LAS ESTADÍSTICAS SOBRE LOS PASTORES
Después de más de 18 años de investigación de las tendencias pastorales y muchos de nosotros siendo pastores, hemos encontrado (y este dato está respaldado por otros estudios) que ¡los pastores están en una ocupación peligrosa! Somos, quizás, la única profesión o trabajo más estresante y frustrante, mucho más que los médicos, abogados, políticos o peluqueros de gatos (¡hey tienen garras!). Hemos encontrado que más del 70% de los pastores están tan estresados y agotados que regularmente están pensando en dejar el ministerio (yo sólo me siento de esa manera los lunes). 35% a 40% de los pastores en realidad no dejan el ministerio, sino sólo después de cinco años. En una nota personal, de los 12 pastores principales con los que yo he servido en forma directa, dos han fallecido y cuatro han abandonado el ministerio por completo, es decir, no sólo ya no están en el púlpito, sino que ya ni siquiera asisten a una iglesia. Y de forma regular me encuentro con ex-pastores en las conferencias y charlas, que hacen que me pregunte ¿qué pasó chamo?, como dicen mis hijos.
Desde nuestra más reciente investigación, que hicimos para volver a comprobar nuestros datos, 1.050 pastores fueron encuestados en dos conferencias para pastores, celebradas en el Condado de Orange y Pasadena, 416 en el año 2005 (California), y 634 en 2006 (yo llevé a cabo un estudio similar para el Instituto Fuller en los años '80 con un muestreo mucho mayor).
De los mil cincuenta (1.050 ó 100%) de los pastores encuestados, cada uno de ellos tenía a un estrecho colaborador o a un compañero de seminario, que había abandonado el ministerio por el desgaste, el conflicto en su iglesia, o por un fracaso moral.
- 948 ó el 90% de los pastores afirmaron, que con frecuencia se fatigan, y se sienten agotados ("worn out") en forma semanal e incluso diariamente (no dijeron quemados: "burn out").
- 935 ó el 89% de los pastores encuestados, también consideraron dejar el ministerio por lo menos una vez.
- 590 ó el 57% dijeron que se irían, si tuvieran un lugar mejor a donde ir, incluyendo un trabajo secular.
Enfoque a la Familia (Focus on the Family-FOF) ha informado (http://www.parsonage.org/), que en los Estados Unidos se pierde un pastor diariamente porque busca un camino inmoral, en vez del camino Dios, porque buscan intimidad en donde no debe ser buscada. Las estadísticas de FOF indican que 70% de los pastores no tienen amigos íntimos, y nadie en quien confiar. También dicen que alrededor del 35% de los pastores están ocupados en su propio pecado sexual. Por otra parte, el 25% de los pastores son divorciados. Las estadísticas que he tenido con recursos de Iglecrecimiento son aún mayores. Los pastores que tienden a ser muy educados, parecen ser los que tienen mayor capacidad de involucrarse en pecado el sábado y predicar la Palabra el domingo; sin pensar que algo anda mal. Recuerde, ¡orgullo y arrogancia serán el trampolín en el que el pastor saltará en la piscina del pecado y provocará que una iglesia luche entre sí!
Hubo un sondeo realizado por un sociólogo llamado Jeffrey Haddan (Carta de noticias de la "Red de Oración", 13 de noviembre, 1998) en el que se encuestó a más de 7.400 pastores protestantes. Él encontró que:
- 13% a 51% de los ministros, dependiendo de su denominación, aceptaban la resurrección física de Jesús como un hecho histórico.
- Su encuesta declara que entre el 19% y el 60% de los ministros creen en el nacimiento virginal de Jesús.
- Y La encuesta dice que entre el 67% y el 95% de los ministros creen que las Escrituras son verdaderas en la fe, la historia y la práctica.
Estas estadísticas son extremadamente preocupantes. ¿Qué estos ministros piensan que están haciendo? ¿Cuál es su propósito? ¿Y qué están tratando de lograr en la Santa Iglesia de Dios? Si usted está en el liderazgo de la iglesia y usted no cree en los principios de las Escrituras, no tiene por qué estar en el liderazgo y, ciertamente, nada que hacer como pastor y maestro del rebaño. Lo que realmente usted es, es un "lobo con piel de cordero", que será duramente juzgado por Dios.
Nosotros, en FASICLD, llevamos a cabo una encuesta por Internet más simple en el año 2005, entre 2.245 pastores; y otra entre 1.050 pastores, en persona por medio de nuestras encuestas en las conferencias de pastores, como hemos visto anteriormente. Debido a que estamos llegando a los evangélicos reformados y conservadores, las estadísticas son muy diferentes.
Hemos encontrado que más del 90% de los pastores encuestados creen en la resurrección, el nacimiento virginal y la validez de las Escrituras (aunque que no entramos en los diversos aspectos de la infalibilidad). El gran problema que encontramos es el "zumbido" o disposición de ir más allá de la creencia a la confianza; y luego modelar eso a sus congregaciones. Siendo apaleados en el ministerio, lo que los desgasta y los descarrila en su enfoque.
