EL GOBIERNO DE DIOS
El poder del Reino de Dios para cambiar Naciones
Por pastor Dr. Héctor Torres
El último siglo y particularmente la última década, se ha convertido en la era más grandiosa para la propagación del evangelio en la historia de la Iglesia. Alrededor del mundo y en diversos campos misioneros, grandiosas manifestaciones del Espíritu Santo en acción están ocurriendo diariamente. Estas incluyen tremendas manifestaciones espirituales, incluyendo millones de personas alcanzadas para Cristo a través de milagros extraordinarios por las manos del pueblo de Dios.
Un sentido sin precedente es la necesidad urgente de la unidad dentro del Cuerpo de Cristo. En el vídeo de Transformaciones 1, George Otis Jr., indica que Dios le habló a Julio Rubial durante un tiempo de ayuno y oración diciéndole "no tienes el derecho de estar ofendido, necesitas perdonar", así pues Julio fue a los pastores de la ciudad de Cali y pidió perdón a todos, uno por uno. No podían caminar en desunión, no cuando su ciudad enfrentaba tantos desafíos.
Un desenlace jamás visto de la gracia de Dios sobre el llamado «tercer mundo», es el que ha resultado en un surgimiento de nuevos líderes dotados con el poder de Dios en manifestación. Existe una nueva generación de jóvenes revolucionarios, comprometidos y entregados al servicio del Reino; una ola de misioneros enviados a cubrir toda la faz de la tierra con el evangelio del Reino. Hay un creciente número de ciudades, regiones y naciones transformadas por el poder de Dios mediante la intercesión corporativa y el evangelismo masivo.
En África, miles de iglesias independientes se están levantando por todo el continente, muchas de ellas cortando raíces con el control denominacional del colonialismo. Se estima que al presente más de 25,000 personas se entregan a Cristo cada 24 horas en las naciones al sur del desierto del Sahara.
En Asia, aproximadamente 40,000 personas hacen profesiones de fe diariamente, de ellas casi 24,000 en la China. En esta misma nación se estima que más de 100 millones de personas se congregan en hogares para celebrar servicios de adoración y enseñanza de la Biblia bajo la represión del gobierno comunista. Naciones como Nepal y Mongolia, anteriormente totalmente cerradas al evangelio, están experimentando una visitación de Dios.
En Latino-américa, un explosivo crecimiento sin precedente está ocurriendo. Iglesias de raíces nacionales están explotando con un promedio de tres mil congregaciones cada treinta días. La mayoría del liderazgo de estas congregaciones está saliendo del ámbito profesional o comercial. Más del 80% del crecimiento está ocurriendo en iglesias de trasfondo pentecostal, carismático o la ya reconocida «Renovación Bautista». A principios del siglo pasado se estimaba una población evangélica de 50,000 personas, hoy día se estima una Iglesia de más de 120 millones de creyentes. Algunos estudios indican que si el índice de crecimiento de la Iglesia evangélica continúa su acelerado paso, en menos de veinte años la población evangélica del continente será una mayoría.
En los EE.UU. y en Canadá; las iglesias de más rápido crecimiento son igualmente las de línea pentecostal o carismática. Congregaciones independientes que enfatizan las manifestaciones del Espíritu Santo, la intercesión y el evangelismo masivo y personal. La Iglesia hispano-parlante de los Estados Unidos y Canadá está creciendo de igual manera. Misioneros de Sur y Centro América están siendo enviados desde sus naciones a plantar iglesias. Movimientos como Verbo, El Shaddai y Elím de Guatemala, la Misión Carismática, la Iglesia en la Roca y Bethesda de Colombia, Betania de Guatemala, Amor Viviente de Honduras y muchas otras más se han propagado por toda la nación. Miles de pastores de Puerto Rico, Argentina, El Salvador, Guatemala, México, Colombia y la República Dominicana han abandonado sus países de origen para plantar obras en estas naciones del norte.
Patrick Johnstone, en su manual Operación Mundo, calcula que los evangélicos y pentecostales «son los grupos de mayor crecimiento religioso en el mundo entero». La mayoría del crecimiento procede de conversiones, en contraste con el Islam y el Catolicismo, donde el incremento está en el alto índice de nacimientos. Particularmente, en los campos tercermundistas se ha visto una grandiosa cosecha de almas.
¿Cuál ha sido el motivo de este explosivo cambio? ¿Por qué están ocurriendo estas visitaciones en diferentes lugares del mundo? Opino que las razones primordiales han sido las siguientes:
Nuestra mentalidad ha sido influenciada por los filósofos europeos, donde el individuo ha llegado a ser más importante que el todo. La Biblia enseña lo contrario. Nuestra sociedad tiene una mentalidad individualista y egocéntrica que busca lo suyo propio y no lo de Cristo Jesús. Jeremías 29:11-14 nos muestra el corazón de Dios hacía una ciudad y una nación.
