EL CALENDARIO HEBREO Cuarta parte
Preparados para Su Venida
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN:
En la Primera parte de esta serie de mensajes, vimos el fundamento bíblico, origen y la regulación del Calendario hebreo, tanto como fue conocido en la antigüedad como actualmente se observa.
En la Segunda parte, vimos la relación que hay entre los meses del Calendario hebreo y las doce (12) tribus de Israel, además del mensaje profético que cada uno conlleva dentro del Plan de Dios, tanto para Israel como para Su Iglesia.
Y en la Tercera parte estudiamos brevemente la relación entre los conceptos del Tiempo de Dios expresados en el Calendario hebreo, las Fiestas y los diferentes conteos que Dios ha revelado y establecido en Su Palabra, de manera que Su pueblo sea entendido de Su Tiempo, Mente y Planes.
DIOS QUIERE QUE CUENTES...
Y en la Tercera parte, también vimos que Dios quiere que contemos. Y analizamos las diferentes "Cuentas o Conteos proféticos" que Dios estableció o reveló en Su Palabra y en la que podemos aprender que definitivamente Él desea que contemos, que prestemos atención al tiempo, especialmente a Su tiempo, expresamente revelado en las Sagradas Escrituras.
Vimos que una de las fuertes amonestaciones que el Señor le dio a los judíos de su tiempo, fue que no sabían reconocer el tiempo que estaban viviendo. En Mateo 16:2-4, Jesús les dijo: -"Cuando anochece, decís: “Hará buen tiempo, porque el cielo está rojo.” Y por la mañana: “Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojo y nublado.” ¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir! La generación mala y adúltera demanda una señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás".
En la versión del evangelista Lucas podemos encontrar otras "señales" (Lc. 12:54-56): -"Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: “Agua viene”, y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: “Hará calor”, y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no distinguís este tiempo?
Y con llanto y profunda tristeza se despidió de Jerusalén y sus pobladores con unas lapidarias palabras (Lc. 19:42-44): -"¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación".
Muchas iglesias y cristianos alrededor del mundo están cometiendo el mismo error. Conocen del tiempo físico, lo entienden y aún lo interpretan y saben cuándo habrá lluvia, calor y temporadas de cosechas; pero ¡no conocen el Tiempo de Dios ni Sus Fiestas o santas convocatorias, ni las entienden, y por lo tanto, no saben interpretar las señales de los tiempos! No saben contar según el Tiempo de Dios, pues sus mentes están atrapadas al sistema del tiempo del actual mundo greco-romano o babilónico.
Conocer, entender e interpretar el tiempo y las "señales de los tiempos" es importante para Dios y así Él lo registró al principio, en el libro del Génesis podemos leer que Él creó las grandes lumbreras del cielo con ese propósito:
La Semana profética y los tiempos de reposo:
La Semana profética y los milenios de Creación:
Como vimos en la Tercera parte de este ciclo de enseñanzas sobre el Calendario hebreo, la Semana profética, puede incluir días, años y aún eras. Esta "Semana" apunta más al uso y significado profético de este ciclo de tiempo en sus diversos múltiplos (7, 49, 70, 7,000). Es decir, que cuando nos encontramos en la Biblia con el uso de un ciclo de tiempo descrito en términos de siete (7) días, semanas y años, debemos procurar entender primero su uso y sentido histórico, y luego indagar bajo la guía del Espíritu Santo y Su Palabra, cuál pudiera ser su uso y significado profético.
Y aprendimos que el conteo milenial de la Semana profética basado en los siete (7) días de las creación, señala que el Plan profético de Dios podría alcanzar un ciclo de siete (7) milenios; y que algunos señalan podríamos estar al final del sexto (6) milenio, por lo cual esperan la Venida del Señor pronto. Según este conteo, en seis días mileniales Dios ha tratado con la humanidad y la creación, y en el séptimo día milenial, el Mesías Rey establecerá Su reino sobre toda la creación y las naciones (Ap. 20:1-10), después del cual se realizará el Juicio final (Ap. 20:11-15), y comenzará un nuevo ciclo con nuevos cielos y una nueva tierra (Ap. 21:1-22:5).
Permítanme explicarles brevemente ambas posiciones o estudios...
