EL LENGUAJE DE DIOS VII
El Cielo y las Estrellas, Primera parte
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
En esta séptima entrega exploraremos brevemente quizás el lenguaje más antiguo del Creador: el cielo y las estrellas.
Este lenguaje también está cargado de mucho simbolismo, de figuras, movimientos y diseños que comunican un mensaje que el Dios del universo en Su gracia le comunica a la humanidad, especialmente a Su pueblo, que invoca Su Nombre. Este lenguaje el salmista lo expresó de esta hermosa manera (Sal. 19:1-6):
"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol; Y éste, como esposo que sale de su tálamo,
Se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor."
En esta clásica canción o himno el salmista proclama que la maravilla de los cielos y las estrellas es obra exclusiva de Dios, el Creador de los cielos y de la tierra; así como lo hacen otros autores bíblicos (Gén. 1:1; 14:18-20, 22; Is. 40:28; 42:5; 45:18; Jn. 1:1-4; Ef. 3:8-10; Col. 1:15-17). Y de ella podemos extraer la enseñanza que por medio de Su creación celestial Dios ha dejado un mensaje. Un mensaje o discurso que continuamente (todos los verbos en hebreo están en presente continuo) se transmite y despliega ante nuestros ojos cada día y cada noche.
1. "Los cielos cuentan la gloria de Dios". Aquí el verbo en hebreo es safár (Strong 5608) que da la idea de llevar un registro, un archivo bien escrito, enumerado y clasificado y publicado. Es decir, los cielos comunican un buen registro de la gloria de Dios. Es la misma raíz para la palabra sefár, que se traduce libro, archivo o censo (Strong 5609, 5610).
2. "El firmamento anuncia la obra de Sus manos". El verbo aquí es nagád (Strong 5046) y describe la acción de conversar con alguien para anunciarle, comunicarle, contarle, declararle o darle cuenta de algo. El firmamento (Strong 7945) es el arco celestial visible, la expansión del cielo, que vemos por la noche.
3. "Un día le habla a otro día", El verbo hebreo es nabá (Strong 5042) explotar, derramar, pronunciar, emitir palabras, hablar. Pero realmente es una frase "ium l_ium ibio amer", lit. "un día a otro día pronuncia un discurso".
4. "Y una noche le enseña sabiduría a otra noche". Aquí el verbo es kjavá (Strong 2331) mostrar, revelar, declarar, enseñar. Aquí hay otra frase muy interesante "u_lile l_lile ichue dath", Lt. "una noche a otra noche revela conocimiento o sabiduría".
5. "Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras." La palabra hebrea para "voz" es qol (Strong 6963), que se puede traducir voz o llamar en voz alta, grito, clamor aún trueno. Y para "palabras" es omer (Strong 561 ó 562) que se traduce como dicho, discurso, palabra, promesa. Es decir, ésta es una proclamación muy bien "audible" que sale continuamente por toda la tierra".
¡Esto es mucho más que un simple despliegue de luces y fuegos artificiales! Mi querido lector, aquí hay intencionalidad. Aquí hay un discurso y esquema de comunicación muy inteligente, no casual ni espurio. ¡Miren todos los verbos diferentes para expresar una comunicación inteligente, intencional y muy bien diseñada o elaborada! ¡Y con todo, es la comunicación y el mensaje milenario más ignorado por el pueblo de Dios, pero no por las grandes civilizaciones!
Pero al igual que con el tema de la numerología bíblica, el tema del mensaje de las estrellas ha sido visto desde dos puntos de vistas extremos: los que se involucran demasiado en el tema, dándole atributos y funciones a las estrellas que el Creador no estableció, y entonces caen en la práctica de la adivinación astrológica o en el horóscopo; y los que deciden ignorar por completo el tema para evitar el peligro de caer en la astrología y la adivinación. ¡Pero la Biblia, que es la Palabra de Dios, nos da la justa posición de balance en el tema! Y si nos dejamos guiar por Sus claras enseñanzas no incurriremos en error ni en desobediencia a la Palabra de Dios.
La Biblia, además de indicarnos claramente que Dios es el Creador de los cielos y de la tierra, también nos dice que Dios mismo creó las constelaciones (Heb. Mazzarot) y les puso nombre. En el libro de Job, según los estudiosos el libro más antiguo de la Biblia, Dios se le revela a Su siervo Job y le pregunta (Job 38:31-33 VRV 1960):
"¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, o desatarás las ligaduras de Orión?
¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones [Heb. mazzarot] de los cielos, o guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?
¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?"
Previamente Job había hecho una declaración de fe ante sus amigos (Job. 9:7-10):
"Él manda al sol, y no sale; y sella las estrellas; Él solo extendió los cielos, y anda sobre las olas del mar; Él hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, y los lugares secretos del sur; Él hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas, sin número."
En estos versículos claramente Dios le revela a Job que es Él y no ningún otro ser creado en el cielo o en la tierra quien tiene el poder y la autoridad para ordenar, desplegar y manifestar el orden de las estrellas y las constelaciones (Jer. 31:35; Am. 5:8). El versículo 33 en la Nueva Traducción Viviente es expresado de la manera siguiente: "¿Conoces las leyes del universo? ¿Puedes usarlas para regular la tierra?"
La Traducción en Lenguaje actual los expresa así:
"¿Puedes hacer que las estrellas se agrupen en constelaciones y aparezcan todas las noches?
Allí tienes a la Osa Mayor, a Orión, las Siete Cabritas [Pleyades] y la Cruz del Sur.
¡Si no sabes gobernar la tierra, cómo podrías gobernar el cielo!"
Pero el salmista también nos dice que Dios no sólo creó las estrellas, sino que también las enumeró y les puso nombre a cada una de ellas (Sal. 147:4)...
"El cuenta el número de las estrellas; a TODAS ellas llama por sus nombres."
Así también lo dice el profeta Isaías (Is. 40:26)
"Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a TODAS llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio."