El resultado de ambos estudios es el siguiente: El pastor debe ser teológicamente preparado. Un pastor que no tiene una buena teología es como un ingeniero que no sabe matemáticas; él o ella sería totalmente incapaz de hacer el trabajo de diseño. Un pastor que no es teológicamente preparado es como un cirujano que no conoce la anatomía y la fisiología ¿le gustaría que él o ella lo operara a usted? ¿Te gustaría un abogado que te represente que no conozca la ley o el sistema judicial?
Cuando estamos en el púlpito para proclamar la verdad de Cristo, es mejor que sea sólo eso, la verdad de Cristo, no nuestras inclinaciones, ni ideas nuevas, o la última tendencia en el pensamiento teológico. Todas estas nuevas olas de la teología sólo confunden y alienan al cuerpo de Cristo, que son los feligreses a los que servimos y estamos llamados a protegerlos de la falsa doctrina, que no conduce a la verdad de Dios. La mayoría de estas nuevas ideas se mantienen cambiando y en conflicto, y sólo duran unos pocos años hasta que la próxima última moda teológica entre en juego. ¿Por qué jugar con el fuego de ese juego, cuando la verdad de Dios sigue siendo la misma y sólo será nuestro pensamiento creativo el que no dejará de cambiar? ¡Es bueno ser creativo, siempre y cuando no vaya en contra de las enseñanzas de las Escrituras!
Los resultados de la encuesta son que los pastores se enfrentan a más conflictos, más ira y más expectativas que nunca. Al mismo tiempo, trabajan largas horas y tienen poca paga, poca recompensa, y hacen a sus propias familias disfuncionales, debido a su ausencia. Y, para colmo, no están siendo suficientemente capacitados ni alimentados espiritualmente.
Tengo que decir claramente que esto no es cierto de todos los pastores, hay muchos que son excelentes en la obediencia a su llamado; pastores de iglesias grandes, y que están allí para sus familias, que están creciendo en el Señor. Y como pastor, tengo que ser consciente de esto, para que yo mismo no caiga en estas trampas.
Las estadísticas nos dicen que muchos pastores, no han aprendido a equilibrar su tiempo con la familia y con el ministerio; o de ocuparse adecuadamente de las grandes luchas del trabajo. Por lo tanto, muchos de ellos no son capaces de conducir a su iglesia a donde tiene que ir, porque ellos mismos no han llegado al nivel de crecimiento o de continua formación espiritual al que quieren llevar a la iglesia. Estoy totalmente en solidaridad con ellos, pero también yo llamo a los pastores a despertar en lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Y al mismo tiempo digo: ¡Epa Iglesia, cuida y respeta a tu pastor!
La conclusión es esta: si usted es un pastor, ¡su trabajo es servir a Cristo en primer lugar! Por lo tanto, es imperativo que no nos hagamos los tontos o indiferentes respecto a la edificación y a la práctica de nuestra fe personal. Al hacerlo, también debemos tomar en cuenta y aprovechar las oportunidades que Cristo tiene para nosotros y que todavía nos traerá en el camino.
Nuestra atención debe centrarse en lo principal, y Cristo es lo principal; y con la misma intención, no negar o descuidar nuestro propio desarrollo de la fe personal y de nuestra familia. Y si lo hacemos, nosotros personalmente fallaremos y así nuestras iglesias fallarán y nuestras propias familias; y crearemos una destrucción masiva, conflictos, caos y luchas, que han llegado a ser tan rampantes en muchas iglesias.
Estamos llamados a hacer lo contrario a la discordia y al conflicto; estamos llamados a lograr cohesión y comunidad; a mostrar el carácter y el amor de Cristo, en primer lugar a nosotros mismos, a nuestra familia y luego a nuestra iglesia. Al hacerlo, impulsaremos el crecimiento, la madurez y el amor; ¡siendo y practicando "verdadera espiritualidad!".
Si no tenemos el deseo de seguir el llamado de Dios, tenemos que preguntarnos ¿por qué? ¿y qué está en el camino? ¿Por qué estamos en el ministerio? Tenemos que preguntarnos, ¿Qué papel juega el orgullo y el deseo de pecar, y cómo, en nuestra función como pastores, nos están impidiéndo la proclamación de Cristo?
A veces, no podemos reconocer el pecado y tal vez buscamos racionalizarlo. Esto ocurre, especialmente, cuando la teología bíblica o la enseñanza sólida no están arraigadas en nosotros; y por lo tanto, nosotros no las enseñamos; entonces, nuestras iglesias se convierten en clubes sociales de chismes y contención, o de entretenimiento; y no es la verdadera y eficaz Iglesia de Cristo, donde Él es nuestro modelo y donde se manifiesta como el Señor. Recuerden, ¡nuestras elecciones se demuestran por nuestra obediencia, el fruto, y el crecimiento en Cristo!
