¿QUÉ ES UN APÓSTOL?
Apóstoles: ¡Esclavos de Cristo!
Por Dr. Brian Dodd
Traducido y editado por Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
¿Por qué algunas personas hacen de los apóstoles los nuevos papas? Y por otro lado, ¿por qué algunos dicen que no hay apóstoles hoy? Pablo los identifica como uno de los cinco dones necesarios para la edificación y la madurez de la iglesia. ¿Por qué algunos exaltan este don? ¿Por qué algunos creen que Dios ha quitado este don?
La respuesta se centra en una mala interpretación de lo que un apóstol era en primer lugar (en el contexto social greco-romano), y se basan en una comprensión jerárquica que sitúa a los apóstoles en la parte superior de la estructura organizativa de la iglesia cuando el Nuevo Testamento los coloca claramente en la parte inferior. La comprensión del liderazgo en el Nuevo Testamento que debe enmarcar nuestra comprensión de los apóstoles es el lavado de pies, un esclavo de bajo status (Juan 13), y la "carrera hacia lo más bajo" para convertirse en un "esclavo de todos" (Mateo 20:20ss; 1 Corintios 09:19).
APÓSTOLES EN EL NUEVO TESTAMENTO
Un "apóstol" en el mundo antiguo era simplemente alguien que era enviado (griego: apóstolos). Un apóstol era alguien que era enviado para atender los negocios de otra persona en su nombre. No había -originalmente hablando- nada religioso sobre ellos. ¡Eran normalmente unos esclavos no valorados, que eran prescindibles!
Viajar en el mundo antiguo era peligroso, y era algo que las personas no decidían a la ligera. ¿Quién tendría el derecho de enviar a alguien en su nombre? El dueño de un esclavo o un comandante gubernamental o militar. La persona enviada -el apóstol- no tenía otra opción. En el caso del gobierno o el ejército, el apóstol enviado con órdenes normalmente era parte de un séquito bien armado. El esclavo-apóstol no tenía esa protección.
El amo escogería al esclavo que él considerara que más podía darse el lujo de perder, y enviaría a uno que conduciría su negocio en algún lugar distante. El esclavo-apóstol podía ser el mismo esclavo más bajo de la casa al que se le daba la vergonzosa tarea de lavar los pies (ver Juan 13). Era el que importaba menos, y por lo tanto era el enviado.
Otro problema en la comprensión de cómo la palabra "apóstol" se utiliza en la Biblia son las imágenes medievales que tenemos en nuestras mentes de los doce discípulos de Jesús con aureolas alrededor de sus cabezas, o las falsas suposiciones que los apóstoles eran sólo figuras religiosas. Que ellos eran altas personas de estado con mucho poder; que sólo habían unos pocos de ellos y ahora ellos han dejado de existir o su trabajo está ahora encarnado en otras personas con diferentes títulos (obispos de varias clases en la iglesias Católica y las de tradiciones anglicanas).
LIDERAZGO HOY
Hace varios años escribí: "El liderazgo que necesitamos hoy es un liderazgo apostólico" (El Liderazgo empoderado de la Iglesia: El Ministerio en el Espíritu según Pablo [Downers Grove: Intervarsity Press, 1999], p 150.). Y describo lo que quiero decir en ese capítulo utilizando todo el lenguaje extra-bíblico (ya que nosotros irremediablemente entendemos mal el término "apóstol", y perdemos su importación con una mala interpretación jerárquica). "Apostólico" no es un término bíblico. Si yo estuviera hablando bíblicamente, habría explicado por qué los esclavos-apóstoles (que sirven de ayuda, al dar, en misericordia, etc.) eran dones comunes entonces, y deberían serlo ahora.