Ahora preste atención a este hecho, los científicos han calculado la cantidad de estrellas que hay en el universo en términos de cientos de miles de trillones. ¡Sólo nuestra galaxia, que llamamos la Vía Láctea, tiene entre 200.000 millones a 400.000 millones de estrellas! Y la Biblia nos enseña que Dios las conoce todas, las cuenta y las llama por sus nombres. ¡Eso es maravilloso, glorioso! Y habla del vasto conocimiento, poder y grandeza de nuestro Dios, el Rey del universo.
DEFINICIONES
Antes de proseguir, como suele suceder en todo estudio bíblico serio, necesitamos definir palabras, pues frecuentemente solemos caer en el error de pensar que pensamos de la misma manera que hablamos y eso no siempre es cierto. ¡Necesitamos definir lo que queremos comunicar, para que no nos equivoquemos en nuestra interpretación de lo que comunicamos!
Primero, hay dos palabras en el hebreo que lucen similares, pero tienen diferentes significados. Me refiero a Mazarot y Mazalot.
Mazarot son las constelaciones que podemos observar en el ciclo mensual de la luna, y están conectadas con el diseño del tiempo de Dios (Job. 38:31-33).
Mazalot son las constelaciones en su relación con el ciclo anual del sol, y están conectadas con el diseño del tiempo del mundo, de Babilonia y Roma (Is. 47:13). Este ciclo es comúnmente conocido como el Zodiaco, que lleva a la práctica de adivinación mediante el horóscopo y a la idolatría estelar (2Rey. 23:5).
La Biblia expresamente prohíbe toda clase de adivinación. Nuestra fe y confianza debe ser absolutamente en Dios y en Su Palabra (Lv. 20:27; Dt. 18:10; Jer. 14:14; Ez. 12:24; 13:6-7). Dios prohíbe que seamos adivinos y agoreros (Lv. 19:26; 1Dt. 8:10, 14; 2Rey. 21:6; Is. 2:6; 44:24-26; Jer. 27:9; Miq. 5:12) y nos dediquemos a observar las estrellas para adivinar el futuro como lo hacen las naciones paganas de la tierra (Is. 47:12-14).
El otro punto que necesitamos definir son dos áreas diferentes de estudio, que si bien se relacionan con las estrellas y las constelaciones, difieren en su objetivo y motivaciones. Me refiero a la astronomía y a la astrología.
La astronomía es el estudio de las estrellas y del universo. "es la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes del universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas, meteoros y asteroides, las estrellas y la materia interestelar, los sistemas de materia oscura, estrellas, gas y polvo llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos."
La astrología es el estudio de las estrellas y constelaciones en orden de predecir o adivinar el destino o futuro de las personas, pueblos y naciones. "Es un conjunto de creencias que intentan relacionar las características de una persona con su signo zodiacal; es decir, con la posición de los astros [estrellas o planetas] en el momento de su nacimiento. Supone el llegar a ese conocimiento mediante la observación de la posición de los astros y las características comunes de muchas personas con fechas de nacimiento idénticas. Las personas que estudian la astrología sostienen que las posiciones de los astros tendrían relación con los rasgos de la personalidad de una persona, con los sucesos importantes de su vida y con sus características físicas."
El zodiaco esta palabra proviene del griego zoidiakos, que a su vez proviene de una raíz primitiva de la palabra hebrea Sodi, que en sánscrito significa un camino o paso. Su etimología denota un camino, o paso, e indica el camino o la ruta en la que el sol parece moverse entre las estrellas en el curso del año.
El horóscopo en astrología, es un método de adivinación o predicción no demostrada basado en la posición de los astros en el momento del nacimiento de una persona. El término proviene de la composición de palabras griegas: "ὥρα" (ora, "hora"), y "σκοπέω" (skopeo, "examinar").
En una manera muy particular, en este estudio sobre el Lenguaje de Dios en el cielo y las estrellas (mazzarot) nos dedicamos a descifrar el mensaje astronómico y profético dado o expuesto por Dios en el firmamento, que apunta más bien al mensaje eterno del Evangelio comunicado desde el principio hasta el final de los tiempos. Y nos dedicamos a estudiar el orden y diseño divino dejado en las constelaciones, que nos permiten orientarnos en el cumplimiento o desarrollo de la agenda de Dios dentro de Su reino y Su creación.
EL CIELO, LAS ESTRELLAS Y EL TIEMPO DE DIOS
Personalmente me topé con el tema de las mazzarot (constelaciones) cuando inicié el estudio sobre el tiempo de Dios en el año 2010. En vista de lo delicado del tema y su posible desviación o mal-interpretación, he postergado la comunicación y publicación del mismo; pero a finales del año pasado (2014) el Señor me guió a culminar este estudio sobre Su tiempo y Su lenguaje antes el próximo mes de Abib (Nisán) y cerrar un ciclo de enseñanzas que Él me ha dado desde el año 2010. Y me ordenó que comunicara todo lo que Él me había dado y había aprendido hasta la fecha...
Y este tema lo encontré estudiando el Calendario hebreo específicamente la relación que hay entre los meses de este calendario y las tribus de Israel. Hay doce meses, doce tribus y doce signos o constelaciones que están interconectados en el diseño del tiempo de Dios.
Como el tema es nuevo para mí, y créame que sigo aprendiendo, entonces oré al Señor que me permitiera entrar en contacto con un rabino, para yo poderle hacer las preguntas necesarias sobre el tema. El Señor, con el buen humor que lo caracteriza, en dos oportunidades puso dos rabinos delante de mi, mientras hacia mi fila para entrar en dos vuelos internacionales que hice. Pero mi orgullo y vergüenza pudieron más que mi deseo por el conocimiento y los dejé pasar. ¡Es impresionante como el Señor obra y es tan cuidadoso en los detalles, en Sus detalles! Pero como dice el dicho, "a la tercera va la vencida". En otro viaje internacional, desde Córdoba a Buenos Aires, Argentina, nuevamente el Señor puso un rabino delante de mi... ¡Fíjense como el Señor insiste en Su plan y método! Y nuevamente lo dejé pasar... mientras estábamos esperando nuestro vuelo no me le acerqué para preguntarle y había decidido ya dejarlo pasar, ¡pero no el Señor! Entrando en el avión, ¡resultó que el asiento del rabino quedó justo a mi lado! Él estaba en el mismo vuelo y en la misma fila en el avión. Así que, no tuve más remedio que preguntarle...