¡Como pastores, es nuestra vocación y deber estar en guardia contra la erosión de los valores bíblicos y lo que nos daña; y también contra lo que daña las creencias en nuestras iglesias y daña una mentalidad bíblica (Salmo 123:3; Marcos 4:19)!
Recuerde, las iglesias fallan porque nosotros como pastores fallamos; tendemos a poner nuestras necesidades y deseos por encima del Señor. Y se trata es de Su Iglesia y nosotros somos Sus siervos. ¡Vamos a enfocarnos en el objetivo correcto, es decir, en Su camino y no en el nuestro! Estamos llamados a un propósito superior. No somos llamados a servirnos a nosotros mismos. Tenemos que llevar a otros hacia Él, no a nosotros mismos.
El ministerio es un llamado maravilloso, que puede ser gozoso y satisfactorio; pero también es una cosa peligrosa, porque estamos ante un Dios santo... Sí, tenemos gracia, ¡pero también tenemos responsabilidad!
© 2007 (investigación de 1989 a 2006) RJ Krejcir Ph.D. Francis A. Schaeffer Instituto de Desarrollo de Liderazgo de la Iglesia http://www.truespirituality.org/
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Por el Dr. Richard J. Krejcir
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Traducido por Ap. Daniel Guerrero
¿Qué está pasando con los pastores en los Estados Unidos de América?
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He aquí algunas estadísticas alarmantes sobre los pastores, hechas por FASICLD (Francis A. Schaeffer Instituto de Desarrollo de Liderazgo de la Iglesia). Esta investigación se inició en 1989 como un proyecto del Instituto Fuller, que fue recogido por FASICLD en 1998.
Después de más de 18 años de investigación de las tendencias pastorales y muchos de nosotros siendo pastores, hemos encontrado (y este dato está respaldado por otros estudios) que ¡los pastores están en una ocupación peligrosa! Somos, quizás, la única profesión o trabajo más estresante y frustrante, mucho más que los médicos, abogados, políticos o peluqueros de gatos (¡hey tienen garras!). Hemos encontrado que más del 70% de los pastores están tan estresados y agotados que regularmente están pensando en dejar el ministerio (yo sólo me siento de esa manera los lunes). 35% a 40% de los pastores en realidad no dejan el ministerio, sino sólo después de cinco años. En una nota personal, de los 12 pastores principales con los que yo he servido en forma directa, dos han fallecido y cuatro han abandonado el ministerio por completo, es decir, no sólo ya no están en el púlpito, sino que ya ni siquiera asisten a una iglesia. Y de forma regular me encuentro con ex-pastores en las conferencias y charlas, que hacen que me pregunte ¿qué pasó chamo?, como dicen mis hijos.
Desde nuestra más reciente investigación, que hicimos para volver a comprobar nuestros datos, 1.050 pastores fueron encuestados en dos conferencias para pastores, celebradas en el Condado de Orange y Pasadena, 416 en el año 2005 (California), y 634 en 2006 (yo llevé a cabo un estudio similar para el Instituto Fuller en los años '80 con un muestreo mucho mayor).
De los mil cincuenta (1.050 ó 100%) de los pastores encuestados, cada uno de ellos tenía a un estrecho colaborador o a un compañero de seminario, que había abandonado el ministerio por el desgaste, el conflicto en su iglesia, o por un fracaso moral.
- 948 ó el 90% de los pastores afirmaron, que con frecuencia se fatigan, y se sienten agotados ("worn out") en forma semanal e incluso diariamente (no dijeron quemados: "burn out").
- 935 ó el 89% de los pastores encuestados, también consideraron dejar el ministerio por lo menos una vez.
- 590 ó el 57% dijeron que se irían, si tuvieran un lugar mejor a donde ir, incluyendo un trabajo secular.
- 81% de los pastores dijeron, que no tenían un programa regular de discipulado ni un esfuerzo efectivo de tutoría para su gente o de enseñanza, para profundizar la formación cristiana en su iglesia. Recuerde que estos son pastores reformados y evangélicos, ¡no los pastores de las iglesias históricas! (Esta es la clave).
- 808 ó el 77% de los pastores encuestados ¡sentían que no tenían un buen matrimonio!
- 790 ó el 75% de los pastores encuestados, sentían que no estaban calificados, o habían sido mal entrenados por sus seminarios, para dirigir y gestionar a una iglesia o para aconsejar a otros. Esto los dejó desalentados en su capacidad para ser pastores.
- 756 ó el 72% de los pastores que entrevistamos dijeron, que sólo estudiaban la Biblia, cuando estaban preparando sus sermones o lecciones. Esto dejó a sólo el 38%, que leen la Biblia para sus propios devocionales y estudio personal.
