino de las tinieblas.
¿Cuáles son sus armas y estrategias?
Las principales armas de nuestros enemigos espirituales son el temor, la mentira y la incredulidad. Y sus principales estrategias son:
1. Sembrar y fortificar pensamientos de temor, duda e incredulidad.
2. Sembrar y fortificar pensamientos de desobediencia y rebelión contra el Señorío de Jesucristo.
3. Sembrar y fortificar pensamientos mentirosos y engañosos que riñen con la verdad y la autoridad de la Palabra de Dios
4. Generar y provocar experiencias dolorosas o traumáticas en nuestra mente y alma, que luego se levanten ante la luz y el amor de Dios en nuestras vidas.
5. Propiciar e inducir tentaciones que nos lleven a vivir independientemente de Dios y de manera egoísta, enfocados en nuestras propias necesidades, sueños y pasiones.
Pero, por sobre todas las cosas, nuestros enemigos espirituales buscarán detener, estorbar y neutralizar nuestra vida de oración, para que vivamos independientemente o al margen de la voluntad de Dios y no ejerzamos nuestros roles como sacerdotes reales ni alcancemos nuestro propósito y pleno potencial como hijos de Dios.
También nuestros enemigos espirituales saben perfectamente bien que un hijo de Dios, que conoce bien su identidad en Cristo y ejerce su autoridad y poder espiritual adecuadamente, es un arma poderosa contra su reino y sus malvados propósitos contra la humanidad y la creación de Dios. Ellos saben muy bien el poder que hay en la oración intercesora, para derribar fortalezas mentales y espirituales, para deshacer los planes del maligno, y hacerlos huir delante del ejército de Dios, por eso buscarán desanimarte, derrotarte, contaminarte, intimidarte y detenerte. Por eso, necesitamos orar los unos por los otros, sostenernos en oración, de manera que nuestra fe y fuerzas no decaigan ante el ataque del enemigo y las adversidades de la vida, las cuales el enemigo también usa para afligirnos, debilitarnos y neutralizarnos.
¿Cómo puedes vencer en tu lucha espiritual personal?
- Ama a Dios con todo tu corazón y permanece unido a Él. Amar a Dios con todo nuestro ser y por encima de todas las cosas es el primer mandamiento y debe ser la fuerza que dirige nuestra vida. Nuestra relación continua con Dios es el antídoto para resistir los dardos del enemigo en nuestra mente y todas las tentaciones que pone delante de nosotros. Debemos conocer a Dios personalmente y en intimidad, y permanecer en esa intimidad. "Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho (Juan 15:7).
- Reconoce en tu corazón el señorío, la soberanía y grandeza de Dios. Diariamente alaba a Dios. Proclama Sus virtudes y atributos sobre tu vida y circunstancias. ¡La alabanza y la adoración es un arma poderosa en la lucha espiritual! "Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre" (Filipenses 2:9-11).
- Conoce bien tu identidad en Cristo. El ataque principal del enemigo contra ti será en tu identidad en Cristo, así que debes afirmar en la Palabra de Dios, quién tú eres y la herencia que tienes en Cristo, para poder vencer y resistir los ataques espirituales y mentales del enemigo con toda clase de mentira, engaño, duda y temor en tu contra. Memoriza las Escrituras y úsalas contra toda mentira que el maligno quiera traer a tu mente y corazón. "Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2Corintios 10:3-5).
- Depende de la sabiduría de Dios y no solo de la tuya. Entiende los caminos del Señor y apóyate en Su poder, en Su guía y en Su gracia. No te la des de más sabio, listo o fuerte que Dios. El enemigo buscará que te salgas de la cobertura espiritual que el Señor te da, para que seas vulnerable a sus influencias. Una vez que estás fuera de la protección de Dios, serás presa fácil del enemigo. "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos" (Proverbios 3:5-8).
- Estudia y usa la Palabra de Dios como arma espiritual contra las mentiras del enemigo. La Biblia es tu arma principal para defenderte contra los ataques espirituales y mentales del Diablo y sus demonios. ¡Recuerda que él es padre de toda mentira! Así que, toma la Palabra de Dios como una espada, levanta tu fe como un escudo y afiánsate a tu salvación en Cristo como una casco en tu mente, para que puedas resistir el día malo (Ef. 6:10-18). Vive en la verdad, vive en justicia, vive en el poder del Espíritu Santo, que te guiará de triunfo en triunfo y de gloria en gloria. "Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" (Juan 8:32).