Habían muchos apóstoles en el Nuevo Testamento que no eran de los Doce o como Pablo, que no eran autores de libros, y que no habrían considerado su don como un título, estatus o privilegio. Lo que necesitamos hoy más que nada es la liberación de ese tipo de esclavos-apóstoles, para el cumplimiento de la misión de Jesús a los perdidos y a los heridos. Dios es un Dios que envía y ordena a sus seguidores a ir a aquellos que han perdido el camino, sin esperar que sean ellos los que vengan a nosotros.
Muchos líderes han escuchado el zumbido, leído los libros y les gustaría ser "apostólicos en su liderazgo" y sin embargo permanecer en el cargo, en condiciones de seguridad, en el nicho de comodidad de algunos bunkers cristianos. Eso no se puede hacer. Ser apóstol es llegar a ser prescindible, de bajo estatus, y expuesto al ridículo y a la inseguridad en esta vida: "Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. ..." (1 Corintios 4:9,10).
LOS APÓSTOLES QUE NECESITAMOS HOY
Apóstoles son dados por Dios como un regalo a la iglesia y al mundo (Efesios 4:11), y se necesitan más desesperadamente. Una iglesia sin apóstoles (y profetas, para el caso) es un fuego sin llama. ¿Qué está mal con este cuerpo? Hemos cortado una extremidad esencial de apóstoles por medio del intelectualismo, el control religioso y la carne (y por lo tanto la mayoría de los dones permanecen latentes y no ofrecidos a Dios, la función de los apóstoles es un pilar importante para equipar al Cuerpo de Cristo para el servicio y la madurez; Efesios 4: 11ss). La mayoría de los apóstoles no se encuentran en la iglesia "como-ya-lo-sabemos", y es por eso que la llama está ardiendo en otros lugares. Jesús es el jefe -como El que fue enviado, ahora Él envía a éstos a sufrir y a servir, con el fin de dar a conocer la presencia y la venida de la plenitud de Su Reino. ¡Los apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia-como-Dios-la-quiere! (Efesios 2:20; 3: 5-6; 4:11).
Necesitamos que los apóstoles sean liberados. Son pequeños "a" y pequeños "p", apóstoles y profetas, los "don-nadie" que han llegado a ser "alguien" para Dios por medio de Cristo. No estamos hablando de una nueva versión de "la estrella del show" que ahora plagan a la iglesia como-todos-sabemos-. Ellos son pequeños "a" y pequeños "p", apóstoles y profetas, pero con una S mayúscula al final: "Y Dios constituyó a unos, apóstoleS; a otros, profetaS ..." No necesitamos más "super-estrellas" individualistas. Necesitamos más ejemplos de lo que significa "someterse unos a otros en el temor de Cristo" (Efesios 5:21). ¡Por favor, Señor, envía obreros a tu mies abundante!
Fuente:
Apóstoles: ¡Esclavos de Cristo!
Por Dr. Brian Dodd
Traducido y editado por Dr. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
¿Por qué algunas personas hacen de los apóstoles los nuevos papas? Y por otro lado, ¿por qué algunos dicen que no hay apóstoles hoy? Pablo los identifica como uno de los cinco dones necesarios para la edificación y la madurez de la iglesia. ¿Por qué algunos exaltan este don? ¿Por qué algunos creen que Dios ha quitado este don?
La respuesta se centra en una mala interpretación de lo que un apóstol era en primer lugar (en el contexto social greco-romano), y se basan en una comprensión jerárquica que sitúa a los apóstoles en la parte superior de la estructura organizativa de la iglesia cuando el Nuevo Testamento los coloca claramente en la parte inferior. La comprensión del liderazgo en el Nuevo Testamento que debe enmarcar nuestra comprensión de los apóstoles es el lavado de pies, un esclavo de bajo status (Juan 13), y la "carrera hacia lo más bajo" para convertirse en un "esclavo de todos" (Mateo 20:20ss; 1 Corintios 09:19).
APÓSTOLES EN EL NUEVO TESTAMENTO
Un "apóstol" en el mundo antiguo era simplemente alguien que era enviado (griego: apóstolos). Un apóstol era alguien que era enviado para atender los negocios de otra persona en su nombre. No había -originalmente hablando- nada religioso sobre ellos. ¡Eran normalmente unos esclavos no valorados, que eran prescindibles!