- 802 ó el 71% de los pastores dijeron, que estaban agotados, y que luchan con la depresión, más allá de la fatiga, con una frecuencia semanal e incluso diariamente.
- 399 ó el 38% de los pastores dijeron, que eran divorciados o en la actualidad en un proceso de divorcio.
- 315 ó el 30% dijeron, que habían estado o estaban en una relación sexual con una feligrés, por lo menos una vez .
- 790 ó el 75% de los pastores encuestados, sentían que no estaban calificados, o habían sido mal entrenados por sus seminarios, para dirigir y gestionar a una iglesia o para aconsejar a otros. Esto los dejó desalentados en su capacidad para ser pastores.
- 756 ó el 72% de los pastores que entrevistamos dijeron, que sólo estudiaban la Biblia, cuando estaban preparando sus sermones o lecciones. Esto dejó a sólo el 38%, que leen la Biblia para sus propios devocionales y estudio personal.
- 802 ó el 71% de los pastores dijeron, que estaban agotados, y que luchan con la depresión, más allá de la fatiga, con una frecuencia semanal e incluso diariamente.
- 399 ó el 38% de los pastores dijeron, que eran divorciados o en la actualidad en un proceso de divorcio.
- 315 ó el 30% dijeron, que habían estado o estaban en una relación sexual con una feligrés, por lo menos una vez .
- 270 ó un 26% de los pastores dijeron, que regularmente tenían su tiempo devocional personal y se sentían adecuadamente alimentados espiritualmente. (Esta es la clave).
- 241 o el 23% de los pastores encuestados dijeron que, ¡se sentían felices y contentos regularmente con lo que son en Cristo, en su iglesia, y en su casa!
- De los pastores encuestados, afirmaron que el promedio de sólo el 25% de los miembros de su iglesia, asistían a un estudio bíblico o a un grupo pequeño, al menos dos veces al mes. El rango fue que de 11% a un máximo de 40%; una media de 18% y un número más frecuente de 20%. Esto significa que más del 75% de las personas que están en una "buena" iglesia evangélica no van a un estudio bíblico o a un grupo pequeño (esto no es sólo un libro o un plan de estudios, pero donde la Biblia se abre, se lee, y es estudiada) (esta es la clave).
- De los pastores encuestados, afirmaron que el promedio de sólo el 25% de los miembros de su iglesia, asistían a un estudio bíblico o a un grupo pequeño, al menos dos veces al mes. El rango fue que de 11% a un máximo de 40%; una media de 18% y un número más frecuente de 20%. Esto significa que más del 75% de las personas que están en una "buena" iglesia evangélica no van a un estudio bíblico o a un grupo pequeño (esto no es sólo un libro o un plan de estudios, pero donde la Biblia se abre, se lee, y es estudiada) (esta es la clave).
Sospecho que estas cifras son más bajas en la mayoría de los pastores de las iglesias evangélicas y reformadas, que vienen a las conferencias, pues suelen estar más interesados en la enseñanza y cuidado de su rebaño, que aquellos que no suelen asistir.
Ahora, aquí está la investigación que hemos destilado a partir del Grupo de George Barna, Enfoque a la Familia (Focus on the Family), y el Seminario Fuller, todo lo cual respalda nuestros hallazgos, así como información adicional de la revisión de la investigación de otros más:
- Mil quinientos pastores dejan el ministerio cada mes debido a un fracaso moral, quemados espiritualmente o por contiendas en sus iglesias.
- El cincuenta por ciento de los matrimonios de pastores terminarán en divorcio.
- El ochenta por ciento de los pastores se sienten inadecuados y desanimados en su rol como pastor.
- El cincuenta por ciento de los pastores están tan desanimados, que dejarían el ministerio si pudieran, pero no tienen otra forma de ganarse la vida.
- El ochenta por ciento de los graduados de los seminarios e institutos bíblicos, que entran en el ministerio dejarán el ministerio dentro de los primeros cinco años.
- El setenta por ciento de los pastores están en constante lucha contra la depresión.
- Casi el cuarenta por ciento los encuestados afirmó haber tenido una aventura extra-marital desde el inicio de su ministerio.
- El setenta por ciento dijo que la única vez que estudian la Palabra es cuando están preparando sus sermones (esto es clave).
Enfoque a la Familia (Focus on the Family-FOF) ha informado (http://www.parsonage.org/), que en los Estados Unidos se pierde un pastor diariamente porque busca un camino inmoral, en vez del camino Dios, porque buscan intimidad en donde no debe ser buscada. Las estadísticas de FOF indican que 70% de los pastores no tienen amigos íntimos, y nadie en quien confiar. También dicen que alrededor del 35% de los pastores están ocupados en su propio pecado sexual. Por otra parte, el 25% de los pastores son divorciados. Las estadísticas que he tenido con recursos de Iglecrecimiento son aún mayores. Los pastores que tienden a ser muy educados, parecen ser los que tienen mayor capacidad de involucrarse en pecado el sábado y predicar la Palabra el domingo; sin pensar que algo anda mal. Recuerde, ¡orgullo y arrogancia serán el trampolín en el que el pastor saltará en la piscina del pecado y provocará que una iglesia luche entre sí!
