MUJER Y REINO DE DIOS III
Mujer: Ayuda Idónea, Ayuda especial
Por Dr. Skip Moen
Traducido por Bessy Bendaña
La Doble Preposición
Ayuda Idónea – Cuando la Escritura utiliza una combinación extraña de palabras para describir algo tan importante como la Mujer, nos conviene prestar atención. Y no hay nada más extraño que la manera en que la Torá describe la creación de la Mujer. Se le llama ayuda – “kenegdo”. Conocemos la primera palabra, “´ezer” (ayuda).
Definitivamente no quiere decir asistente. Viene de un contexto de ayuda militar, fortaleza y rescate. En algún sentido, hasta ahora sin identificar, la mujer “salva” al hombre (pero la mayoría de los hombres ya saben esto, aunque no lo quieran admitir). Pero ese es solo el inicio del juego.
El texto hebreo no utiliza la palabra “´ezer sola”. El concepto completo es el de “´ezer kenegdo”. Desafortunadamente, al añadir la palabra “kenegdo” solo aumentamos su opacidad. Eso sucede porque la palabra “kenegdo” solo aparece una vez en toda la Escritura, y es aquí.
La palabra raíz detrás de esta extraña combinación es “neged”. Pero éste no es un sustantivo, verbo o adjetivo. Es una preposición. Esto sí que es extraño. Es como decir que “Havvah” (Eva) es una “ayuda antes” o una “ayuda delante de.”
El significado de la preposición sola (neged) se determina por el contexto. Cubre el rango de antes de, delante de, correspondiente a, contra u opuesto. Es aun más perturbador el hecho que aquí la preposición “neged” ha sido unida a “ki”, otra preposición que usualmente significa “cómo” o “así.”
Los comentaristas han luchado con esta combinación. Es evidente que las palabras son de importancia crítica para la comprensión de la intención de Dios con Su creación de la Mujer; pero muchos eruditos de la tradición cristiana tienden a tapar o ignorar la segunda palabra.
El comentario rabínico ubica un énfasis especial en la importancia de la combinación. El Rabino Rashi sugiere que la conjunción de las dos preposiciones significa que “´ezer” es tanto la que ayuda como la que se opone (1). Su rol es indeterminado.
Depende plenamente del contexto de la relación de pacto con su esposo. Si él es bendecido y justo, ella es ayuda. Si él no es bendecido e impío, ella es la que se le opone. En otras palabras, es la enemiga perfecta.
Está perfectamente diseñada para actuar como la guía íntima para que el hombre permanezca conectado al Señor. Y es la oposición perfecta cuando su hombre siente la tentación de irse por su propio camino.
Así que, “´ezer kenegdo”, es tan abogada como castigadora. Está ontológicamente equipada para “conocerle”, por cuanto vino de él y está diseñada para completarlo. Ella carga las armas más poderosas conocidas por el hombre, capaz de atraerlo a ella de maneras que nadie es capaz de hacerlo.
Cuando realmente es “'ezer kenegdo”, protege a su hombre como nadie más. Pero esa responsabilidad gloriosa y ese poder sorprendente vienen con un riesgo que hace retroceder.
Comprenderemos ese riesgo otro día. Mientras tanto, podemos comenzar a honrar el papel especial que Dios diseñó en cada mujer.
“De todo árbol del jardín puedes comer libremente, pero del árbol de conocimiento del bien y el mal, no deberás comer de él; por cuanto el día que comas de él ciertamente morirás.” (Génesis 2:17).
¿Qué sigue después de esta advertencia? ¿Qué aparece después de la única prohibición que Dios le da a Adán? La necesidad de un ´ezer kenegdo. El argumento procede de la prohibición concerniente al árbol del conocimiento del bien y el mal al requerimiento de una ´ezer kenegdo. Adicionalmente, toda la historia de la Caída se enfoca en el rol de la ´ezer kenegdo y el árbol. ¿Cómo podemos ignorar la conclusión obvia que el propósito del ´ezer kenegdo está de alguna manera conectado con el mandamiento de obediencia de Adán? (Gén. 2:17-18). Adán no necesita una asistente o colaboradora. La consigna del cuidado del Jardín, a ser fructífero, multiplicarse y la mayordomía de la tierra se da a los dos, hombre y mujer. Reciben las instrucciones de Dios por igual. Ese no es el caso de Adán cuando recibe la consigna y delega un poco de esa responsabilidad en su compañera fiel, Havvah (Eva).