- Esfuérzate en crecer en santidad y en humildad. La humildad te capacita para recibir la gracia de Dios. La humildad es opuesta al orgullo que tenemos en nuestra vieja naturaleza y que el enemigo vez tras vez trata de revivir en nosotros. Él quiere que vivamos fuera de la voluntad de Dios, en desobediencia y rebelión a la Palabra de Dios. Pero cuando nos sometemos al Señor, el diablo huye de nosotros (Stgo. 4:6-10). "Por lo tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12:1-2).
- Conserva tus relaciones y practica la paz y el amor. Conoce bien el poder de las palabras, así que guarda tu boca y tu lengua para no pecar contra tu hermano. Habla palabras de paz y de amor, declara palabras de bendición y no de muerte ni maldición (Stgo. 3:1-12). Guarda tu mente y corazón de todo chisme. "El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Romanos 12:9-10).
- Perdona con rapidez, no permitas que brote ninguna raíz de resentimiento ni amargura en tu corazón. Aprende a perdonar con rapidez. Nuestra autoridad espiritual se debilita cuando conservamos rencor, resentimiento o amargura en nuestro corazón (Mt. 6:14-15). Libera el perdón y la bendición sobre los demás, aún sobre aquellos que te ofenden. "Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto" (Colosenses 3:13-14).
- Esfuérzate en desarrollar tu vida de oración y practicar el ayuno. Aprende a ejercitar la autoridad espiritual que tienes en Cristo a través de la oración, en especial por medio de la oración intercesora. Aprende a dominar tus apetitos carnales, tus pasiones y deseos, por medio del ayuno regular, que te ayudará a vivir bajo el señorío de Jesucristo. La práctica de la oración y el ayuno reforzarán tu autoridad espiritual, con lo cual podrás resistir y vencer al enemigo en sus ataques contra tu vida, familia y ministerio. Participa en el ministerio de oración o intercesión de tu iglesia. Entrénate en la oración y el ayuno. "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús" (Efesios 2:4-6).
- No dejes de congregarte y participa en una iglesia casera o en un grupo discipulado. La vida cristiana es una vida orgánica y Dios la diseñó para que la viviéramos en comunidad, junto a otras personas que comparten el mismo amor, fe y esperanza en Dios (1Cor. 12:26-27). Esa vida comunitaria fortalecerá nuestra propia vida y relación personal con Dios; y en ella recibiremos oración y apoyo los unos a los otros, para poder resistir y superar los ataques del enemigo. "Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca" (Hebreo 10:23-25).
Es sumamente importante y vital conocer quiénes somos en Cristo, qué tenemos en Él, cuáles promesas nos ha dado y las armas que tenemos en Él para poder vencer los ataques diarios y continuos del enemigo de nuestras almas. Si todavía no ha leído la Primera parte de este tema, le animo que lo haga ahora mismo, y comience a leer, estudiar y memorizar cada versículo sugerido, para que su mente y corazón se llene de la Palabra de Dios y pueda así, vivir una vida cristiana llena del Espíritu del Señor, en victoria y creciendo continuamente hacia Cristo, nuestro Señor.
Recuerda que la lucha espiritual es una lucha que libramos todos y cada uno de los discípulos de Jesucristo, contra Satanás y sus demonios (1Pe.5:6-11). Todo cristiano tiene una batalla diaria, una lucha contra su Carne, el mundo y Satanás, pero con nosotros esta Dios quien nos ha dado Su Espíritu y Su Palabra, para que vivamos en victoria y para la gloria de Su Nombre.
"Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! Resistan los ataques del diablo; confíen siempre en Dios y nunca duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes. Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino."
1Pedro 5:8-10 (TLA)
Si quiere comenzar leyendo la Primera parte de este tema, haga click en este enlace.
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El campo de batalla de la mente
¡Corre a la batalla!
Perdónense unos a otros
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Y si desea leer todo el extracto del libro "Restaurado" del Dr. Neil Anderson, puede hacer click aquí.
COPYRIGHT. Permisos: Se le permite y anima a reproducir y distribuir este material en cualquier formato con tal que no alteren el contenido en forma alguna y que no cobren más allá del costo de reproducción. Para publicación web, se prefiere un enlace a este documento en nuestro sitio web. Cualquier excepción a lo anterior debe ser aprobada por nuestro ministerio.
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