Y comencé diciéndole que el Señor me había guiado a estudiar el tema del tiempo de Dios y de Su calendario y en el proceso me topé con el tema de las mazzarot. Y entonces le pregunté ¿cómo explican los judíos, que por un lado el Señor prohíbe la adivinación por medio de las estrellas, y por otro claramente las Sagradas Escrituras enseñan que Dios mismo hizo las constelaciones que están relacionadas con los signos del Zodiaco? El rabino, muy gentil y amablemente, me respondió que las mazzarot no están relacionadas con el ciclo zodiacal del sol, sino con el ciclo de la luna. Y esto me lo enfatizó mínimo como tres veces. Y que efectivamente, Dios prohibió la adivinación por medio de las estrellas (horóscopo), porque nuestra confianza debe estar en Él y debemos obedecer es Su Palabra y vivir por ella. Luego me informó que en el judaísmo actual ese tema no se enseña, que ese fue un tema muy investigado y estudiado antiguamente (Edad media); pero no ahora, actualmente el énfasis es enseñarle a los creyentes a vivir una vida piadosa y obediente a Dios.
¡Dios quiere que Su pueblo conozca y entienda las señales de los tiempos, pero fundamentados en Su Palabra y Espíritu!
La centralidad de la función de la Luna es declarada por el salmista, Dios es quien ordena el tiempo y quien diseñó y creó los astros principales para ordenar y dirigir Su tiempo, tanto en el cielo como en la tierra (Gn. 1:14-18; Sal. 74:16-17).
"Hizo la luna para los tiempos; El sol conoce su ocaso." (Sal. 104:19)
Y lo hemos dicho en otras oportunidades el calendario del tiempo de Dios se rige principalmente por el ciclo lunar, aunque el calendario hebreo es luni-solar; es decir, su base fundamental para el conteo de los días, semanas y meses es la luna, pero también toma en cuenta las estaciones para la celebración de algunas festividades. Y en este sistema, como todos los diseños del reino de Dios, la presencia del número doce (12) es impresionante: 12 son los meses, 12 son los signos/constelaciones y 12 son las tribus (Ap. 21:9-22:5).
El resto de los calendarios babilónico, egipcio, griego y romano se rigen por el ciclo solar, aunque sus principales astros de adoración y estudio son el Sol, la Luna y el planeta Venus.
Veamos de manera sistemática cómo se relacionan los meses, tribus y signos estelares en los siguientes gráficos, junto con algunos de sus mensajes:
Dios quiere que Su pueblo sea santo, es decir, sea especial, apartado y consagrado para Él y Sus propósitos. Y aunque las naciones paganas se rigen por la adivinación de las estrellas, la astrología y el horóscopo, Él desea más bien que Su pueblo se rija y se oriente más por la revelación que Él trae por medio de Su Palabra y Espíritu. Las naciones paganas y sin Dios se rigen más por el conocimiento del "árbol de la ciencia del bien y el mal"; pero el pueblo fiel de Dios sigue la revelación que trae Jesucristo, la fuente de vida, el "árbol de la vida" que está en la ciudad de Dios.
EL MENSAJE PROFÉTICO DE LAS ESTRELLAS
En el estudio que hicimos sobre el Calendario hebreo vimos que Dios ha diseñado a todo el universo, como un gran reloj, por medio del cual Él también revela a la humanidad Su plan eterno, y aún el Evangelio eterno de nuestro Señor Jesucristo.
Este mensaje profético lo entendieron los profetas y hombres de Dios de la antigüedad. Por ejemplo, la promesa de la venida del Rey Mesías fue hecha desde el principio de la creación del mundo (Lc. 1:67-70; Hch. 3:20-21; Gn. 3:15), así como Su Segunda venida para juzgar a las naciones (2Pe. 3:4; Ju. 1:14-15). ¿Cómo estos hombres de la antigüedad pudieron entender el mensaje del Evangelio si todavía no había Escritura? Pues, según estudios bíblicos, la humanidad estuvo alrededor de 2.500 años sin Escritura ¿Cómo estos hombres basaban su fe y esperanza en Dios? Respuesta: por la revelación que Él les daba por medio del Espíritu y el mensaje que Él ha dejado en el cielo y las estrellas.
Como bien lo explica Bullinger en la Introducción de su obra maestra "El Testimonio de las estrellas" (The Witness of the Stars, 1893):
"Por más de 2500 años el mundo estuvo sin revelación escrita de Dios. La pregunta es, ¿Dios se dejó a sí mismo sin un testimonio? La pregunta se responde muy positivamente por la Palabra escrita que Él no lo hizo. En Romanos 1:19 se declara que, "porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa." Pero, ¿cómo se conocía de Dios? ¿Cómo fueron sus "cosas invisibles", es decir, sus planes, sus propósitos y sus consejos, conocidos desde la creación del mundo? Se nos ha dicho por el Espíritu Santo en Romanos 10:18. Después de haber declarado en el v. 17 que "La fe viene por el oír y el oír por la Palabra (lo hablado, los dichos) de Dios," Él pregunta: "Pero yo os digo: ¿No han oído? Sí, en verdad." Y podemos preguntarnos: ¿Cómo han oído? La respuesta sigue - "Su voz ha salido por toda la tierra, y sus palabras (su enseñanza, mensaje, instrucciones) hasta los confines de la tierra." ¿Qué palabras? ¿Qué instrucciones? ¿Cuál mensaje? ¿Cuál enseñanza? Sólo hay una respuesta, y es, ¡LOS CIELOS! Esto se ha solucionado solo por el simple hecho de que el pasaje cita el Salmo 19:4, [una] parte de la cual está ocupada con la Revelación de Dios escrita en el cielo, y la otra parte de la Revelación de Dios escrita en la Palabra."