1. El primero viene del ministerio de Michael Rood ("Rudo despertar"), quien señala que estamos en el año 6012 y considera que posiblemente el Mesías Jesús retornará a establecer Su reino milenial a partir del 2018. Este estudio inicia los últimos 70 años de nuestra historia con la creación del Estado de Israel, el 14 mayo de 1948. Y se apega a un estricto estudio y cálculo de un Calendario que él ha creado durante más de 30 años, basado en los ciclos lunares y las Fiestas del Señor.
2. El segundo viene del ministerio gilgal del Salvador, que partiendo de la orden dada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 19 de noviembre de 1947, cuentan 70 años, cuya última Semana profética de años comenzó el 1 de Tishri del 5992 (09 al 10 de septiembre del 2010) hasta el 1 de Tishri del 6000 (02 de octubre del 2016, Fiesta de Trompetas) cuando el Señor regresará y finalmente comenzará Su reino milenial a partir del 15 al 21 de Tishri del 6000, o sea en la Fiesta de los Tabernáculos (a partir del 16 de octubre del 2016). Y según este estudio la Gran tribulación terminará el 1 de septiembre del 2016.
Ambos estudios aportan información y datos bastante interesantes, pero su visión judía-mesiánica extrema, que deja por fuera a la Iglesia gentil de Jesucristo (a menos que ellos sigan esperando que todos los gentiles se hagan judíos como en el pasado), el estricto apego a fechas para la venida de Jesucristo y una posición teológica que raya en una postura anti-Cristianismo, me hacen mantener una prudente distancia y serias interrogantes. Además que, ya más de 2,000 años de historia escatológica, en la que no pocos se han aventurado a darle fecha a la Venida de Jesucristo, ha probado ser una acción insensata e inútil, además de frustrante y decepcionante, tanto para sus expositores como para sus seguidores.
Y esto nos introduce al segundo punto en este mensaje.
DIOS QUIERE QUE ESTÉS PREPARADO...
Considero que lo que debemos enfatizar son las exhortaciones que el Señor y los apóstoles nos han dado a velar en oración, a conocer los tiempos y las señales de los tiempos y a estar preparados y apercibidos para la Segunda Venida de nuestro Señor y Rey Jesucristo. Un pueblo que se mantiene velando, preparado y apercibido ante la Venida del Señor no será engañado ni tomado por sorpresa.
El Señor en su mensaje a Sus discípulos, en el monte de los Olivos (Mt. 24:1-25:51), les da varias exhortaciones y la que más repite es "Mirad que nadie los engañe".
Él les dijo: -"Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo”, y a muchos engañarán. Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es sólo principio de dolores". Más adelante les dijo: "Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desierto”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”, no lo creáis, porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. Dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas".
También el Señor dio a Sus discípulos señales de los tiempos, en el cielo, la tierra y el mar que les servirían para estar preparados para Su venida (Mt. 24:1-51; Mr. 13:3-27; Lc. 21:7-36). Y esta advertencia de estar preparados para Su Venida, lo subraya en la parábola de las diez vírgenes (Mt. 25:1-13).
El apóstol Pablo, en su carta a los cristianos tesalonicenses, también les exhorta a velar y a estar preparados para la Venida del Señor, para que este evento no les tome por sorpresa “como ladrón en la noche” (1Tes. 4:13-18; 5:1-11; 2Tes. 2:1-4). En su primera carta a esta iglesia les dice: "Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios, pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco. Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo".
Tanto el Señor como los apóstoles señalan que Su Venida será "como ladrón en la noche", pero no tiene por qué ser así para los hijos de Dios, los hijos de la luz, que conocen, entienden y saben interpretar las señales de los tiempos del reino de Dios (1Tes. 5:4). Son a los hijos de las tinieblas, a las personas que no conocen, que no se preparan ni están apercibidas, son a las que la Venida del Señor les tomará "como ladrón en la noche".
Y lo anterior concuerda perfectamente con las instrucciones que me dio el Espíritu del Señor en el año 2010: --"Prepara a mi pueblo, para que conozca mi tiempo, mi lenguaje y entienda lo que estoy por hacer en su ciudad, nación y en las naciones". Y desde entonces Él no ha parado de motivarme, inspirarme y dirigirme a enseñar sobre Su Tiempo y su relación con el Plan redentor de Su reino. Aquellos, que aprendamos a conocer, a entender y a interpretar las señales de los tiempos del Señor, Su Venida no nos tomará "como ladrón en la noche". Aquellos que se mantienen puros, consagrados y preparados en fe para la Venida del Señor Jesucristo, podrán vencer y heredar las bendiciones el reino de Dios (Ap. 3:19-21; 21:7-8; Mt. 5:3-12).