Jesucristo envió sus discípulos a transformar ciudades (Jerusalén, Samaria), regiones (Judea) y naciones (lo último de la tierra) [Ver Hch. 1:8]. Los discípulos aún pensaban en el establecimiento del reino de Israel, pero él los estaba enviando para establecer el Reino de Dios. Somos llamados instrumentos de restauración para reedificar las ruinas, los asolamientos y los escombros de muchas generaciones (ver Is. 61:4). Después del día de Pentecostés, vemos a una Iglesia que se lanza a transformar comunidades como se le había comisionado.
Jesucristo instruyó a sus discípulos que declararan dondequiera que fuesen: «El reino de los cielos se ha acercado a vosotros». ¿En qué consiste el Reino de Dios? De acuerdo a Romanos 14:17, el Reino de Dios consiste en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El apóstol Pablo nos enseña el patrón necesario para transformar una ciudad, pero requiere de algunos principios fundamentales:
La transformación es un proceso de adentro hacia fuera y de abajo hacia arriba. Se trata de alcanzar a un número suficiente de creyentes autorizados por el poder de Cristo que cambian todo lo que tocan: la familia, el trabajo, las escuelas, el comercio. Cuando se llega a este número, el poder del Dios viviente trae cambios significantes en los problemas que plagan nuestras ciudades hoy día: la pobreza, el crimen, las adicciones, las pandillas, el divorcio, la violencia y un aumento dramático en las cosas que caracterizan el Reino de Dios las cuales son: la misericordia, la justicia, la prosperidad (sobre todo para los pobres), y la compasión.
Esperamos que las ciudades de nuestras naciones experimenten una visitación divina la cual transformará las estructuras religiosas, políticas, sociales y económicas de nuestra cultura, y que se encienda un avivamiento y una respuesta de proporciones sin precedente entre los perdidos.
El poder del Reino de Dios para cambiar Naciones
Por pastor Dr. Héctor Torres
Ciudades como Cali, Colombia; Almolonga, Guatemala; Kiambu, Kenia; Potosí, Bolivia; o naciones como Ghana, Nigeria y Uganda en África han experimentado una visitación de Dios a un nivel que sólo puede definirse como transformador.
El último siglo y particularmente la última década, se ha convertido en la era más grandiosa para la propagación del evangelio en la historia de la Iglesia. Alrededor del mundo y en diversos campos misioneros, grandiosas manifestaciones del Espíritu Santo en acción están ocurriendo diariamente. Estas incluyen tremendas manifestaciones espirituales, incluyendo millones de personas alcanzadas para Cristo a través de milagros extraordinarios por las manos del pueblo de Dios.
Un sentido sin precedente es la necesidad urgente de la unidad dentro del Cuerpo de Cristo. En el vídeo de Transformaciones 1, George Otis Jr., indica que Dios le habló a Julio Rubial durante un tiempo de ayuno y oración diciéndole "no tienes el derecho de estar ofendido, necesitas perdonar", así pues Julio fue a los pastores de la ciudad de Cali y pidió perdón a todos, uno por uno. No podían caminar en desunión, no cuando su ciudad enfrentaba tantos desafíos.
Un desenlace jamás visto de la gracia de Dios sobre el llamado «tercer mundo», es el que ha resultado en un surgimiento de nuevos líderes dotados con el poder de Dios en manifestación. Existe una nueva generación de jóvenes revolucionarios, comprometidos y entregados al servicio del Reino; una ola de misioneros enviados a cubrir toda la faz de la tierra con el evangelio del Reino. Hay un creciente número de ciudades, regiones y naciones transformadas por el poder de Dios mediante la intercesión corporativa y el evangelismo masivo.
En África, miles de iglesias independientes se están levantando por todo el continente, muchas de ellas cortando raíces con el control denominacional del colonialismo. Se estima que al presente más de 25,000 personas se entregan a Cristo cada 24 horas en las naciones al sur del desierto del Sahara.
En Asia, aproximadamente 40,000 personas hacen profesiones de fe diariamente, de ellas casi 24,000 en la China. En esta misma nación se estima que más de 100 millones de personas se congregan en hogares para celebrar servicios de adoración y enseñanza de la Biblia bajo la represión del gobierno comunista. Naciones como Nepal y Mongolia, anteriormente totalmente cerradas al evangelio, están experimentando una visitación de Dios.
En Latino-américa, un explosivo crecimiento sin precedente está ocurriendo. Iglesias de raíces nacionales están explotando con un promedio de tres mil congregaciones cada treinta días. La mayoría del liderazgo de estas congregaciones está saliendo del ámbito profesional o comercial. Más del 80% del crecimiento está ocurriendo en iglesias de trasfondo pentecostal, carismático o la ya reconocida «Renovación Bautista». A principios del siglo pasado se estimaba una población evangélica de 50,000 personas, hoy día se estima una Iglesia de más de 120 millones de creyentes. Algunos estudios indican que si el índice de crecimiento de la Iglesia evangélica continúa su acelerado paso, en menos de veinte años la población evangélica del continente será una mayoría.