Viajar en el mundo antiguo era peligroso, y era algo que las personas no decidían a la ligera. ¿Quién tendría el derecho de enviar a alguien en su nombre? El dueño de un esclavo o un comandante gubernamental o militar. La persona enviada -el apóstol- no tenía otra opción. En el caso del gobierno o el ejército, el apóstol enviado con órdenes normalmente era parte de un séquito bien armado. El esclavo-apóstol no tenía esa protección.
El amo escogería al esclavo que él considerara que más podía darse el lujo de perder, y enviaría a uno que conduciría su negocio en algún lugar distante. El esclavo-apóstol podía ser el mismo esclavo más bajo de la casa al que se le daba la vergonzosa tarea de lavar los pies (ver Juan 13). Era el que importaba menos, y por lo tanto era el enviado.
Pablo se identificaba a sí mismo en muchas maneras como uno de esos esclavos enviados, en sus cartas: "Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios" (Romanos 1:1). La auto-descripción más común de Pablo a lo largo de sus cartas es: "Yo soy un esclavo que es enviado por Jesús a los no judíos para comunicar la buena noticia de que el Reino de Dios ha llegado en Jesús." A los lectores de la Biblia, que hablan inglés [o español], les resulta fácil pasar por alto este importante aspecto de la auto-comprensión de Pablo, ya que los 190 términos diferentes griegos, que se utilizan para "esclavitud" en el Nuevo Testamento son eliminados por la palabra "siervo" en inglés (servant). Ésta no es una traducción muy apropiada, ya que en los días de Pablo un tercio de la población del imperio romano eran amos o señores que poseían esclavos; y un tercio de la población eran esclavos; y otro tercio eran personas que habían sido esclavas. Pablo deja claro lo que él quiere decir: la esclavitud a Cristo es ser su propiedad exclusiva -Cristo es el Amo/Señor (Gr. kurios es la palabra sencilla para amo-dueño de un esclavo). "¿Estoy ahora tratando de ganar la aprobación de las personas o la de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gálatas 1:10).
Otro problema en la comprensión de cómo la palabra "apóstol" se utiliza en la Biblia son las imágenes medievales que tenemos en nuestras mentes de los doce discípulos de Jesús con aureolas alrededor de sus cabezas, o las falsas suposiciones que los apóstoles eran sólo figuras religiosas. Que ellos eran altas personas de estado con mucho poder; que sólo habían unos pocos de ellos y ahora ellos han dejado de existir o su trabajo está ahora encarnado en otras personas con diferentes títulos (obispos de varias clases en la iglesias Católica y las de tradiciones anglicanas).
Ésta es una completa interpretación revisionista de lo que era un apóstol originalmente. "Apóstol" no era un título para una posición de liderazgo de alta jerarquía. Antes y después de Jesús los "apóstoles" eran esclavos de bajo status, sin poder propio, y que eran tan comunes como los lava-vajillas de hoy en día. Si practicáramos la esclavitud tal como lo hicieron en el mundo antiguo, cuando tu mencionaras "apóstol", hoy nadie pensaría del gerente, propietario o ejecutivo de un restaurante. Pensarían en los lavavajillas y los ayudantes del camarero. "Apóstol" no era una pretensión de alto estatus o autoridad, sino más bien uno llamado de baja condición y desechable. Cuando se acopla a la frase "de Cristo" esto comunicaba a qué negocio y bajo qué autoridad el apóstol estaba operando. Cristo era el jefe, era el que enviaba al apóstol y, cuando el apóstol hablaba, no era más que su canal.