Necesitas estar preparado y también apercibido...
Preparados para Su Venida
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN:
En la Primera parte de esta serie de mensajes, vimos el fundamento bíblico, origen y la regulación del Calendario hebreo, tanto como fue conocido en la antigüedad como actualmente se observa.
En la Segunda parte, vimos la relación que hay entre los meses del Calendario hebreo y las doce (12) tribus de Israel, además del mensaje profético que cada uno conlleva dentro del Plan de Dios, tanto para Israel como para Su Iglesia.
Y en la Tercera parte estudiamos brevemente la relación entre los conceptos del Tiempo de Dios expresados en el Calendario hebreo, las Fiestas y los diferentes conteos que Dios ha revelado y establecido en Su Palabra, de manera que Su pueblo sea entendido de Su Tiempo, Mente y Planes.
DIOS QUIERE QUE CUENTES...
Y en la Tercera parte, también vimos que Dios quiere que contemos. Y analizamos las diferentes "Cuentas o Conteos proféticos" que Dios estableció o reveló en Su Palabra y en la que podemos aprender que definitivamente Él desea que contemos, que prestemos atención al tiempo, especialmente a Su tiempo, expresamente revelado en las Sagradas Escrituras.
Vimos que una de las fuertes amonestaciones que el Señor le dio a los judíos de su tiempo, fue que no sabían reconocer el tiempo que estaban viviendo. En Mateo 16:2-4, Jesús les dijo: -"Cuando anochece, decís: “Hará buen tiempo, porque el cielo está rojo.” Y por la mañana: “Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojo y nublado.” ¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir! La generación mala y adúltera demanda una señal, pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás".
En la versión del evangelista Lucas podemos encontrar otras "señales" (Lc. 12:54-56): -"Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: “Agua viene”, y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: “Hará calor”, y lo hace. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra, ¿y cómo no distinguís este tiempo?
Y con llanto y profunda tristeza se despidió de Jerusalén y sus pobladores con unas lapidarias palabras (Lc. 19:42-44): -"¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación".
Muchas iglesias y cristianos alrededor del mundo están cometiendo el mismo error. Conocen del tiempo físico, lo entienden y aún lo interpretan y saben cuándo habrá lluvia, calor y temporadas de cosechas; pero ¡no conocen el Tiempo de Dios ni Sus Fiestas o santas convocatorias, ni las entienden, y por lo tanto, no saben interpretar las señales de los tiempos! No saben contar según el Tiempo de Dios, pues sus mentes están atrapadas al sistema del tiempo del actual mundo greco-romano o babilónico.
Conocer, entender e interpretar el tiempo y las "señales de los tiempos" es importante para Dios y así Él lo registró al principio, en el libro del Génesis podemos leer que Él creó las grandes lumbreras del cielo con ese propósito:
"Dijo luego Dios: «Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales para las estaciones, los días y los años, y sean por lumbreras en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señoreara en el día, y la lumbrera menor para que señoreara en la noche; e hizo también las estrellas. Las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra, señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno".
Dios creó y estableció el sol, la luna y las estrellas para que "sirvan de señales para las estaciones, los días y los años", para que podamos conocer el tiempo y las señales de los tiempos y el tiempo de Sus santas convocatorias. El término "estaciones" en este versículo es la palabra hebrea "moedim" (Strong: 4150), que puede ser traducida como: nombramiento, designación; que se aplica a la convocatoria de una asamblea, una fiesta o festival, a una estación o temporada específica; y por eso, es mejor traducida como "tiempos señalados" que apuntan a las Fiestas solemnes del Señor o Sus santas convocatorias anuales.
¡Dios creó el sol, la luna y las estrellas para que aprendamos a contar sus ciclos y sepamos cuándo celebrar Sus Fiestas en Sus tiempos señalados, en las estaciones o temporadas específicas!
La Semana profética
Y antes de proseguir, quisiera detenerme un poco en el tema de la Semana profética, que comenzamos a estudiar en la Tercera parte de este mensaje, porque deseo subrayar que para Dios también es muy importante que sepamos reconocer, guardar y santificar Sus tiempos de reposo. Porque nuestra mentalidad occidental contaminada por un sistema pagano de adoración al sol, nos impide conocer y entender el concepto del Tiempo de Dios y en especial Su concepto de Sus tiempos de reposo expresados en ciclos diarios, semanales, mensuales, anuales y aún mileniales.