Así el diseño celestial que Dios nos ha dejado desde el principio de la creación proclama un mensaje: ¡la venida del Redentor! Cada símbolo de las mazzarot fueron diseñados por el Creador para conservar, exponer, y perpetuar la primera gran promesa y profecía de Génesis 3:15, que toda esperanza para el hombre, toda la esperanza de la Creación, estaba conectada a la venida de un Redentor; a Aquel que debía nacer de una mujer; quien debía sufrir primero, y después gloriosamente triunfar; a Aquel que primero debía ser herido por ese gran enemigo que fue la causa de todo pecado, dolor y muerte; pero que finalmente debía aplastar la cabeza de "la serpiente antigua, el diablo".
Estas antiguas imágenes de estrellas revelan al que Viene. Ellas proclamaban y siguen proclamando "los sufrimientos de Cristo y las glorias después de ellas." (1Pe. 1:10-11)
En la próxima entrega veremos algunos de los mensajes particulares que han sido descifrados por medio de las estrellas y que han sido registradas en las Sagradas Escrituras, en algunos casos de manera velada y en otras oportunidades muy bien expuestas. Pero que ahora, con este estudio se abrirán nuestros ojos y veremos que Dios desde el principio de la creación ha venido anunciando y proclamando el glorioso mensaje del Evangelio de la salvación en Cristo Jesús, el Hijo de Dios por medio de las estrellas (mazzarot).
CONCLUSIÓN:
Y quiero concluir citando el clásico libro de E. W. Bullinger, "El Testimonio de las Estrellas", como una forma de honrar uno de los estudios más completos y detallados sobre el mensaje del Evangelio que podemos encontrar en las estrellas o constelaciones creadas por Dios.
"Tales son los contenidos de este maravilloso libro que se ha escrito en los cielos. Así Dios ha estado hablando, haciendo hincapié y desarrollando su primera gran promesa profética dada en Génesis 3:15.
Aunque desde hace más de 2.500 años su pueblo no tenía esta Revelación escrita en un libro como nosotros ahora la tenemos en la Biblia, no se les dejó en la ignorancia ni en oscuridad en cuanto a los propósitos y los consejos de Dios; ni tampoco estaban sin esperanza en cuanto a la liberación final de todo mal y del Maligno.
Adán, que escuchó por primera vez esa promesa maravillosa, la repitió y se la dio a su posteridad, como su más preciado legado- el fundamento de su fe, la sustancia de toda su esperanza, el objeto de todos sus deseos. Set y Enoc lo adoptaron. Enoc, lo sabemos, profetizó de la venida del Señor, diciendo: "He aquí que viene el Señor con diez millares de sus santos para hacer juicio contra todos" (Judas 14). ¿Cómo podrían estos "santos profetas, desde el principio del mundo", haber registrado sus profecías mejor, o más eficazmente, o más verazmente y con fuerza, que en estas imágenes estelares y su interpretación? Esto se convierte en una certeza cuando recordamos las palabras dadas por el Espíritu Santo por medio de Zacarías (Lucas 1:67-70):
"Bendito sea el Señor, Dios de Israel;
Que ha visitado y redimido a su pueblo,
Y nos alzó un cuerno de salvación [salvador] para nosotros
En la casa de David su siervo;
Como habló por boca de sus santos profetas
Que fueron desde el principio del mundo".
La misma verdad se revela a través de Pedro, en Hechos 3:20, 21: "Él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de quien habló Dios por boca de sus santos profetas desde el principio".
Estas palabras tienen un nuevo significado para nosotros, si vemos las cosas que se decían "desde el principio del mundo", aquellas así escritas en los cielos, que proclaman (es decir, profetizan), y manifiestan este conocimiento día tras día y noche tras noche, la herencia de toda la tierra, y Sus palabras que alcanzan hasta los confines del mundo.
Esta revelación, que coincide ciertamente en todos sus hechos y verdades con lo que después se grabó "en el rollo del libro", debe haber tenido el mismo origen divino, debe haber sido dado a conocer por la inspiración del mismo Espíritu Santo.
Ahora procederemos a comparar los dos, y veremos cómo están de acuerdo en todos los puntos, lo que demuestra que la fuente y el origen de esta Revelación divina es una y la misma."
Si desea continuar con la Segunda parte del mensaje sobre el Lenguaje de Dios por medio del Cielo y las estrellas, haga click aquí.
Fuentes:
The Witness of the Stars, E. W. Bullinger,1893
Mazzaroth o las Constelaciones, Frances Rolleston, 1862
El misterio de los Mazzaroth
Signs in the Heavens 1
Signs in the Heavens 2
El zodiaco bíblico
El Calendario hebreo II
El Calendario hebreo III
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El Cielo y las Estrellas, Primera parte
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
En esta séptima entrega exploraremos brevemente quizás el lenguaje más antiguo del Creador: el cielo y las estrellas.
Este lenguaje también está cargado de mucho simbolismo, de figuras, movimientos y diseños que comunican un mensaje que el Dios del universo en Su gracia le comunica a la humanidad, especialmente a Su pueblo, que invoca Su Nombre. Este lenguaje el salmista lo expresó de esta hermosa manera (Sal. 19:1-6):
"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol; Y éste, como esposo que sale de su tálamo,
Se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y nada hay que se esconda de su calor."
En esta clásica canción o himno el salmista proclama que la maravilla de los cielos y las estrellas es obra exclusiva de Dios, el Creador de los cielos y de la tierra; así como lo hacen otros autores bíblicos (Gén. 1:1; 14:18-20, 22; Is. 40:28; 42:5; 45:18; Jn. 1:1-4; Ef. 3:8-10; Col. 1:15-17). Y de ella podemos extraer la enseñanza que por medio de Su creación celestial Dios ha dejado un mensaje. Un mensaje o discurso que continuamente (todos los verbos en hebreo están en presente continuo) se transmite y despliega ante nuestros ojos cada día y cada noche.