De los 1.050 pastores que encuestamos en dos conferencias de pastores, celebradas en Pasadena, California (326 en 2005 y 499 en 2006), 825 ó el 78% dijeron que fueron obligados a renunciar a una iglesia al menos una vez. El 63% dijeron que habían sido despedidos de su cargo pastoral, por lo menos dos veces.
En la encuesta se les preguntó por qué fueron despedidos -¿cuáles fueron las razones dadas por la junta directiva de la iglesia?- frente a lo que ellos sentían era la causa, presentamos 15 categorías, con un espacio en blanco para llenar, para que dijeran qué consideraban se había perdido:
- Pobre liderazgo
- Conflictos con personal clave o líderes laicos
- El chisme
- Falta de fondos o recursos económicos
- División doctrinal o diferencias doctrinales
- Dificultades en la familia
- No se conectaba con la membrecía
- Juegos de poder
- El concilio de la iglesia se negaba a resolver el conflicto
- Resistencia a la enseñanza,
- Resistencia a su estilo de liderazgo o visión
- Fracaso para enseñar la Biblia
- Pobre habilidad para relacionarse
- No siguen la descripción del trabajo
- Relación inapropiada
- Otros pecados.
Ellos nos dieron una de las cinco principales explicaciones en una escala del uno al cinco, con unos pocos (8%) informando sobre cualquiera de las otras categorías. Estas estadísticas se basan en la respuesta número uno, al mismo tiempo, más del 70% de los pastores declararon tres de estas cinco razones.
Aquí está el orden de estos hallazgos, que han sido probados de nuevo y han sido respaldados con encuestas de Internet realizadas desde 1998, y las encuestas de estudios eclesiásticos realizados desde el año 1980:
- 412 ó el 52% declaró que, la razón número uno era cuestiones de organización y control. Surgió un conflicto que los obligaron a salir, sobre la base de quien dirigía y administraba la iglesia, sea un pastor, anciano, un líder clave está, o una facción.
- 190 ó el 24% declaró que, la razón número uno fue que su iglesia ya estaba en un grado significativo de conflictos, que la postura del pastor no podía resolver (más del 80% de los pastores ha indicado a ésta como la razón número 2, si acaso ya no se había dicho como la número 1; y para el resto, ¡fue la razón número 3!).
- 119 ó el 14% declaró que la razón número uno era la resistencia de la iglesia a su liderazgo, visión, enseñanza, cambios, o que su liderazgo era demasiado fuerte o demasiado rígido.
- 64 ó el 8% declaró que la razón número uno era que la iglesia no se conectaba con ellos a nivel personal, o que ellos no se pudieron conectar con la iglesia, o la iglesia admiraba más al pastor anterior y no los aceptaban.
- 40 ó el 5% declaró que la razón número uno era que no estaban teniendo una relación apropiada o las habilidades de conexión necesarias como pastor. (Es interesante que nadie ha mencionado la falta de capacidad para enseñar, sólo que su enseñanza no fue aceptada. ¿Podría ser esto orgullo?
El otro estudio importante sobre los pastores, que mantenía resultados similares a los nuestros, se llevó a cabo por el psicólogo Richard Blackmon (con vínculos con el Seminario Fuller y el doctor Archibald Heart), y también fue publicado por el periódico Los Angeles Times.
En el año 1985, así como más recientemente, Blackmon también encuestó a mil pastores de cuatro denominaciones principales en California, EE.UU. Su investigación, que estaba llevando acabo hasta el año 2004, reveló que más del 75% de los ministros están extremadamente o altamente estresados. Incluso encontró que el 31,75% del clero encuestado había tenido relaciones sexuales con un miembro de la iglesia -¡que no era su esposa!-
Además, se encontró que el 30% a 40% de los ministros en última instancia, abandonará el ministerio. Su investigación también halló que el costo promedio del seguro médico, para las iglesias hacer frente a las crisis mentales del clero, es de cuatro por ciento (4%) más alto que cualquier otra industria secular.
Blackmon afirma que el stress acontece principalmente por situaciones con áreas de finanzas personales, las finanzas de la iglesia, los problemas de construcción, el reclutamiento de voluntarios, las cuestiones de asesoramiento, y las visitas. ¡La preparación de sermones y la enseñanza parecen ser las últimas en su lista! El estrés, de acuerdo con Blackmon, es el resultado principal de la continua e intensa, responsabilidad de cuidado que sobrellevan los pastores, en comparación con un médico que se va a ver a un enfermo terminal por una hora o más, y entonces luego lo vemos de nuevo en unas pocas semanas. Él sugiere que el pastor debe establecer sus propios límites personales, para mantener el equilibrio, desarrollar relaciones externas a la iglesia, y estar en un grupo de apoyo con otros pastores. ¡Muy buen consejo!
