EL EVANGELIO HOY Segunda Parte
Un Evangelio Reformado:
Las Cinco leyes espirituales reformadas
Por Paul David Washer
ERROR 4: UN LLAMADO NO-BÍBLICO
La cuarta ley errada del evangelio de hoy es que “al escuchar el evangelio los pecadores deben hacer una oración de fe y pedir a Jesús que venga a su corazón para que los salve. Si la persona pide con fe, entonces puede estar segura de que ha sido salvada". El problema con esta “ley espiritual” es que, precisamente, es no bíblica.
Ezequiel 36:26 dice:
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne".
Ezequiel 36:27 dice:
"Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra".
Después de leer este texto ¿hay alguna duda de que el arrepentimiento que guía a la salvación involucra un cambio radical que es, desde el comienzo y hasta el final, una obra de Dios; y que sin dicho arrepentimiento no hay salvación?
REFORMA 4: UN LLAMADO BÍBLICO DE FE Y ARREPENTIMIENTO
El verdadero arrepentimiento es una obra de Dios y éste va siempre acompañado de fe en las promesas de Dios. Sin embargo, en la salvación el hombre no solo se arrepiente, sino que también cree. La verdadera fe no es tan complicada como algunas veces hacemos que ésta sea. La fe es simplemente creer que algo es así, porque Dios ha declarado que así es. Éste es el significado de Hebreo 11:1.
Hebreos 11:1 dice:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción delo que no se ve".
El hombre que ha creído para salvación es el que espera la salvación y la considera como un hecho, aunque no pueda verla. O, para usar el ejemplo de Abraham en Romanos 4:21, la fe es estar completamente persuadido de que Dios tiene el poder sobre la salvación que Él ha prometido a través de Su Hijo unigénito; es estar plenamente convencido de que Dios era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.
Mi querido amigo cristiano, muchos han sido salvos mientras oraban la oración del pecador; pero no por causa de sus palabras o la petición, sino por causa de Dios que da el arrepentimiento y la fe, las cuales fueron puestas en nuestros corazones como un resultado de la conversión.
De la misma manera, muchos han sido guiados a una falsa seguridad de salvación porque dijeron las palabras correctas, pero la conversión así como el arrepentimiento y la fe que florecen por ésta, estaban ausentes. A la luz de lo que ha sido dicho, quisiéramos cambiar la cuarta ley espiritual de “invitar a los pecadores a realizar la oración del pecador”, y mejor decir: “rogarles que se arrepientan de sus pecados y se vuelvan a Dios a través de la fe en Cristo”.
La seguridad de salvación no viene de recordar el día en que hicimos una oración, sino de una adecuada evaluación de nuestra vida a la luz de Las Escrituras, para ver si hay existencia de evidencia bíblica de salvación.
ERROR 5: UNA FALSA SEGURIDAD
La quinta y ultima “ley espiritual” del evangelio de hoy toca el tema de lo que es comúnmente llamada la seguridad eterna. La ley dice algo así: “Si alguien que ha repetido la oración del pecador alguna vez duda de su salvación, entonces debe simplemente volver al tiempo en que hizo la oración y afirmar que su salvación es un hecho”.
Algunas veces al nuevo converso se le dice que debe escribir el día de su conversión en la tapa de su Biblia, de modo que si alguna duda lo asaltase, el pueda asegurarse, al abrir su Biblia, y mirar la fecha de su conversión, que ésta se realizó. ¡Esto es absurdo y no-bíblico! De hecho, es una peligrosa herejía que ha llevado a muchos al camino de destrucción.
REFORMA 5: SEGURIDAD SEGÚN LAS ESCRITURAS
La seguridad de salvación no viene de recordar el día en que hicimos una oración, sino de una adecuada evaluación de nuestra vida a la luz de Las Escrituras, para ver si hay existencia de evidencia bíblica de salvación en nosotros.
Cuando Pablo trató con la posibilidad de inconversos entre los Corintios, él no les dijo que recordaran el día en que hicieron “su oración” y tomaran la fecha de su conversión en las tapas de sus Biblias; sino que les dijo que miraran sus vidas en el tiempo presente.
En 2 Corintios 13:5 Pablo dijo:
"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?"
Para encontrar seguridad, no estamos llamados a ver una fecha en el pasado, sino a ver nuestras vidas en el presente. Debemos cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestra profesión de fe.
En las palabras de Juan el Bautista, ¿estamos dando frutos dignos de arrepentimiento?
Mateo 3:8:
"Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento".