La Semana profética y los tiempos de reposo:
Esa falta de conocimiento de los ciclos de tiempos de reposo de Dios, nos ha conducido a una conducta irrespetuosa e irresponsable hacia los tiempos de descanso, lo cual nos ha hecho perder calidad de vida, tanto espiritual y física; y tanto la Iglesia como los cristianos en general, han caído en esa vorágine de estrés, presión, trabajo y más trabajo en su afán de obtener más beneficios materiales y personales. Aún muchísimos ministros, pastores, apóstoles, profetas, evangelistas y maestros no guardan los tiempos de reposo establecidos por el Señor y la mayoría luego sufren un alto precio, que se evidencia en desvanecimientos físicos, mentales y aún espirituales, porque sus cuerpos ya no dan más ante tanto estrés y presión ministerial.
En la entrega anterior, vimos que Dios trabaja en ciclos de siete, y EN TODOS ELLOS ha dejado bien claro que Su voluntad es que dediquemos un tiempo para descansar, para poder concentrarnos en Él, meditar en Él, en Su Palabra y en Sus obras en nuestra vida, trabajo o ministerio.
1. El ciclo diario contempla que necesitamos descansar diariamente y lo suficiente, para poder reponer nuestras fuerzas espirituales, mentales, emocionales y físicas. Ese tiempo de descanso diario debería ser en un período de SIETE A OCHO HORAS.
2. El ciclo semanal, igualmente contempla por lo menos UN DÍA de descanso, que el Señor desde la creación (aún antes de promulgar la Ley) dijo que fuera el séptimo día, es decir el día sábado. Entiendo que en nuestros tiempos modernos para muchas personas eso se les hace imposible, pues su actividad laboral o profesional no se los permite; pues entonces, aplique la ley espiritual "seis días trabajarás y en el séptimo descansarás"; es decir, la ley dice que trabajes seis días y que descanses un día; por lo tanto, la ley espiritual dice que ¡descanses un día! Sea sábado, domingo o cualquier día de la semana, pero descansa!
3. El ciclo mensual, también nos dice que en Su ciclo de un año, Dios desea que tengamos, por lo menos, siete tiempos de descanso. Él estableció esos tiempos de descanso con Sus santas convocatorias o Fiestas solemnes, y es sabio prestarles atención. Pero usted saque el cálculo, ¡cuente! y determine aunque sea un período de descanso o vacaciones CADA AÑO, en múltiplos de siete (si quiere seguir la mente de Cristo y Su forma de crear y actuar), es decir, siete días, o catorce días (2x7), o veintiún días (3x7), etc.
4. El ciclo de años, en este ciclo Él establece, conforme a Su Semana profética, que descansemos en el séptimo año. Otra vez, entiendo que para muchas personas eso sería imposible, pues su actividad laboral o profesional no se los permite; bueno, por lo menos honre a Dios reduciendo, EN ESE AÑO, su actividad comercial, profesional, laboral o ministerial y haga lo que usted considere lo mínimo de actividades. En algunos campos laborales o profesionales y aún ministeriales sí es posible y se puede tener un "año sabático", en ellos podemos participar de una actividad educativa, un entrenamiento, un postgrado, o dedicar más tiempo para descansar o vacacionar.
Estoy seguro, pues confío en la Palabra de Dios y también lo he experimentado, que si aplicamos los respectivos tiempos de descanso en estos ciclos ordenados por Dios para Su pueblo, disfrutaremos de mayor bienestar y salud espiritual, emocional, mental y física.
La Semana profética y los milenios de Creación:
Y antes de avanzar en el siguiente punto, quisiera profundizar en el tema de la Semana profética en su aplicación a los días mileniales de la Creación; pues considero que en nuestro conocimiento y entendimiento del Tiempo de Dios es importante tener, aunque sea ligeramente, un acercamiento a este tema.
De este conteo milenial podríamos deducir, mas no afirmar o concluir, que posiblemente ha habido otros ciclos de creación que la Biblia no nos da mayores detalles. La Biblia da indicios que por lo menos han habido dos ciclos de creación previos, que son mencionados muy ligeramente en los textos sagrados: 1.- El ciclo de creación del ejército de los ángeles y de todo el universo (Gén. 1:1; Ez. 28:13-15; Jn. 1:1-3). 2.- El ciclo de creación previo a la narración de los "Días de Creación" narrados en el primer capítulo del Génesis (Gén. 1:2).