El problema, como hemos encontrado (y estoy de acuerdo con Blackmon, pero como un síntoma y no como el asunto principal), es que la gente pierde la concentración en lo que es la misión y el tema central de la Iglesia. Tanto el pastor como los feligreses pierden el tema principal de lo que realmente es una iglesia, que es: conocer y adorar a Cristo como el Señor.
Así que, cuando no hay crecimiento en la vida personal del pastor, no hay discipulado, hay pocas personas en el estudio de la Biblia; entonces no hay ninguna misión o propósito apropiado para esa iglesia, y no hay objetivos; por lo tanto, no hay nada realmente que hacer con eficacia. El resultado será la "esquila de las ovejas." En lugar de ser alimentados, ellos se alimentarán los unos de los otros, junto con el pastor, en una fiesta de conflictos y peleas. Puesto que la iglesia no tiene nada que hacer, entonces todas las energías van hacia adentro, para atacarse unos a otros. Supongo que es mejor que estar aburrido...
Cuando yo estaba con otra firma consultora sobre crecimiento de la iglesia, se realizó un importante estudio de los pastores y se arribó a algunas estadísticas sorprendentes...
En el año 1985, así como más recientemente, Blackmon también encuestó a mil pastores de cuatro denominaciones principales en California, EE.UU. Su investigación, que estaba llevando acabo hasta el año 2004, reveló que más del 75% de los ministros están extremadamente o altamente estresados. Incluso encontró que el 31,75% del clero encuestado había tenido relaciones sexuales con un miembro de la iglesia -¡que no era su esposa!-
Además, se encontró que el 30% a 40% de los ministros en última instancia, abandonará el ministerio. Su investigación también halló que el costo promedio del seguro médico, para las iglesias hacer frente a las crisis mentales del clero, es de cuatro por ciento (4%) más alto que cualquier otra industria secular.
Blackmon afirma que el stress acontece principalmente por situaciones con áreas de finanzas personales, las finanzas de la iglesia, los problemas de construcción, el reclutamiento de voluntarios, las cuestiones de asesoramiento, y las visitas. ¡La preparación de sermones y la enseñanza parecen ser las últimas en su lista! El estrés, de acuerdo con Blackmon, es el resultado principal de la continua e intensa, responsabilidad de cuidado que sobrellevan los pastores, en comparación con un médico que se va a ver a un enfermo terminal por una hora o más, y entonces luego lo vemos de nuevo en unas pocas semanas. Él sugiere que el pastor debe establecer sus propios límites personales, para mantener el equilibrio, desarrollar relaciones externas a la iglesia, y estar en un grupo de apoyo con otros pastores. ¡Muy buen consejo!
El problema, como hemos encontrado (y estoy de acuerdo con Blackmon, pero como un síntoma y no como el asunto principal), es que la gente pierde la concentración en lo que es la misión y el tema central de la Iglesia. Tanto el pastor como los feligreses pierden el tema principal de lo que realmente es una iglesia, que es: conocer y adorar a Cristo como el Señor.
Así que, cuando no hay crecimiento en la vida personal del pastor, no hay discipulado, hay pocas personas en el estudio de la Biblia; entonces no hay ninguna misión o propósito apropiado para esa iglesia, y no hay objetivos; por lo tanto, no hay nada realmente que hacer con eficacia. El resultado será la "esquila de las ovejas." En lugar de ser alimentados, ellos se alimentarán los unos de los otros, junto con el pastor, en una fiesta de conflictos y peleas. Puesto que la iglesia no tiene nada que hacer, entonces todas las energías van hacia adentro, para atacarse unos a otros. Supongo que es mejor que estar aburrido...
Cuando yo estaba con otra firma consultora sobre crecimiento de la iglesia, se realizó un importante estudio de los pastores y se arribó a algunas estadísticas sorprendentes...
- Se encontró que el 90% de los pastores trabajan más de 50 horas a la semana.
- Uno de cada tres pastores declararon que estar en el ministerio es claramente peligroso para sus familias.
- Uno de cada tres pastores ya se sentían totalmente quemados dentro de los primeros cinco años de ministerio.
- Más del 70% de los pastores no tienen a nadie que consideren como un amigo, y casi no tenían amigos pastores cercanos.
- El 90% de los pastores sienten que no fueron capacitados adecuadamente para hacer frente a la coordinación del ministerio y las exigencias de la congregación.
- Y el 75% de los pastores experimentan una importante crisis debido a la tensión en el ministerio (Fuller Institute, 1989-1992).