En las palabras de Pablo, ¿estamos probando nuestro arrepentimiento por nuestras obras?
Hechos 26:20
"Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento".
O, en las palabras de Santiago, ¿es nuestra fe muerta porque no está acompañada de obras?
Santiago 2:17
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".
En las palabras de Pedro, ¿es nuestro conocimiento de Dios ineficaz e infructuoso?"
2 Pedro 1:8
"Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo".
A la luz de lo que ha sido dicho, deberíamos cambiar la quinta “ley espiritual”, de “decirle a aquellos que dudan de su salvación que miren al día en que hicieron una oración”; y mejor “decirles que miren su vida presente a la luz de las Escrituras. Si no ha habido cambio, ni conformidad de sus vidas a las Escrituras, ni genuino celo o amor por Dios, entonces no pueden estar seguros de haber sido salvados”.
EN RESUMEN: LAS CINCO LEYES ESPIRITUALES REFORMADAS
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Ezequiel 36:26 dice:
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne".
Ezequiel 36:27 dice:
"Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra".
Después de leer este texto ¿hay alguna duda de que el arrepentimiento que guía a la salvación involucra un cambio radical que es, desde el comienzo y hasta el final, una obra de Dios; y que sin dicho arrepentimiento no hay salvación?
REFORMA 4: UN LLAMADO BÍBLICO DE FE Y ARREPENTIMIENTO
El verdadero arrepentimiento es una obra de Dios y éste va siempre acompañado de fe en las promesas de Dios. Sin embargo, en la salvación el hombre no solo se arrepiente, sino que también cree. La verdadera fe no es tan complicada como algunas veces hacemos que ésta sea. La fe es simplemente creer que algo es así, porque Dios ha declarado que así es. Éste es el significado de Hebreo 11:1.
Hebreos 11:1 dice:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción delo que no se ve".
El hombre que ha creído para salvación es el que espera la salvación y la considera como un hecho, aunque no pueda verla. O, para usar el ejemplo de Abraham en Romanos 4:21, la fe es estar completamente persuadido de que Dios tiene el poder sobre la salvación que Él ha prometido a través de Su Hijo unigénito; es estar plenamente convencido de que Dios era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.
Mi querido amigo cristiano, muchos han sido salvos mientras oraban la oración del pecador; pero no por causa de sus palabras o la petición, sino por causa de Dios que da el arrepentimiento y la fe, las cuales fueron puestas en nuestros corazones como un resultado de la conversión.
De la misma manera, muchos han sido guiados a una falsa seguridad de salvación porque dijeron las palabras correctas, pero la conversión así como el arrepentimiento y la fe que florecen por ésta, estaban ausentes. A la luz de lo que ha sido dicho, quisiéramos cambiar la cuarta ley espiritual de “invitar a los pecadores a realizar la oración del pecador”, y mejor decir: “rogarles que se arrepientan de sus pecados y se vuelvan a Dios a través de la fe en Cristo”.
La seguridad de salvación no viene de recordar el día en que hicimos una oración, sino de una adecuada evaluación de nuestra vida a la luz de Las Escrituras, para ver si hay existencia de evidencia bíblica de salvación.
ERROR 5: UNA FALSA SEGURIDAD
La quinta y ultima “ley espiritual” del evangelio de hoy toca el tema de lo que es comúnmente llamada la seguridad eterna. La ley dice algo así: “Si alguien que ha repetido la oración del pecador alguna vez duda de su salvación, entonces debe simplemente volver al tiempo en que hizo la oración y afirmar que su salvación es un hecho”.
Algunas veces al nuevo converso se le dice que debe escribir el día de su conversión en la tapa de su Biblia, de modo que si alguna duda lo asaltase, el pueda asegurarse, al abrir su Biblia, y mirar la fecha de su conversión, que ésta se realizó. ¡Esto es absurdo y no-bíblico! De hecho, es una peligrosa herejía que ha llevado a muchos al camino de destrucción.
REFORMA 5: SEGURIDAD SEGÚN LAS ESCRITURAS
La seguridad de salvación no viene de recordar el día en que hicimos una oración, sino de una adecuada evaluación de nuestra vida a la luz de Las Escrituras, para ver si hay existencia de evidencia bíblica de salvación en nosotros.
Cuando Pablo trató con la posibilidad de inconversos entre los Corintios, él no les dijo que recordaran el día en que hicieron “su oración” y tomaran la fecha de su conversión en las tapas de sus Biblias; sino que les dijo que miraran sus vidas en el tiempo presente.
En 2 Corintios 13:5 Pablo dijo:
"Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?"
