TU PROYECTO DE VIDA Primera parte
Evaluando el Proyecto de vida
Por Guiselle Jiménez
“Una meta establecida adecuadamente,
ya está lograda en parte”.
Zig Ziglar
Un proyecto es la idea que se tiene de algo que se piensa hacer y de la forma de lograrlo. De esta manera, con respecto a los sueños y anhelos que se tienen en la vida, es prudente visualizar adónde se quiere llegar y trazar un plan para conseguirlo.
Ahora bien, es posible que esta intención se modifique o cambie de acuerdo a los adelantos logrados o a las dificultades que se presenten. Otro aspecto es que puede que se haya establecido a temprana edad o un poco más tarde en la vida. De cualquier manera, la evaluación constante del proyecto es esencial ya que ayuda a re-enfocarse, concentrarse en las prioridades, tener una mejor visualización del progreso, e incluir modificaciones de acuerdo a las circunstancias que se vayan presentando en la vida, de las cuales tenemos poco o ningún control.
Algunas personas ya desde la juventud o adolescencia tienen visualizado su proyecto, saben qué desean ser y hacer, hacia adónde van, logrando así concentrarse y enfocarse en todo el proceso. Otras personas, sin embargo, tardan un tiempo más debido a situaciones de la vida, o intencionalmente deciden buscar con detenimiento lo que realmente les gustaría hacer; incluso hay quienes tienen varios proyectos a la vez, o culminan uno para empezar otro. En cualquier caso, es importante hacer evaluaciones de estas aspiraciones y tener claro el por qué de lo que se está haciendo.
Un proyecto es la idea que se tiene de algo que se piensa hacer y de la forma de lograrlo.
Escriba sus planes y auto-evalúese periódicamente.
En este sentido, es relevante plantear planes estratégicos para la consecución de la aspiración, elaborar auto análisis periódicos y anotar las respuestas a preguntas específicas, en cada etapa del proceso. Por tanto, el bosquejar las siguientes preguntas es de gran ayuda:
Planteamiento del plan:
•¿Qué me motiva hacer?
•¿Está dentro de las posibilidades económicas reales con las que cuento el dedicarme a hacer esto que me motiva?
•¿Qué pasos se necesitan para lograrlo?
•¿Cuánto tiempo estoy dispuesto a invertir para conseguirlo y cuánto tiempo aproximadamente voy a tardar en total?
•¿Cuál es la inversión monetaria necesaria?
•¿Cuándo puedo empezar?
Evaluación periódica del plan o proyecto:
•¿Qué he logrado hasta ahora (crecimiento, conocimiento, madurez, etc.)?
•¿He enfrentado los obstáculos y adversidades de la mejor manera?
•¿Cuáles han sido esos obstáculos?
•¿Puedo mejorar en la calidad de lo que hago, cómo?
•¿Me siento satisfecho o satisfecha con lo que he logrado?
•¿Considero que me he desviado del plan original?
•¿Puedo retomar el plan original o se hace necesario tomar otro rumbo?
•¿Cuáles deben ser mis prioridades a partir de ahora?
Determine las estrategias, utilice diferentes herramientas y procure ser balanceado
De esta forma, al examinar cuidadosamente las respuestas, se puede ver claramente el avance y determinar nuevas y mejores estrategias por medio de acciones concretas a realizar. Los procedimientos claros son parecidos a las señales de tránsito, indican el camino y previenen en caso de obstáculos, así el conductor los puede evadir o superar y proseguir hacia la meta, confiado y seguro de que va por buen camino.
Por otro lado, es relevante considerar el uso de agendas, pizarras o retroalimentación por parte de las personas más allegadas; todo esto facilita el seguimiento de las acciones, la organización de actividades, horarios y el chequeo constante. Cuando se trata de varias cosas por hacer, lo mejor es hacer uso de herramientas prácticas para no dejar escapar elementos de importancia.
Otro aspecto a considerar es el balance que se tiene en todo este proceso. Hay quienes se enfocan demasiado en la meta, y pierden de vista el panorama del camino como un todo. Esto se refiere a la tendencia a descuidar a las personas más cercanas, quienes pueden pasar a ver la meta del individuo como un enemigo que les roba constantemente tiempo de compartir. La persona puede verse en la necesidad o urgencia de invertir más y más tiempo en sus proyectos, lo cual es muy probable que en el largo plazo sea dañino. Así las cosas, es primordial elaborar horarios de trabajo, estudio y ocio, lo que contribuye al mantenimiento de ese balance necesario para la salud propia, de la familia o de los más cercanos. Se debe pensar si este proyecto le aleja o acerca, si le hace mejor persona y si le ayuda a crecer.