Nosotros, en el FASICLD, re-analizamos los datos de la encuesta por distintos medios a partir de 1998, y en los últimos ocho años, también comprobamos los resultados con una encuesta por Internet varias veces. Y hemos encontrado que la situación ha empeorado ligeramente. La mayoría de los pastores ahora trabajan hasta más de 60 horas a la semana. Por lo tanto ¿por qué la tasa de divorcios entre los pastores va en aumento y los niños de pastores rara vez permanecen en la iglesia o mantienen su fe? En ambos estudios, más del 40% de los pastores reportaron serios conflictos con sus feligreses todos los meses. ¡Esto deja a los pastores cansados físicamente, espiritualmente, e incluso lejanos de Dios! Por lo tanto, no pueden ministrar adecuadamente o conectarse bien con su rebaño.
Hubo un sondeo realizado por un sociólogo llamado Jeffrey Haddan (Carta de noticias de la "Red de Oración", 13 de noviembre, 1998) en el que se encuestó a más de 7.400 pastores protestantes. Él encontró que:
- 13% a 51% de los ministros, dependiendo de su denominación, aceptaban la resurrección física de Jesús como un hecho histórico.
- Su encuesta declara que entre el 19% y el 60% de los ministros creen en el nacimiento virginal de Jesús.
- Y La encuesta dice que entre el 67% y el 95% de los ministros creen que las Escrituras son verdaderas en la fe, la historia y la práctica.
Estas estadísticas son extremadamente preocupantes. ¿Qué estos ministros piensan que están haciendo? ¿Cuál es su propósito? ¿Y qué están tratando de lograr en la Santa Iglesia de Dios? Si usted está en el liderazgo de la iglesia y usted no cree en los principios de las Escrituras, no tiene por qué estar en el liderazgo y, ciertamente, nada que hacer como pastor y maestro del rebaño. Lo que realmente usted es, es un "lobo con piel de cordero", que será duramente juzgado por Dios.
Nosotros, en FASICLD, llevamos a cabo una encuesta por Internet más simple en el año 2005, entre 2.245 pastores; y otra entre 1.050 pastores, en persona por medio de nuestras encuestas en las conferencias de pastores, como hemos visto anteriormente. Debido a que estamos llegando a los evangélicos reformados y conservadores, las estadísticas son muy diferentes.
Hemos encontrado que más del 90% de los pastores encuestados creen en la resurrección, el nacimiento virginal y la validez de las Escrituras (aunque que no entramos en los diversos aspectos de la infalibilidad). El gran problema que encontramos es el "zumbido" o disposición de ir más allá de la creencia a la confianza; y luego modelar eso a sus congregaciones. Siendo apaleados en el ministerio, lo que los desgasta y los descarrila en su enfoque.
El resultado de ambos estudios es el siguiente: El pastor debe ser teológicamente preparado. Un pastor que no tiene una buena teología es como un ingeniero que no sabe matemáticas; él o ella sería totalmente incapaz de hacer el trabajo de diseño. Un pastor que no es teológicamente preparado es como un cirujano que no conoce la anatomía y la fisiología ¿le gustaría que él o ella lo operara a usted? ¿Te gustaría un abogado que te represente que no conozca la ley o el sistema judicial?
Cuando estamos en el púlpito para proclamar la verdad de Cristo, es mejor que sea sólo eso, la verdad de Cristo, no nuestras inclinaciones, ni ideas nuevas, o la última tendencia en el pensamiento teológico. Todas estas nuevas olas de la teología sólo confunden y alienan al cuerpo de Cristo, que son los feligreses a los que servimos y estamos llamados a protegerlos de la falsa doctrina, que no conduce a la verdad de Dios. La mayoría de estas nuevas ideas se mantienen cambiando y en conflicto, y sólo duran unos pocos años hasta que la próxima última moda teológica entre en juego. ¿Por qué jugar con el fuego de ese juego, cuando la verdad de Dios sigue siendo la misma y sólo será nuestro pensamiento creativo el que no dejará de cambiar? ¡Es bueno ser creativo, siempre y cuando no vaya en contra de las enseñanzas de las Escrituras!
Los resultados de la encuesta son que los pastores se enfrentan a más conflictos, más ira y más expectativas que nunca. Al mismo tiempo, trabajan largas horas y tienen poca paga, poca recompensa, y hacen a sus propias familias disfuncionales, debido a su ausencia. Y, para colmo, no están siendo suficientemente capacitados ni alimentados espiritualmente.
Tengo que decir claramente que esto no es cierto de todos los pastores, hay muchos que son excelentes en la obediencia a su llamado; pastores de iglesias grandes, y que están allí para sus familias, que están creciendo en el Señor. Y como pastor, tengo que ser consciente de esto, para que yo mismo no caiga en estas trampas.
Las estadísticas nos dicen que muchos pastores, no han aprendido a equilibrar su tiempo con la familia y con el ministerio; o de ocuparse adecuadamente de las grandes luchas del trabajo. Por lo tanto, muchos de ellos no son capaces de conducir a su iglesia a donde tiene que ir, porque ellos mismos no han llegado al nivel de crecimiento o de continua formación espiritual al que quieren llevar a la iglesia. Estoy totalmente en solidaridad con ellos, pero también yo llamo a los pastores a despertar en lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Y al mismo tiempo digo: ¡Epa Iglesia, cuida y respeta a tu pastor!