Tenemos un poco más de información del ciclo de creación de la tierra relatado en el Génesis, la cual fue creada en siete (7) "Días", que pudo acontecer en eras o milenios de años (Gén. 1:3-2:3). Y el actual ciclo de creación, que aún está en desarrollo, que pudiéramos marcar desde el momento que el Hombre es colocado en Edén (Gén. 2:4) hasta el establecimiento del reino milenial del Mesías. Y por último, la Biblia nos menciona y describe lo que es el inicio de otro ciclo de creación con "Nuevos cielos y nueva tierra" (Ap. 21:1-22:5). Así que, si esta teoría es cierta, podríamos hablar apropiadamente de, por lo menos, cinco ciclos de creación. Veamos...
Esta postura estrictamente milenial es promovida tanto por círculos judíos, mesiánicos y evangélicos, que ven una expresión literal, tanto en los Días de la creación narrados en Génesis, como en la declaración del salmista "porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche" (Sal. 90:4), la cual es confirmada por el apóstol Pedro (2Pe. 3:8) y mencionado en el Apocalipsis del apóstol Juan (Ap. 20:1-15). Personalmente, prefiero mantener cierta distancia y prudencia en una interpretación literal de los días mileniales, no rechazándola, pero tampoco aferrándome a ella. Creo que, como lo hacemos en este estudio, es prudente estudiarlo y considerarlo, pero sin apegarnos completamente al concepto, porque éste pudiera ser tan solo un número simbólico o profético.
A estas alturas, por ejemplo, tengo dos estudios desde una perspectiva judía-mesiánica (corriente teológica y religiosa que no compartimos ni yo ni nuestra iglesia), que toman muy en serio esta postura milenial de la Semana profética y la aplican a los seis milenios de la historia de la Humanidad hasta los últimos setenta años de nuestra historia, que ambos marcan a partir de la creación del actual estado de Israel. Me explico, ambos estudios consideran que realmente estamos al final del sexto milenio y muy próximos a la última semana profética de 70 años y siete años.
A estas alturas, por ejemplo, tengo dos estudios desde una perspectiva judía-mesiánica (corriente teológica y religiosa que no compartimos ni yo ni nuestra iglesia), que toman muy en serio esta postura milenial de la Semana profética y la aplican a los seis milenios de la historia de la Humanidad hasta los últimos setenta años de nuestra historia, que ambos marcan a partir de la creación del actual estado de Israel. Me explico, ambos estudios consideran que realmente estamos al final del sexto milenio y muy próximos a la última semana profética de 70 años y siete años.
Permítanme explicarles brevemente ambas posiciones o estudios...
1. El primero viene del ministerio de Michael Rood ("Rudo despertar"), quien señala que estamos en el año 6012 y considera que posiblemente el Mesías Jesús retornará a establecer Su reino milenial a partir del 2018. Este estudio inicia los últimos 70 años de nuestra historia con la creación del Estado de Israel, el 14 mayo de 1948. Y se apega a un estricto estudio y cálculo de un Calendario que él ha creado durante más de 30 años, basado en los ciclos lunares y las Fiestas del Señor.
2. El segundo viene del ministerio gilgal del Salvador, que partiendo de la orden dada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 19 de noviembre de 1947, cuentan 70 años, cuya última Semana profética de años comenzó el 1 de Tishri del 5992 (09 al 10 de septiembre del 2010) hasta el 1 de Tishri del 6000 (02 de octubre del 2016, Fiesta de Trompetas) cuando el Señor regresará y finalmente comenzará Su reino milenial a partir del 15 al 21 de Tishri del 6000, o sea en la Fiesta de los Tabernáculos (a partir del 16 de octubre del 2016). Y según este estudio la Gran tribulación terminará el 1 de septiembre del 2016.
Ambos estudios aportan información y datos bastante interesantes, pero su visión judía-mesiánica extrema, que deja por fuera a la Iglesia gentil de Jesucristo (a menos que ellos sigan esperando que todos los gentiles se hagan judíos como en el pasado), el estricto apego a fechas para la venida de Jesucristo y una posición teológica que raya en una postura anti-Cristianismo, me hacen mantener una prudente distancia y serias interrogantes. Además que, ya más de 2,000 años de historia escatológica, en la que no pocos se han aventurado a darle fecha a la Venida de Jesucristo, ha probado ser una acción insensata e inútil, además de frustrante y decepcionante, tanto para sus expositores como para sus seguidores.
Y esto nos introduce al segundo punto en este mensaje.