Para encontrar seguridad, no estamos llamados a ver una fecha en el pasado, sino a ver nuestras vidas en el presente. Debemos cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestra profesión de fe.
En las palabras de Juan el Bautista, ¿estamos dando frutos dignos de arrepentimiento?
Mateo 3:8:
"Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento".
En las palabras de Pablo, ¿estamos probando nuestro arrepentimiento por nuestras obras?
Hechos 26:20
"Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento".
O, en las palabras de Santiago, ¿es nuestra fe muerta porque no está acompañada de obras?
Santiago 2:17
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".
En las palabras de Pedro, ¿es nuestro conocimiento de Dios ineficaz e infructuoso?"
2 Pedro 1:8
"Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo".
A la luz de lo que ha sido dicho, deberíamos cambiar la quinta “ley espiritual”, de “decirle a aquellos que dudan de su salvación que miren al día en que hicieron una oración”; y mejor “decirles que miren su vida presente a la luz de las Escrituras. Si no ha habido cambio, ni conformidad de sus vidas a las Escrituras, ni genuino celo o amor por Dios, entonces no pueden estar seguros de haber sido salvados”.
Para concluir este breve articulo del evangelio y de su predicación a
los perdidos, presentaremos las cinco leyes espirituales como son
comúnmente compartidas y como las hemos reformado.
(1) Dios te ama y tiene un
plan maravilloso para tu vida.
REFORMA: Dios es el Creador y Señor del Universo y está
infinita infinitamente preocupadopor Su Gloria.
(2) Hemos pecado y nuestro
pecado nos separa de Dios.
REFORMA: Todos los hombres son pecadores, depravados en su
naturaleza y obras; espiritualmente muertos, bajo la justa condenación de Dios y
totalmente dependientes de Su misericordia.
(3) Cristo murió por nuestros
pecados.
REFORMA: Cristo vivió una vida perfecta para nosotros, llevo nuestros pecados en
la Cruz, y sufrió la condenación de Dios por cada Ley de Dios que hemos roto.
Él
murió en nuestro lugar, separado de la comunión con Dios y aplastado bajo el
peso dela ira de Dios.
Su terrible muerte pagó la deuda de nuestro pecado y
proveyó la base de nuestra salvación.
Su resurrección y perfecta vida nos
proveyó un regalo de justicia, por el cual podemos estar ante Dios, como verdadera
justicia de Dios en Cristo.
(4) Debemos hacer una oración de fe y pedir a Cristo
que venga a nuestro corazón y nos salve.
REFORMA: El hombre se debe arrepentir y creer en
el Evangelio.
El arrepentimiento es una tristeza genuina por el pecado y un
temor del juicio que resulta en un volverse del pecador y acercarse a Dios.
La
fe es la confianza sencilla de que Dios tiene el poder y la buena voluntad de
darnos la salvación que Él ha prometido a través de Su Hijo unigénito.
(5) Si
hicimos la oración con fe, entonces podemos estar seguros que somos salvos. Si
dudamos de nuestra salvación, entonces simplemente debemos recordar el tiempo en
el que hicimos aquella oración de fe y ver la salvación como un hecho.
REFORMA: Si una
persona duda de su salvación, debe examinar su vida a la luz de las Escrituras.
Si no ha habido cambio ni conformidad en su vida a las Escrituras ni genuino
celo o amor por Dios, entonces la persona no puede estar segura de que ha sido
salvada.
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ARTÍCULOS RELACIONADOS:
El Evangelio Hoy I
1 comentarios:
Por favor requiero una respuesta a la pregunta, si se elimina la decisión o la oportunidad de orar (con fe y arrepentimiento obviamente) como es posible evangelizar si hacer un llamado que se exteriorice en una oración, dando la oportunidad de expresar y/o exteriorizar dicha fe. Acaso la escritura no dice con la boca se confiesa para salvación, creo firmemente que luego de una predicación clara y verdadera del evangelio puro (sin aditivos y sin quitar nada de lo que Cristo enseño al respecto) es bueno exhortar y alentar a que se ore (no es esta la forma de comunicarse con Dios). Yo no promuevo decisiones, de hecho en muchas ocasiones luego de una exposición clara del evangelio, me han dicho no estoy preparado para hacer esa decisión, y se que esta me implica un cambio de vida, y la rechazan. Por favor quiero una explicación válida, porque no son buenos los dogmas que se acuñan sin un respaldo razonable en quién es Dios y en lo que la escritura enseña. Gracias y aguardo respuesta.
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