1. "Los cielos cuentan la gloria de Dios". Aquí el verbo en hebreo es safár (Strong 5608) que da la idea de llevar un registro, un archivo bien escrito, enumerado y clasificado y publicado. Es decir, los cielos comunican un buen registro de la gloria de Dios. Es la misma raíz para la palabra sefár, que se traduce libro, archivo o censo (Strong 5609, 5610).
2. "El firmamento anuncia la obra de Sus manos". El verbo aquí es nagád (Strong 5046) y describe la acción de conversar con alguien para anunciarle, comunicarle, contarle, declararle o darle cuenta de algo. El firmamento (Strong 7945) es el arco celestial visible, la expansión del cielo, que vemos por la noche.
3. "Un día le habla a otro día", El verbo hebreo es nabá (Strong 5042) explotar, derramar, pronunciar, emitir palabras, hablar. Pero realmente es una frase "ium l_ium ibio amer", lit. "un día a otro día pronuncia un discurso".
4. "Y una noche le enseña sabiduría a otra noche". Aquí el verbo es kjavá (Strong 2331) mostrar, revelar, declarar, enseñar. Aquí hay otra frase muy interesante "u_lile l_lile ichue dath", Lt. "una noche a otra noche revela conocimiento o sabiduría".
5. "Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras." La palabra hebrea para "voz" es qol (Strong 6963), que se puede traducir voz o llamar en voz alta, grito, clamor aún trueno. Y para "palabras" es omer (Strong 561 ó 562) que se traduce como dicho, discurso, palabra, promesa. Es decir, ésta es una proclamación muy bien "audible" que sale continuamente por toda la tierra".
¡Esto es mucho más que un simple despliegue de luces y fuegos artificiales! Mi querido lector, aquí hay intencionalidad. Aquí hay un discurso y esquema de comunicación muy inteligente, no casual ni espurio. ¡Miren todos los verbos diferentes para expresar una comunicación inteligente, intencional y muy bien diseñada o elaborada! ¡Y con todo, es la comunicación y el mensaje milenario más ignorado por el pueblo de Dios, pero no por las grandes civilizaciones!
Pero al igual que con el tema de la numerología bíblica, el tema del mensaje de las estrellas ha sido visto desde dos puntos de vistas extremos: los que se involucran demasiado en el tema, dándole atributos y funciones a las estrellas que el Creador no estableció, y entonces caen en la práctica de la adivinación astrológica o en el horóscopo; y los que deciden ignorar por completo el tema para evitar el peligro de caer en la astrología y la adivinación. ¡Pero la Biblia, que es la Palabra de Dios, nos da la justa posición de balance en el tema! Y si nos dejamos guiar por Sus claras enseñanzas no incurriremos en error ni en desobediencia a la Palabra de Dios.
La Biblia, además de indicarnos claramente que Dios es el Creador de los cielos y de la tierra, también nos dice que Dios mismo creó las constelaciones (Heb. Mazzarot) y les puso nombre. En el libro de Job, según los estudiosos el libro más antiguo de la Biblia, Dios se le revela a Su siervo Job y le pregunta (Job 38:31-33 VRV 1960):
"¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, o desatarás las ligaduras de Orión?
¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones [Heb. mazzarot] de los cielos, o guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?
¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?"
Previamente Job había hecho una declaración de fe ante sus amigos (Job. 9:7-10):
"Él manda al sol, y no sale; y sella las estrellas; Él solo extendió los cielos, y anda sobre las olas del mar; Él hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, y los lugares secretos del sur; Él hace cosas grandes e incomprensibles, y maravillosas, sin número."
En estos versículos claramente Dios le revela a Job que es Él y no ningún otro ser creado en el cielo o en la tierra quien tiene el poder y la autoridad para ordenar, desplegar y manifestar el orden de las estrellas y las constelaciones (Jer. 31:35; Am. 5:8). El versículo 33 en la Nueva Traducción Viviente es expresado de la manera siguiente: "¿Conoces las leyes del universo? ¿Puedes usarlas para regular la tierra?"
La Traducción en Lenguaje actual los expresa así:
"¿Puedes hacer que las estrellas se agrupen en constelaciones y aparezcan todas las noches?
Allí tienes a la Osa Mayor, a Orión, las Siete Cabritas [Pleyades] y la Cruz del Sur.
¡Si no sabes gobernar la tierra, cómo podrías gobernar el cielo!"
Pero el salmista también nos dice que Dios no sólo creó las estrellas, sino que también las enumeró y les puso nombre a cada una de ellas (Sal. 147:4)...
"El cuenta el número de las estrellas; a TODAS ellas llama por sus nombres."
Así también lo dice el profeta Isaías (Is. 40:26)
"Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a TODAS llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio."
Ahora preste atención a este hecho, los científicos han calculado la cantidad de estrellas que hay en el universo en términos de cientos de miles de trillones. ¡Sólo nuestra galaxia, que llamamos la Vía Láctea, tiene entre 200.000 millones a 400.000 millones de estrellas! Y la Biblia nos enseña que Dios las conoce todas, las cuenta y las llama por sus nombres. ¡Eso es maravilloso, glorioso! Y habla del vasto conocimiento, poder y grandeza de nuestro Dios, el Rey del universo.
DEFINICIONES
Antes de proseguir, como suele suceder en todo estudio bíblico serio, necesitamos definir palabras, pues frecuentemente solemos caer en el error de pensar que pensamos de la misma manera que hablamos y eso no siempre es cierto. ¡Necesitamos definir lo que queremos comunicar, para que no nos equivoquemos en nuestra interpretación de lo que comunicamos!
Primero, hay dos palabras en el hebreo que lucen similares, pero tienen diferentes significados. Me refiero a Mazarot y Mazalot.
Mazarot son las constelaciones que podemos observar en el ciclo mensual de la luna, y están conectadas con el diseño del tiempo de Dios (Job. 38:31-33).
Mazalot son las constelaciones en su relación con el ciclo anual del sol, y están conectadas con el diseño del tiempo del mundo, de Babilonia y Roma (Is. 47:13). Este ciclo es comúnmente conocido como el Zodiaco, que lleva a la práctica de adivinación mediante el horóscopo y a la idolatría estelar (2Rey. 23:5).