LIDERAZGO HOY
Hace varios años escribí: "El liderazgo que necesitamos hoy es un liderazgo apostólico" (El Liderazgo empoderado de la Iglesia: El Ministerio en el Espíritu según Pablo [Downers Grove: Intervarsity Press, 1999], p 150.). Y describo lo que quiero decir en ese capítulo utilizando todo el lenguaje extra-bíblico (ya que nosotros irremediablemente entendemos mal el término "apóstol", y perdemos su importación con una mala interpretación jerárquica). "Apostólico" no es un término bíblico. Si yo estuviera hablando bíblicamente, habría explicado por qué los esclavos-apóstoles (que sirven de ayuda, al dar, en misericordia, etc.) eran dones comunes entonces, y deberían serlo ahora.
Habían muchos apóstoles en el Nuevo Testamento que no eran de los Doce o como Pablo, que no eran autores de libros, y que no habrían considerado su don como un título, estatus o privilegio. Lo que necesitamos hoy más que nada es la liberación de ese tipo de esclavos-apóstoles, para el cumplimiento de la misión de Jesús a los perdidos y a los heridos. Dios es un Dios que envía y ordena a sus seguidores a ir a aquellos que han perdido el camino, sin esperar que sean ellos los que vengan a nosotros.
Muchos líderes han escuchado el zumbido, leído los libros y les gustaría ser "apostólicos en su liderazgo" y sin embargo permanecer en el cargo, en condiciones de seguridad, en el nicho de comodidad de algunos bunkers cristianos. Eso no se puede hacer. Ser apóstol es llegar a ser prescindible, de bajo estatus, y expuesto al ridículo y a la inseguridad en esta vida: "Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. ..." (1 Corintios 4:9,10).
LOS APÓSTOLES QUE NECESITAMOS HOY
Apóstoles son dados por Dios como un regalo a la iglesia y al mundo (Efesios 4:11), y se necesitan más desesperadamente. Una iglesia sin apóstoles (y profetas, para el caso) es un fuego sin llama. ¿Qué está mal con este cuerpo? Hemos cortado una extremidad esencial de apóstoles por medio del intelectualismo, el control religioso y la carne (y por lo tanto la mayoría de los dones permanecen latentes y no ofrecidos a Dios, la función de los apóstoles es un pilar importante para equipar al Cuerpo de Cristo para el servicio y la madurez; Efesios 4: 11ss). La mayoría de los apóstoles no se encuentran en la iglesia "como-ya-lo-sabemos", y es por eso que la llama está ardiendo en otros lugares. Jesús es el jefe -como El que fue enviado, ahora Él envía a éstos a sufrir y a servir, con el fin de dar a conocer la presencia y la venida de la plenitud de Su Reino. ¡Los apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia-como-Dios-la-quiere! (Efesios 2:20; 3: 5-6; 4:11).
Necesitamos que los apóstoles sean liberados. Son pequeños "a" y pequeños "p", apóstoles y profetas, los "don-nadie" que han llegado a ser "alguien" para Dios por medio de Cristo. No estamos hablando de una nueva versión de "la estrella del show" que ahora plagan a la iglesia como-todos-sabemos-. Ellos son pequeños "a" y pequeños "p", apóstoles y profetas, pero con una S mayúscula al final: "Y Dios constituyó a unos, apóstoleS; a otros, profetaS ..." No necesitamos más "super-estrellas" individualistas. Necesitamos más ejemplos de lo que significa "someterse unos a otros en el temor de Cristo" (Efesios 5:21). ¡Por favor, Señor, envía obreros a tu mies abundante!
Fuente:
Apostles of Christ by Brian Dodd
Doctor Brian Dodd, es un experto en el mundo griego de los tiempos de Cristo (vea su libro "Liderazgo con poder", de Editorial Patmos). Él es Doctor en Estudios del Nuevo Testamento, de la Universidad de Sheffield) es el autor de "El Liderazgo empoderado de la Iglesia: el Ministerio en el Espíritu según Pablo [Downers Grove: Intervarsity Press, 1991]. Ese libro lleva la frase "El liderazgo que necesitamos hoy es un liderazgo apostólico" (página 150); y en ese capítulo él describe este tipo de liderazgo utilizando todo el lenguaje extra-bíblico, porque nosotros lamentablemente malinterpretamos el término "apóstol" y perdimos su importancia por malas interpretaciones basadas en jerarquía.