DIOS QUIERE QUE ESTÉS PREPARADO...
Considero que lo que debemos enfatizar son las exhortaciones que el Señor y los apóstoles nos han dado a velar en oración, a conocer los tiempos y las señales de los tiempos y a estar preparados y apercibidos para la Segunda Venida de nuestro Señor y Rey Jesucristo. Un pueblo que se mantiene velando, preparado y apercibido ante la Venida del Señor no será engañado ni tomado por sorpresa.
El Señor en su mensaje a Sus discípulos, en el monte de los Olivos (Mt. 24:1-25:51), les da varias exhortaciones y la que más repite es "Mirad que nadie los engañe".
Él les dijo: -"Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo”, y a muchos engañarán. Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es sólo principio de dolores". Más adelante les dijo: "Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desierto”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”, no lo creáis, porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre. Dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas".
También el Señor dio a Sus discípulos señales de los tiempos, en el cielo, la tierra y el mar que les servirían para estar preparados para Su venida (Mt. 24:1-51; Mr. 13:3-27; Lc. 21:7-36). Y esta advertencia de estar preparados para Su Venida, lo subraya en la parábola de las diez vírgenes (Mt. 25:1-13).
El apóstol Pablo, en su carta a los cristianos tesalonicenses, también les exhorta a velar y a estar preparados para la Venida del Señor, para que este evento no les tome por sorpresa “como ladrón en la noche” (1Tes. 4:13-18; 5:1-11; 2Tes. 2:1-4). En su primera carta a esta iglesia les dice: "Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios, pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco. Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo".
Tanto el Señor como los apóstoles señalan que Su Venida será "como ladrón en la noche", pero no tiene por qué ser así para los hijos de Dios, los hijos de la luz, que conocen, entienden y saben interpretar las señales de los tiempos del reino de Dios (1Tes. 5:4). Son a los hijos de las tinieblas, a las personas que no conocen, que no se preparan ni están apercibidas, son a las que la Venida del Señor les tomará "como ladrón en la noche".
En Su ilustración sobre la necesidad de estar atentos y velando ante Su Venida, el Señor alaba a las cinco vírgenes que eran prudentes (precavidas, apercibidas) y estaban preparadas (Mt. 25:1-2, 10, 13). Luego en Su mensaje a las iglesias en el Apocalipsis del apóstol Juan, el Señor le dice a la iglesia en Sardis: -"Se vigilante... Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti" (Ap. 3:2-3). Aquí hay una condición negativa, "si no velas" y una consecuencia negativa, "vendré a ti como ladrón y no sabrás el tiempo de mi venida". Pero no tiene por qué ser así si la condición es positiva: "si velas", entonces la consecuencia también será positiva, "sabrás el tiempo de mi venida cuando venga sobre ti".
Necesitas estar preparado y también apercibido...
Y termino subrayando nuestra necesidad de estar preparados y apercibidos, para que podamos heredar y recibir completa recompensa en el reino de nuestro amado Señor Jesucristo. Pues una cosa es estar preparados y otra apercibidos...
Los judíos estaban preparados para recibir al Mesías. Cada año, durante la celebración de la Pascua, preparaban un lugar en la mesa de cada familia, junto con su porción de comida o una copa de vino, pues cada hogar judío tenía la fe y la expectativa que en cualquier momento, durante la celebración de la Pascua el profeta Elías podía venir como anticipo de la llegada del Mesías (Malaquías 4:5). ¡Los judíos literalmente preparaban sus casas y sus mesas para la primera Venida del Mesías Salvador!
Los judíos del tiempo de Jesús el Mesías (Yeshua Ha-Mashiach) podían percibir que Él era diferente, las señales que Él hacía eran contundentes, la autoridad con la que enseñaba era superior y todo apuntaba a la real posibilidad que Él fuera el Mesías esperado, pero por no estar apercibidos, no pudieron entender ni interpretar el tiempo de Su primera Venida (Jn. 2:23; 3:1-2; 6:2; 7:31; 10:40-42; 12:36-43; Mt. 7:28-29). Él mismo Señor Jesús, ya finalizando Su ministerio terrenal, con lagrimas se despidió de Jerusalén y de sus moradores con estas palabras (Lc. 19:42-44):
"¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
Estar apercibido es saber ver, entender e interpretar el conocimiento y actuar en conformidad a ese conocimiento. Los judíos estaban preparados, pero no apercibidos; y por lo tanto, muchos no conocieron "lo que era para su paz" (bendición) ni "el tiempo de su visitación", cuando su Mesías caminó entre ellos.