En los EE.UU. y en Canadá; las iglesias de más rápido crecimiento son igualmente las de línea pentecostal o carismática. Congregaciones independientes que enfatizan las manifestaciones del Espíritu Santo, la intercesión y el evangelismo masivo y personal. La Iglesia hispano-parlante de los Estados Unidos y Canadá está creciendo de igual manera. Misioneros de Sur y Centro América están siendo enviados desde sus naciones a plantar iglesias. Movimientos como Verbo, El Shaddai y Elím de Guatemala, la Misión Carismática, la Iglesia en la Roca y Bethesda de Colombia, Betania de Guatemala, Amor Viviente de Honduras y muchas otras más se han propagado por toda la nación. Miles de pastores de Puerto Rico, Argentina, El Salvador, Guatemala, México, Colombia y la República Dominicana han abandonado sus países de origen para plantar obras en estas naciones del norte.
Patrick Johnstone, en su manual Operación Mundo, calcula que los evangélicos y pentecostales «son los grupos de mayor crecimiento religioso en el mundo entero». La mayoría del crecimiento procede de conversiones, en contraste con el Islam y el Catolicismo, donde el incremento está en el alto índice de nacimientos. Particularmente, en los campos tercermundistas se ha visto una grandiosa cosecha de almas.
¿Cuál ha sido el motivo de este explosivo cambio? ¿Por qué están ocurriendo estas visitaciones en diferentes lugares del mundo? Opino que las razones primordiales han sido las siguientes:
- La oración intercesora de la Iglesia
- La unidad del liderazgo pastoral
- El resurgimiento de los ministerios del apóstol y del profeta
- El arrepentimiento identificable
- El derramamiento prometido de la lluvia tardía del Espíritu Santo
- Fundamentos bíblicos de comunidades transformadas
Nuestra mentalidad ha sido influenciada por los filósofos europeos, donde el individuo ha llegado a ser más importante que el todo. La Biblia enseña lo contrario. Nuestra sociedad tiene una mentalidad individualista y egocéntrica que busca lo suyo propio y no lo de Cristo Jesús. Jeremías 29:11-14 nos muestra el corazón de Dios hacía una ciudad y una nación.
Jesucristo envió sus discípulos a transformar ciudades (Jerusalén, Samaria), regiones (Judea) y naciones (lo último de la tierra) [Ver Hch. 1:8]. Los discípulos aún pensaban en el establecimiento del reino de Israel, pero él los estaba enviando para establecer el Reino de Dios. Somos llamados instrumentos de restauración para reedificar las ruinas, los asolamientos y los escombros de muchas generaciones (ver Is. 61:4). Después del día de Pentecostés, vemos a una Iglesia que se lanza a transformar comunidades como se le había comisionado.
Jesucristo instruyó a sus discípulos que declararan dondequiera que fuesen: «El reino de los cielos se ha acercado a vosotros». ¿En qué consiste el Reino de Dios? De acuerdo a Romanos 14:17, el Reino de Dios consiste en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El apóstol Pablo nos enseña el patrón necesario para transformar una ciudad, pero requiere de algunos principios fundamentales:
- Comunión en el Evangelio (Flp. 1:5; Hch. 19:8).
- Defensa y confirmación del Evangelio (Flp. 1:7; Hch. 19:9).
- Progreso del Evangelio (Flp. 1:12; Hch. 19:10).
- Unidad de visión y de propósito, combatiendo unánimes por la fe del evangelio (Flp. 1:27; Hch. 19:20).
La transformación es un proceso de adentro hacia fuera y de abajo hacia arriba. Se trata de alcanzar a un número suficiente de creyentes autorizados por el poder de Cristo que cambian todo lo que tocan: la familia, el trabajo, las escuelas, el comercio. Cuando se llega a este número, el poder del Dios viviente trae cambios significantes en los problemas que plagan nuestras ciudades hoy día: la pobreza, el crimen, las adicciones, las pandillas, el divorcio, la violencia y un aumento dramático en las cosas que caracterizan el Reino de Dios las cuales son: la misericordia, la justicia, la prosperidad (sobre todo para los pobres), y la compasión.
Esperamos que las ciudades de nuestras naciones experimenten una visitación divina la cual transformará las estructuras religiosas, políticas, sociales y económicas de nuestra cultura, y que se encienda un avivamiento y una respuesta de proporciones sin precedente entre los perdidos.
Esperamos también que esta transformación sea dirigida por la Iglesia y que sea un modelo para las ciudades del mundo.
Fuente:
Este artículo se adaptó del libro "Venga tu Reino" por Casa Creación. Usado con permiso.
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Fuente:
Este artículo se adaptó del libro "Venga tu Reino" por Casa Creación. Usado con permiso.
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