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7 comentarios:
¿Quién nombra o establece a un apóstol en la actualidad? ¿Se autonombran ellos mismos?
Por qué adoptar ese título si el de siervo es menos rimbombante?
Sí hermano Nestor Medina esa pregunta es importante. Según lo que vemos en la Biblia es el Espíritu del Señor quien reparte los dones en Su Iglesia (1Cor. 12:1-11). Y en el caso de los apóstoles, estos deberían tener un claro llamado a ese ministerio. Debe ser el Señor el que los llama y los capacita, y la iglesia la que confirma ese llamamiento (Hch. 13:1-3).
La Biblia también da una variedad de opciones sobre cómo el Señor llama y cómo se confirma el llamamiento al ministerio, no sólo el de apóstoles, pero de profetas y pastores. Pero siempre habrá la real posibilidad de que haya falsos apóstoles, como también ha habido falso profetas y pastores-maestros a través de toda la historia. Lamentablemente, lo falso siempre ha acompañado a lo real y genuino. En el lenguaje del Señor es difícil separar el trigo de la cizaña ¡pero sí podemos saber la diferencia! Y el Señor sabe elogiar a una iglesia que sabe reconocer y a los verdaderos apóstoles de los falsos apóstoles (2Cor. 11:13-14; Ap. 2:2).
Sí, el término siervo realmente no es un título, es también una función, y yo diría un atributo. El Maestro claramente enseñó a Sus primeros discípulos, a los que llamó luego apóstoles, que ellos al igual que Él debían ser reconocidos más bien como siervos y todos debían servirse los unos a los otros.
Así como he visto a falsos apóstoles arrogantes y altivos, sin ninguna vocación de servicio, sino disfrutando los beneficios y privilegios de una posición, también he visto a muchos pastores, evangelistas y adoradores. De hecho, hasta la fecha, he visto a más pastores orgullosos, tiranos y dictatoriales que apóstoles...
¡Pero eso no debería suceder en NINGÚN ministerio de la Iglesia de Jesucristo!
El ministerio del Señor es eso, servicio, y se requiere de un corazón de siervo para ejecutarlo.
Bendiciones
Ap. Daniel Guerrero
Interesante, digno de seguir estudiando, pensando al respecto, pero sobre todo investigando, buscando revelación del Espíritu Santo. Ayudanos Señor Jesús a desarrollar un liderazgo servidor
Un discipulo Una vez que es instruido es enviado a anunciar la buena nueva dando testimonio con su vida y compartiendo los dones del Espiri
tu Santo.
Un discipulo Una vez que es instruido es enviado a anunciar la buena nueva dando testimonio con su vida y compartiendo los dones del Espiri
tu Santo.
El libro de hechos nos habla de los requisitos de un apóstol en el capítulo 1 de hechos. El apóstol Pablo defiende su apostolado y enumera requisitos que cumplió y se hace Llamar el último apóstol.
Yo entiendo que la iglesia de Jesucristo tiene los 5 ministerios pero dos de ellos no son visuales humanamente hablando, si no que están en las sagradas escrituras: los profetas y los apóstoles; los otros tres ministerios si son visuales, representados por personas en Liderazgo
El libro de hechos nos habla de los requisitos de un apóstol en el capítulo 1 de hechos. El apóstol Pablo defiende su apostolado y enumera requisitos que cumplió y se hace Llamar el último apóstol.
Yo entiendo que la iglesia de Jesucristo tiene los 5 ministerios pero dos de ellos no son visuales humanamente hablando, si no que están en las sagradas escrituras: los profetas y los apóstoles; los otros tres ministerios si son visuales, representados por personas en Liderazgo
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