La Biblia expresamente prohíbe toda clase de adivinación. Nuestra fe y confianza debe ser absolutamente en Dios y en Su Palabra (Lv. 20:27; Dt. 18:10; Jer. 14:14; Ez. 12:24; 13:6-7). Dios prohíbe que seamos adivinos y agoreros (Lv. 19:26; 1Dt. 8:10, 14; 2Rey. 21:6; Is. 2:6; 44:24-26; Jer. 27:9; Miq. 5:12) y nos dediquemos a observar las estrellas para adivinar el futuro como lo hacen las naciones paganas de la tierra (Is. 47:12-14).
El otro punto que necesitamos definir son dos áreas diferentes de estudio, que si bien se relacionan con las estrellas y las constelaciones, difieren en su objetivo y motivaciones. Me refiero a la astronomía y a la astrología.
La astronomía es el estudio de las estrellas y del universo. "es la ciencia que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes del universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas, meteoros y asteroides, las estrellas y la materia interestelar, los sistemas de materia oscura, estrellas, gas y polvo llamados galaxias y los cúmulos de galaxias; por lo que estudia sus movimientos y los fenómenos ligados a ellos."
La astrología es el estudio de las estrellas y constelaciones en orden de predecir o adivinar el destino o futuro de las personas, pueblos y naciones. "Es un conjunto de creencias que intentan relacionar las características de una persona con su signo zodiacal; es decir, con la posición de los astros [estrellas o planetas] en el momento de su nacimiento. Supone el llegar a ese conocimiento mediante la observación de la posición de los astros y las características comunes de muchas personas con fechas de nacimiento idénticas. Las personas que estudian la astrología sostienen que las posiciones de los astros tendrían relación con los rasgos de la personalidad de una persona, con los sucesos importantes de su vida y con sus características físicas."
El zodiaco esta palabra proviene del griego zoidiakos, que a su vez proviene de una raíz primitiva de la palabra hebrea Sodi, que en sánscrito significa un camino o paso. Su etimología denota un camino, o paso, e indica el camino o la ruta en la que el sol parece moverse entre las estrellas en el curso del año.
El horóscopo en astrología, es un método de adivinación o predicción no demostrada basado en la posición de los astros en el momento del nacimiento de una persona. El término proviene de la composición de palabras griegas: "ὥρα" (ora, "hora"), y "σκοπέω" (skopeo, "examinar").
En una manera muy particular, en este estudio sobre el Lenguaje de Dios en el cielo y las estrellas (mazzarot) nos dedicamos a descifrar el mensaje astronómico y profético dado o expuesto por Dios en el firmamento, que apunta más bien al mensaje eterno del Evangelio comunicado desde el principio hasta el final de los tiempos. Y nos dedicamos a estudiar el orden y diseño divino dejado en las constelaciones, que nos permiten orientarnos en el cumplimiento o desarrollo de la agenda de Dios dentro de Su reino y Su creación.
EL CIELO, LAS ESTRELLAS Y EL TIEMPO DE DIOS
Personalmente me topé con el tema de las mazzarot (constelaciones) cuando inicié el estudio sobre el tiempo de Dios en el año 2010. En vista de lo delicado del tema y su posible desviación o mal-interpretación, he postergado la comunicación y publicación del mismo; pero a finales del año pasado (2014) el Señor me guió a culminar este estudio sobre Su tiempo y Su lenguaje antes el próximo mes de Abib (Nisán) y cerrar un ciclo de enseñanzas que Él me ha dado desde el año 2010. Y me ordenó que comunicara todo lo que Él me había dado y había aprendido hasta la fecha...
Y este tema lo encontré estudiando el Calendario hebreo específicamente la relación que hay entre los meses de este calendario y las tribus de Israel. Hay doce meses, doce tribus y doce signos o constelaciones que están interconectados en el diseño del tiempo de Dios.
Como el tema es nuevo para mí, y créame que sigo aprendiendo, entonces oré al Señor que me permitiera entrar en contacto con un rabino, para yo poderle hacer las preguntas necesarias sobre el tema. El Señor, con el buen humor que lo caracteriza, en dos oportunidades puso dos rabinos delante de mi, mientras hacia mi fila para entrar en dos vuelos internacionales que hice. Pero mi orgullo y vergüenza pudieron más que mi deseo por el conocimiento y los dejé pasar. ¡Es impresionante como el Señor obra y es tan cuidadoso en los detalles, en Sus detalles! Pero como dice el dicho, "a la tercera va la vencida". En otro viaje internacional, desde Córdoba a Buenos Aires, Argentina, nuevamente el Señor puso un rabino delante de mi... ¡Fíjense como el Señor insiste en Su plan y método! Y nuevamente lo dejé pasar... mientras estábamos esperando nuestro vuelo no me le acerqué para preguntarle y había decidido ya dejarlo pasar, ¡pero no el Señor! Entrando en el avión, ¡resultó que el asiento del rabino quedó justo a mi lado! Él estaba en el mismo vuelo y en la misma fila en el avión. Así que, no tuve más remedio que preguntarle...
Y comencé diciéndole que el Señor me había guiado a estudiar el tema del tiempo de Dios y de Su calendario y en el proceso me topé con el tema de las mazzarot. Y entonces le pregunté ¿cómo explican los judíos, que por un lado el Señor prohíbe la adivinación por medio de las estrellas, y por otro claramente las Sagradas Escrituras enseñan que Dios mismo hizo las constelaciones que están relacionadas con los signos del Zodiaco? El rabino, muy gentil y amablemente, me respondió que las mazzarot no están relacionadas con el ciclo zodiacal del sol, sino con el ciclo de la luna. Y esto me lo enfatizó mínimo como tres veces. Y que efectivamente, Dios prohibió la adivinación por medio de las estrellas (horóscopo), porque nuestra confianza debe estar en Él y debemos obedecer es Su Palabra y vivir por ella. Luego me informó que en el judaísmo actual ese tema no se enseña, que ese fue un tema muy investigado y estudiado antiguamente (Edad media); pero no ahora, actualmente el énfasis es enseñarle a los creyentes a vivir una vida piadosa y obediente a Dios.