El establecer una lista de prioridades, que se vaya ajustando a nuevas circunstancias o situaciones de vida que se estén enfrentando, ayuda a enfocarse mejor. Además, el llevar un control de actividades concretadas le permite ganar motivación para seguir adelante, acelerar o disminuir el paso en cada etapa del proyecto.
Las etapas del proyecto y los ajustes
A todo esto, se debe tener presente que este propósito consta de varias facetas, se debe de ir construyendo poco a poco y requiere de esfuerzo y dedicación. Se puede dar el caso que una etapa sea más difícil que otra, sin embargo, la constancia y la disciplina juegan un papel primordial. Por tanto, a pesar de las dificultades o nuevas circunstancias, sea sencillo o elaborado, un proyecto de vida permite plantearnos metas e ir descubriendo en nosotros mismos potencialidades y cualidades que necesitan de un plan para salir a flote y realizarnos en diferentes ámbitos de la vida.
Además, la vida es un proceso de desarrollo y mantenimiento de un adecuado nivel de ajustes. Cada día se pasa por experiencias que pueden amenazar el bienestar de la persona, y por ende, su proyecto de vida, sin embargo, el ajuste sano es el grado en que se logran resolver adecuadamente esas tensiones.
Los siguientes son algunos consejos prácticos que le ayudarán a re-evaluar su plan de vida y a manejar los ajustes adecuadamente:
•Realice planteamientos escritos del proyecto visualizado
•Establezca prioridades
•Re-evalúe su avance y crecimiento periódicamente
•Decida practicar la constancia y la disciplina
•Ante nuevas circunstancias restablezca horarios y prioridades
•Organice su tiempo y dinero de acuerdo a sus prioridades
•Recuerde que somos seres integrales, procure que en su proyecto de vida su espíritu se edifique, sus conocimientos crezcan y su salud se beneficie
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ya está lograda en parte”.
Zig Ziglar
Un proyecto es la idea que se tiene de algo que se piensa hacer y de la forma de lograrlo. De esta manera, con respecto a los sueños y anhelos que se tienen en la vida, es prudente visualizar adónde se quiere llegar y trazar un plan para conseguirlo.
Ahora bien, es posible que esta intención se modifique o cambie de acuerdo a los adelantos logrados o a las dificultades que se presenten. Otro aspecto es que puede que se haya establecido a temprana edad o un poco más tarde en la vida. De cualquier manera, la evaluación constante del proyecto es esencial ya que ayuda a re-enfocarse, concentrarse en las prioridades, tener una mejor visualización del progreso, e incluir modificaciones de acuerdo a las circunstancias que se vayan presentando en la vida, de las cuales tenemos poco o ningún control.
Algunas personas ya desde la juventud o adolescencia tienen visualizado su proyecto, saben qué desean ser y hacer, hacia adónde van, logrando así concentrarse y enfocarse en todo el proceso. Otras personas, sin embargo, tardan un tiempo más debido a situaciones de la vida, o intencionalmente deciden buscar con detenimiento lo que realmente les gustaría hacer; incluso hay quienes tienen varios proyectos a la vez, o culminan uno para empezar otro. En cualquier caso, es importante hacer evaluaciones de estas aspiraciones y tener claro el por qué de lo que se está haciendo.
Un proyecto es la idea que se tiene de algo que se piensa hacer y de la forma de lograrlo.
Escriba sus planes y auto-evalúese periódicamente.
En este sentido, es relevante plantear planes estratégicos para la consecución de la aspiración, elaborar auto análisis periódicos y anotar las respuestas a preguntas específicas, en cada etapa del proceso. Por tanto, el bosquejar las siguientes preguntas es de gran ayuda:
Planteamiento del plan:
•¿Qué me motiva hacer?
•¿Está dentro de las posibilidades económicas reales con las que cuento el dedicarme a hacer esto que me motiva?
•¿Qué pasos se necesitan para lograrlo?