La conclusión es esta: si usted es un pastor, ¡su trabajo es servir a Cristo en primer lugar! Por lo tanto, es imperativo que no nos hagamos los tontos o indiferentes respecto a la edificación y a la práctica de nuestra fe personal. Al hacerlo, también debemos tomar en cuenta y aprovechar las oportunidades que Cristo tiene para nosotros y que todavía nos traerá en el camino.
Nuestra atención debe centrarse en lo principal, y Cristo es lo principal; y con la misma intención, no negar o descuidar nuestro propio desarrollo de la fe personal y de nuestra familia. Y si lo hacemos, nosotros personalmente fallaremos y así nuestras iglesias fallarán y nuestras propias familias; y crearemos una destrucción masiva, conflictos, caos y luchas, que han llegado a ser tan rampantes en muchas iglesias.
Estamos llamados a hacer lo contrario a la discordia y al conflicto; estamos llamados a lograr cohesión y comunidad; a mostrar el carácter y el amor de Cristo, en primer lugar a nosotros mismos, a nuestra familia y luego a nuestra iglesia. Al hacerlo, impulsaremos el crecimiento, la madurez y el amor; ¡siendo y practicando "verdadera espiritualidad!".
Si no tenemos el deseo de seguir el llamado de Dios, tenemos que preguntarnos ¿por qué? ¿y qué está en el camino? ¿Por qué estamos en el ministerio? Tenemos que preguntarnos, ¿Qué papel juega el orgullo y el deseo de pecar, y cómo, en nuestra función como pastores, nos están impidiéndo la proclamación de Cristo?
A veces, no podemos reconocer el pecado y tal vez buscamos racionalizarlo. Esto ocurre, especialmente, cuando la teología bíblica o la enseñanza sólida no están arraigadas en nosotros; y por lo tanto, nosotros no las enseñamos; entonces, nuestras iglesias se convierten en clubes sociales de chismes y contención, o de entretenimiento; y no es la verdadera y eficaz Iglesia de Cristo, donde Él es nuestro modelo y donde se manifiesta como el Señor. Recuerden, ¡nuestras elecciones se demuestran por nuestra obediencia, el fruto, y el crecimiento en Cristo!
¡Como pastores, es nuestra vocación y deber estar en guardia contra la erosión de los valores bíblicos y lo que nos daña; y también contra lo que daña las creencias en nuestras iglesias y daña una mentalidad bíblica (Salmo 123:3; Marcos 4:19)!
Recuerde, las iglesias fallan porque nosotros como pastores fallamos; tendemos a poner nuestras necesidades y deseos por encima del Señor. Y se trata es de Su Iglesia y nosotros somos Sus siervos. ¡Vamos a enfocarnos en el objetivo correcto, es decir, en Su camino y no en el nuestro! Estamos llamados a un propósito superior. No somos llamados a servirnos a nosotros mismos. Tenemos que llevar a otros hacia Él, no a nosotros mismos.
El ministerio es un llamado maravilloso, que puede ser gozoso y satisfactorio; pero también es una cosa peligrosa, porque estamos ante un Dios santo... Sí, tenemos gracia, ¡pero también tenemos responsabilidad!
© 2007 (investigación de 1989 a 2006) RJ Krejcir Ph.D. Francis A. Schaeffer Instituto de Desarrollo de Liderazgo de la Iglesia http://www.truespirituality.org/
FUENTE:
El precio del modelo pastoral de Iglesia
¿Por qué los pastores abandonan el Ministerio?
Despertando un espíritu misional I
9 comentarios:
SI EL HOMBRE NO BUSCA A DIOS BAJO LA DIRECCION DEL ESPIRITU SANTO JAMAS PODRA VENCER LAS DIFICULTADES Y SIEMPRE SERA UNA PRESA FACIL DEL DIABLO DE LOS HOMBRES Y DE EL MISMO....
DIOS BENDIGA A SU PUEBLO Y A SUS LIDERES..
oren por sus pastores
Aunque el trabajo sea duro es un llamado de Dios no de hombres
Hay tres tipos de pastores, lo que pone el hombre, el que se pone por si mismo, y el que pone Dios.
Solo
Gracias por tener esta información disponible en español.
Es de gran ayuda para mi Trabajo como Pastor-Mentor con pastores.
Me gustaría conocer si tienes otros artículos que relacionado al estrés entre los pastores hispanos en los Estados Unidos de America (USA). Gracias
Interesante información
Sería bueno que tuvieran una página web para suscribirnos y estar informados todos él tiempo. Los pastores necesitamos cada día estar a la altura de nuestro llamado. Mi correo es ministeriosamen@hotmail.com
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