¡Dios quiere que Su pueblo conozca y entienda las señales de los tiempos, pero fundamentados en Su Palabra y Espíritu!
La centralidad de la función de la Luna es declarada por el salmista, Dios es quien ordena el tiempo y quien diseñó y creó los astros principales para ordenar y dirigir Su tiempo, tanto en el cielo como en la tierra (Gn. 1:14-18; Sal. 74:16-17).
"Hizo la luna para los tiempos; El sol conoce su ocaso." (Sal. 104:19)
Y lo hemos dicho en otras oportunidades el calendario del tiempo de Dios se rige principalmente por el ciclo lunar, aunque el calendario hebreo es luni-solar; es decir, su base fundamental para el conteo de los días, semanas y meses es la luna, pero también toma en cuenta las estaciones para la celebración de algunas festividades. Y en este sistema, como todos los diseños del reino de Dios, la presencia del número doce (12) es impresionante: 12 son los meses, 12 son los signos/constelaciones y 12 son las tribus (Ap. 21:9-22:5).
El resto de los calendarios babilónico, egipcio, griego y romano se rigen por el ciclo solar, aunque sus principales astros de adoración y estudio son el Sol, la Luna y el planeta Venus.
Veamos de manera sistemática cómo se relacionan los meses, tribus y signos estelares en los siguientes gráficos, junto con algunos de sus mensajes:
Dios quiere que Su pueblo sea santo, es decir, sea especial, apartado y consagrado para Él y Sus propósitos. Y aunque las naciones paganas se rigen por la adivinación de las estrellas, la astrología y el horóscopo, Él desea más bien que Su pueblo se rija y se oriente más por la revelación que Él trae por medio de Su Palabra y Espíritu. Las naciones paganas y sin Dios se rigen más por el conocimiento del "árbol de la ciencia del bien y el mal"; pero el pueblo fiel de Dios sigue la revelación que trae Jesucristo, la fuente de vida, el "árbol de la vida" que está en la ciudad de Dios.
Sí, es posible que Dios le permita al príncipe y dios de este mundo que traiga conocimiento, ciencia y aún revelación por medio de las estrellas (astrología, horóscopo) a sus seguidores; pero la fuente y el resultado de ese conocimiento es maligno y lleva a la muerte (Pro. 14:12; 16:25). En cambio, Dios bendice a Su pueblo con la revelación especial que Él trae por medio de Su Palabra, por medio de Su Hijo, por medio de Su Espíritu, Sus apóstoles y profetas. ¡La revelación a la que tiene acceso el pueblo de Dios es mayor que la que tiene el mundo! (Dan. 2:19-28).
Pero a su vez, Él quiere que Su pueblo sea entendido en los tiempos, y por eso basados en la Palabra y guiados por el Espíritu podemos conocer y entender las señales de los tiempos, las señales que el Rey del universo nos ha dejado y nos envía también por medio de los astros celestes, de manera que estemos preparados y apercibidos de Su agenda y Sus planes para las naciones y la creación (Mt. 24:29-30; Hch. 2:18-20; Mt. 16:2-3). ¡Dios quiere que Su pueblo conozca y entienda las señales de los tiempos, pero fundamentados en Su Palabra y Espíritu!
EL MENSAJE PROFÉTICO DE LAS ESTRELLAS
En el estudio que hicimos sobre el Calendario hebreo vimos que Dios ha diseñado a todo el universo, como un gran reloj, por medio del cual Él también revela a la humanidad Su plan eterno, y aún el Evangelio eterno de nuestro Señor Jesucristo.
Este mensaje profético lo entendieron los profetas y hombres de Dios de la antigüedad. Por ejemplo, la promesa de la venida del Rey Mesías fue hecha desde el principio de la creación del mundo (Lc. 1:67-70; Hch. 3:20-21; Gn. 3:15), así como Su Segunda venida para juzgar a las naciones (2Pe. 3:4; Ju. 1:14-15). ¿Cómo estos hombres de la antigüedad pudieron entender el mensaje del Evangelio si todavía no había Escritura? Pues, según estudios bíblicos, la humanidad estuvo alrededor de 2.500 años sin Escritura ¿Cómo estos hombres basaban su fe y esperanza en Dios? Respuesta: por la revelación que Él les daba por medio del Espíritu y el mensaje que Él ha dejado en el cielo y las estrellas.
Como bien lo explica Bullinger en la Introducción de su obra maestra "El Testimonio de las estrellas" (The Witness of the Stars, 1893):
"Por más de 2500 años el mundo estuvo sin revelación escrita de Dios. La pregunta es, ¿Dios se dejó a sí mismo sin un testimonio? La pregunta se responde muy positivamente por la Palabra escrita que Él no lo hizo. En Romanos 1:19 se declara que, "porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa." Pero, ¿cómo se conocía de Dios? ¿Cómo fueron sus "cosas invisibles", es decir, sus planes, sus propósitos y sus consejos, conocidos desde la creación del mundo? Se nos ha dicho por el Espíritu Santo en Romanos 10:18. Después de haber declarado en el v. 17 que "La fe viene por el oír y el oír por la Palabra (lo hablado, los dichos) de Dios," Él pregunta: "Pero yo os digo: ¿No han oído? Sí, en verdad." Y podemos preguntarnos: ¿Cómo han oído? La respuesta sigue - "Su voz ha salido por toda la tierra, y sus palabras (su enseñanza, mensaje, instrucciones) hasta los confines de la tierra." ¿Qué palabras? ¿Qué instrucciones? ¿Cuál mensaje? ¿Cuál enseñanza? Sólo hay una respuesta, y es, ¡LOS CIELOS! Esto se ha solucionado solo por el simple hecho de que el pasaje cita el Salmo 19:4, [una] parte de la cual está ocupada con la Revelación de Dios escrita en el cielo, y la otra parte de la Revelación de Dios escrita en la Palabra."