Personalmente creo que el Señor vendrá por Segunda vez, durante el período de las tres últimas Fiestas del Señor, muy probablemente en la Fiesta de las Trompetas (Mt. 24:30-31; 1Tes. 4:16). En Su primera Venida, Él cumplió con las primeras cuatro Fiestas: Pascua, Panes sin levadura, Primicias y cincuenta días después, envió a Su Santo Espíritu, durante la celebración de la Fiesta de las Semanas (Pentecostés). En Su primera Venida, vino como el Hijo de Adán (Hombre), el Cordero inmolado de Dios y el Siervo de Dios; pero en Su segunda Venida vendrá como el Hijo de David, el León de la tribu de Judá y el Rey de reyes.
Sabiendo esto, no cometamos el error que los judíos del tiempo de Jesús cometieron. ¡Estemos preparados, pero también apercibidos! Así como los judíos cada año guardaron y celebraron las Fiestas como un ensayo o anticipo del Plan profético de Dios, así nosotros como pueblo escogido de Dios y real sacerdocio para nuestro Dios, preparémonos y estemos apercibidos para recibir a nuestro Rey en Su Segunda Venida, la cual pudiera acontecer durante la Fiesta de las Trompetas.
Esta poderosa verdad se ve ilustrada en la parábola de las diez vírgenes. Cinco vírgenes prudentes tenían sus lámparas juntamente con su aceite y se mantuvieron despiertas para recibir al esposo; mientras que cinco vírgenes insensatas tenían también sus lámparas, pero no compraron aceite y se durmieron mientras esperaban por el esposo... llegó el esposo y ¡no pudieron entrar a las bodas! Estas vírgenes insensatas tenían sus lámparas, tenían sus Biblias (Sal. 119:33-34, 105-106), conocían de la Biblia; pero no tenían aceite para alumbrar las lámparas, no tenían unción, no tenían la revelación que abre los ojos del entendimiento para ver, conocer y entender la Palabra de Dios y el tiempo de la Venida del Amado (Ef. 1:15-23; Lc. 19:42-44). ¡Necesitamos tanto la Palabra de Dios como el Espíritu Santo de Dios para estar preparados y apercibidos para la Segunda Venida del Señor!
En la Comunidad cristiana Hay paz con Dios hemos entendido, por dirección expresa del Espíritu del Señor, que Él desea que conozcamos Su Tiempo, Su lenguaje y Sus planes para que podamos conocer, entender e interpretar las señales de los tiempos y podamos estar mejor preparados y apercibidos para Su Venida y para todo lo que Él está trayendo para nuestras vidas. ¡Se sabio, se entendido, aprovecha bien el tiempo y llénate de la Palabra y del Espíritu de Dios, para que sepas cuál sea Su voluntad, que siempre será agradable y perfecta! (Ro. 12:1-2; Ef. 5:15-20).
Si desea leer la serie de mensajes sobre el Calendario hebreo desde el principio, haga click aquí.
FUENTES CITADAS O CONSULTADAS:
Ministerio de Michel Rood
Ministerio Gilgal del Salvador
Historia del Estado de Israel
Historia de la Pascua
George Eldon Ladd, "El Apocalipsis de Juan", Editorial Caribe, 1978
Evis L. Carballosa, "Daniel y el Reino mesiánico", Publicaciones Portavoz evangélico, 1979
Eduard Lohse, "Teología bíblica del Nuevo Testamento", Ediciones Cristiandad, 1978
G.H. Lacy, "Introducción a la Teología Sistemática", Casa Bautista de Publicaciones, 1972
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Por favor, incluya la siguiente declaración en las copias distribuidas: Por [Nombre del autor] © [Fecha] Comunidad cristiana Hay paz con Dios. Sitio web: http://haypazcondios.blogspot.com/
¡DÍGALE NO AL PLAGIO!
Los judíos estaban preparados para recibir al Mesías. Cada año, durante la celebración de la Pascua, preparaban un lugar en la mesa de cada familia, junto con su porción de comida o una copa de vino, pues cada hogar judío tenía la fe y la expectativa que en cualquier momento, durante la celebración de la Pascua el profeta Elías podía venir como anticipo de la llegada del Mesías (Malaquías 4:5). ¡Los judíos literalmente preparaban sus casas y sus mesas para la primera Venida del Mesías Salvador!