•¿Cuánto tiempo estoy dispuesto a invertir para conseguirlo y cuánto tiempo aproximadamente voy a tardar en total?
•¿Cuál es la inversión monetaria necesaria?
•¿Cuándo puedo empezar?
Evaluación periódica del plan o proyecto:
•¿Qué he logrado hasta ahora (crecimiento, conocimiento, madurez, etc.)?
•¿He enfrentado los obstáculos y adversidades de la mejor manera?
•¿Cuáles han sido esos obstáculos?
•¿Puedo mejorar en la calidad de lo que hago, cómo?
•¿Me siento satisfecho o satisfecha con lo que he logrado?
•¿Considero que me he desviado del plan original?
•¿Puedo retomar el plan original o se hace necesario tomar otro rumbo?
•¿Cuáles deben ser mis prioridades a partir de ahora?
Determine las estrategias, utilice diferentes herramientas y procure ser balanceado
De esta forma, al examinar cuidadosamente las respuestas, se puede ver claramente el avance y determinar nuevas y mejores estrategias por medio de acciones concretas a realizar. Los procedimientos claros son parecidos a las señales de tránsito, indican el camino y previenen en caso de obstáculos, así el conductor los puede evadir o superar y proseguir hacia la meta, confiado y seguro de que va por buen camino.
Por otro lado, es relevante considerar el uso de agendas, pizarras o retroalimentación por parte de las personas más allegadas; todo esto facilita el seguimiento de las acciones, la organización de actividades, horarios y el chequeo constante. Cuando se trata de varias cosas por hacer, lo mejor es hacer uso de herramientas prácticas para no dejar escapar elementos de importancia.
Otro aspecto a considerar es el balance que se tiene en todo este proceso. Hay quienes se enfocan demasiado en la meta, y pierden de vista el panorama del camino como un todo. Esto se refiere a la tendencia a descuidar a las personas más cercanas, quienes pueden pasar a ver la meta del individuo como un enemigo que les roba constantemente tiempo de compartir. La persona puede verse en la necesidad o urgencia de invertir más y más tiempo en sus proyectos, lo cual es muy probable que en el largo plazo sea dañino. Así las cosas, es primordial elaborar horarios de trabajo, estudio y ocio, lo que contribuye al mantenimiento de ese balance necesario para la salud propia, de la familia o de los más cercanos. Se debe pensar si este proyecto le aleja o acerca, si le hace mejor persona y si le ayuda a crecer.
El establecer una lista de prioridades, que se vaya ajustando a nuevas circunstancias o situaciones de vida que se estén enfrentando, ayuda a enfocarse mejor. Además, el llevar un control de actividades concretadas le permite ganar motivación para seguir adelante, acelerar o disminuir el paso en cada etapa del proyecto.
Las etapas del proyecto y los ajustes
A todo esto, se debe tener presente que este propósito consta de varias facetas, se debe de ir construyendo poco a poco y requiere de esfuerzo y dedicación. Se puede dar el caso que una etapa sea más difícil que otra, sin embargo, la constancia y la disciplina juegan un papel primordial. Por tanto, a pesar de las dificultades o nuevas circunstancias, sea sencillo o elaborado, un proyecto de vida permite plantearnos metas e ir descubriendo en nosotros mismos potencialidades y cualidades que necesitan de un plan para salir a flote y realizarnos en diferentes ámbitos de la vida.
Además, la vida es un proceso de desarrollo y mantenimiento de un adecuado nivel de ajustes. Cada día se pasa por experiencias que pueden amenazar el bienestar de la persona, y por ende, su proyecto de vida, sin embargo, el ajuste sano es el grado en que se logran resolver adecuadamente esas tensiones.
Los siguientes son algunos consejos prácticos que le ayudarán a re-evaluar su plan de vida y a manejar los ajustes adecuadamente:
•Realice planteamientos escritos del proyecto visualizado
•Establezca prioridades
•Re-evalúe su avance y crecimiento periódicamente
•Decida practicar la constancia y la disciplina
•Ante nuevas circunstancias restablezca horarios y prioridades
•Organice su tiempo y dinero de acuerdo a sus prioridades
•Recuerde que somos seres integrales, procure que en su proyecto de vida su espíritu se edifique, sus conocimientos crezcan y su salud se beneficie
FUENTE:
Enfoque a la familia
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