Así el diseño celestial que Dios nos ha dejado desde el principio de la creación proclama un mensaje: ¡la venida del Redentor! Cada símbolo de las mazzarot fueron diseñados por el Creador para conservar, exponer, y perpetuar la primera gran promesa y profecía de Génesis 3:15, que toda esperanza para el hombre, toda la esperanza de la Creación, estaba conectada a la venida de un Redentor; a Aquel que debía nacer de una mujer; quien debía sufrir primero, y después gloriosamente triunfar; a Aquel que primero debía ser herido por ese gran enemigo que fue la causa de todo pecado, dolor y muerte; pero que finalmente debía aplastar la cabeza de "la serpiente antigua, el diablo".
Estas antiguas imágenes de estrellas revelan al que Viene. Ellas proclamaban y siguen proclamando "los sufrimientos de Cristo y las glorias después de ellas." (1Pe. 1:10-11)
En la próxima entrega veremos algunos de los mensajes particulares que han sido descifrados por medio de las estrellas y que han sido registradas en las Sagradas Escrituras, en algunos casos de manera velada y en otras oportunidades muy bien expuestas. Pero que ahora, con este estudio se abrirán nuestros ojos y veremos que Dios desde el principio de la creación ha venido anunciando y proclamando el glorioso mensaje del Evangelio de la salvación en Cristo Jesús, el Hijo de Dios por medio de las estrellas (mazzarot).
CONCLUSIÓN:
Y quiero concluir citando el clásico libro de E. W. Bullinger, "El Testimonio de las Estrellas", como una forma de honrar uno de los estudios más completos y detallados sobre el mensaje del Evangelio que podemos encontrar en las estrellas o constelaciones creadas por Dios.
"Tales son los contenidos de este maravilloso libro que se ha escrito en los cielos. Así Dios ha estado hablando, haciendo hincapié y desarrollando su primera gran promesa profética dada en Génesis 3:15.
Aunque desde hace más de 2.500 años su pueblo no tenía esta Revelación escrita en un libro como nosotros ahora la tenemos en la Biblia, no se les dejó en la ignorancia ni en oscuridad en cuanto a los propósitos y los consejos de Dios; ni tampoco estaban sin esperanza en cuanto a la liberación final de todo mal y del Maligno.
Adán, que escuchó por primera vez esa promesa maravillosa, la repitió y se la dio a su posteridad, como su más preciado legado- el fundamento de su fe, la sustancia de toda su esperanza, el objeto de todos sus deseos. Set y Enoc lo adoptaron. Enoc, lo sabemos, profetizó de la venida del Señor, diciendo: "He aquí que viene el Señor con diez millares de sus santos para hacer juicio contra todos" (Judas 14). ¿Cómo podrían estos "santos profetas, desde el principio del mundo", haber registrado sus profecías mejor, o más eficazmente, o más verazmente y con fuerza, que en estas imágenes estelares y su interpretación? Esto se convierte en una certeza cuando recordamos las palabras dadas por el Espíritu Santo por medio de Zacarías (Lucas 1:67-70):
"Bendito sea el Señor, Dios de Israel;
Que ha visitado y redimido a su pueblo,
Y nos alzó un cuerno de salvación [salvador] para nosotros
En la casa de David su siervo;
Como habló por boca de sus santos profetas
Que fueron desde el principio del mundo".
La misma verdad se revela a través de Pedro, en Hechos 3:20, 21: "Él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de quien habló Dios por boca de sus santos profetas desde el principio".
Estas palabras tienen un nuevo significado para nosotros, si vemos las cosas que se decían "desde el principio del mundo", aquellas así escritas en los cielos, que proclaman (es decir, profetizan), y manifiestan este conocimiento día tras día y noche tras noche, la herencia de toda la tierra, y Sus palabras que alcanzan hasta los confines del mundo.
Esta revelación, que coincide ciertamente en todos sus hechos y verdades con lo que después se grabó "en el rollo del libro", debe haber tenido el mismo origen divino, debe haber sido dado a conocer por la inspiración del mismo Espíritu Santo.
Ahora procederemos a comparar los dos, y veremos cómo están de acuerdo en todos los puntos, lo que demuestra que la fuente y el origen de esta Revelación divina es una y la misma."
Fuentes:
The Witness of the Stars, E. W. Bullinger,1893
Mazzaroth o las Constelaciones, Frances Rolleston, 1862
El misterio de los Mazzaroth
Signs in the Heavens 1
Signs in the Heavens 2
El zodiaco bíblico
El Calendario hebreo II
El Calendario hebreo III
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2 comentarios:
La señal que aparecerá en el cielo el 23 de septiembre del 2017 NO es la GRAN SEÑAL de Ap.12:1.
La corona de 12 estrellas está compuesta por 2(dos) constelaciones: la de Coma Berenice (de la reina Berenice) que tiene 3(tres) estrellas y la de León (corona de Israel, la Tribu de Judá) que tiene 9 estrellas.
Satanás REEMPLAZA la constelación de Coma Berenice que tiene 3 estrellas por tres PLANETAS que son VENUS, MARTE Y MERCURIO.
El apóstol JUAN, antes de escribir Ap.12, VIO IMÁGENES basadas SOLAMENTE EN CONSTELACIONES, NO VIO NINGUNA IMAGEN basada en PLANETAS.
Por lo tanto, el PLANETA JÚPITER no se relaciona en nada con la constelación de Virgo. Esta doctrina es un invento del maligno.
Para más información: http://miguelmarcelocuadras.mforos.com/1646181/13011062-la-senal-del-23-de-septiembre-del-2017-no-es-la-gran-senal-de-ap-12-1/
Gracia y Paz.
Marcelo Cuadras
Shalom varón. Es una bendición lo que he leído en este estudio. El Señor ya hace un largo tiempo me ha estado enseñando acerca de las estrellas y cuan importante son, y como el enemigo terjiverso su verdadero valor y significado. Me gustaría seguir aprendiendo y quisiera saber si usted me puede ayudar con bibliografía (solo saber el nombre de los libros) y desde ya con los estudios que usted haya realizado. Desde ya muchas gracias. Y perdón por el atrevimiento. Gustavo Freige
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