Los judíos del tiempo de Jesús el Mesías (Yeshua Ha-Mashiach) podían percibir que Él era diferente, las señales que Él hacía eran contundentes, la autoridad con la que enseñaba era superior y todo apuntaba a la real posibilidad que Él fuera el Mesías esperado, pero por no estar apercibidos, no pudieron entender ni interpretar el tiempo de Su primera Venida (Jn. 2:23; 3:1-2; 6:2; 7:31; 10:40-42; 12:36-43; Mt. 7:28-29). Él mismo Señor Jesús, ya finalizando Su ministerio terrenal, con lagrimas se despidió de Jerusalén y de sus moradores con estas palabras (Lc. 19:42-44):
"¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
Estar apercibido es saber ver, entender e interpretar el conocimiento y actuar en conformidad a ese conocimiento. Los judíos estaban preparados, pero no apercibidos; y por lo tanto, muchos no conocieron "lo que era para su paz" (bendición) ni "el tiempo de su visitación", cuando su Mesías caminó entre ellos.
Personalmente creo que el Señor vendrá por Segunda vez, durante el período de las tres últimas Fiestas del Señor, muy probablemente en la Fiesta de las Trompetas (Mt. 24:30-31; 1Tes. 4:16). En Su primera Venida, Él cumplió con las primeras cuatro Fiestas: Pascua, Panes sin levadura, Primicias y cincuenta días después, envió a Su Santo Espíritu, durante la celebración de la Fiesta de las Semanas (Pentecostés). En Su primera Venida, vino como el Hijo de Adán (Hombre), el Cordero inmolado de Dios y el Siervo de Dios; pero en Su segunda Venida vendrá como el Hijo de David, el León de la tribu de Judá y el Rey de reyes.
Sabiendo esto, no cometamos el error que los judíos del tiempo de Jesús cometieron. ¡Estemos preparados, pero también apercibidos! Así como los judíos cada año guardaron y celebraron las Fiestas como un ensayo o anticipo del Plan profético de Dios, así nosotros como pueblo escogido de Dios y real sacerdocio para nuestro Dios, preparémonos y estemos apercibidos para recibir a nuestro Rey en Su Segunda Venida, la cual pudiera acontecer durante la Fiesta de las Trompetas.
Esta poderosa verdad se ve ilustrada en la parábola de las diez vírgenes. Cinco vírgenes prudentes tenían sus lámparas juntamente con su aceite y se mantuvieron despiertas para recibir al esposo; mientras que cinco vírgenes insensatas tenían también sus lámparas, pero no compraron aceite y se durmieron mientras esperaban por el esposo... llegó el esposo y ¡no pudieron entrar a las bodas! Estas vírgenes insensatas tenían sus lámparas, tenían sus Biblias (Sal. 119:33-34, 105-106), conocían de la Biblia; pero no tenían aceite para alumbrar las lámparas, no tenían unción, no tenían la revelación que abre los ojos del entendimiento para ver, conocer y entender la Palabra de Dios y el tiempo de la Venida del Amado (Ef. 1:15-23; Lc. 19:42-44). ¡Necesitamos tanto la Palabra de Dios como el Espíritu Santo de Dios para estar preparados y apercibidos para la Segunda Venida del Señor!
En la Comunidad cristiana Hay paz con Dios hemos entendido, por dirección expresa del Espíritu del Señor, que Él desea que conozcamos Su Tiempo, Su lenguaje y Sus planes para que podamos conocer, entender e interpretar las señales de los tiempos y podamos estar mejor preparados y apercibidos para Su Venida y para todo lo que Él está trayendo para nuestras vidas. ¡Se sabio, se entendido, aprovecha bien el tiempo y llénate de la Palabra y del Espíritu de Dios, para que sepas cuál sea Su voluntad, que siempre será agradable y perfecta! (Ro. 12:1-2; Ef. 5:15-20).
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FUENTES CITADAS O CONSULTADAS:
Ministerio de Michel Rood
Ministerio Gilgal del Salvador
Historia del Estado de Israel
Historia de la Pascua
George Eldon Ladd, "El Apocalipsis de Juan", Editorial Caribe, 1978
Evis L. Carballosa, "Daniel y el Reino mesiánico", Publicaciones Portavoz evangélico, 1979
Eduard Lohse, "Teología bíblica del Nuevo Testamento", Ediciones Cristiandad, 1978
G.H. Lacy, "Introducción a la Teología Sistemática", Casa Bautista de Publicaciones, 1972
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