Empero, el mandamiento que prohíbe comer del árbol del conocimiento del bien y el mal se da solo a Adán. La energía productiva de Adán no es la que necesita asistencia/ayuda. Es su fidelidad a la obligación moral ante Dios. El necesita un protector. Necesita a alguien cuyo trabajo es mantener al hombre en el camino correcto. Necesita a alguien que camine a su lado con el propósito expreso de apoyar su obediencia. Havvah (Eva) juega ese papel. Havvah tiene un papel, pero no es el papel de sierva domestica, descarga sexual, asistente de producción o Vicepresidente de trabajos públicos. ¡Es el rol de sacerdote! Ella debe ser la que se asegura que Adán permanezca fiel a Dios. Ella es quien se levanta entre el mandamiento de Dios y la obediencia de Adán, cuidándolo para que no se descarríe. La ayuda que provee es para rescatarlo y salvarlo. En este rol, ella se convierte en el paralelo de la relación extraordinaria entre Dios e Israel. Dios es el protector, proveedor y rescatador de Israel en el mundo caído, pero esos son los únicos roles que Dios se atribuye después de la Caída. Para comprender el rol de ´ezer kenegdo, debemos ver la relación de Dios con el hombre antes de la Caída.
Para esta exploración, solo tenemos las más mínimas pistas, pero tendrán que servir. La palabra hebrea para “hombre” y “mujer” contienen historias dobles. Sí, describen nuestra sexualidad, pero también implican mucho más. La palabra hebrea para “hombre” es zakar. Zakar tiene un homófono, otra palabra que se escribe exactamente igual en hebreo (Z-K-R) pero aparentemente tienen la misma raíz y significados diferentes. En este caso, zakar es un verbo que sugiere matices interesantes. El significado principal de zakar es el verbo “recordar”. Zakar describe la presencia mental que se lleva al corazón. En otras palabras, es el pensamiento que se convierte en acción. No existe mejor conexión entre estos dos elementos que el que se describe en el Salmo 103:18. “Para aquellos que guardan Su pacto y recuerdan Sus preceptos para cumplirlos.” El propósito de zakar no es de simplemente recordarnos algo. Es traer algo a la mente para que actuemos. “Entonces recordar a Dios y la obediencia implícita se experimentan como una relación vitalmente necesaria, de la cual el hombre no puede ni debe escaparse” (Eising). Zakar es una acción “necesaria para la existencia humana” y “un vínculo fundamental de recordatorio mutuo que une al hombre y a Dios."
¿Ves por que el homófono de zakar intriga tanto? ¿Es posible que al ser a la imagen de Dios como hombre (zakar) podría relacionarse a la necesitad del hombre de recordar quién es Dios y como se relaciona Dios a los hombres? EL hombre recibe un llamado a recordar – particularmente a recordar a Dios y su obligación con el Creador. En este sentido, Adán carga la imagen de Dios como el que fue llamado a recordar lo que Dios dijo, quién es Dios y actuar según esta información.
¿Y que de la “mujer”? el hebreo nekavah también es otra historia. Es una combinación con zakari (hombre), las dos palabras demuestran que la imagen de Dios se carga en el complemento de estas dos. Pero es necesario que los seres humanos sean humanos. Pero nekavah también tiene su propio énfasis. En este caso, la palabra en el árabe no solo significa “traspasar, hacer hoyo,” sino también “señalar, separar, estipular como líder.” Estos significados también los encontramos en las Escrituras hebreas. Por ejemplo, un esclavo de por vida (voluntariamente) es marcado con un orificio en la oreja. Cuando recibe nombre, transfiere su identidad del orificio en la oreja al nombre que recibe. Adicionalmente, encontramos la palabra utilizada para describir el nombramiento a una posición de importancia. Finalmente, en Isaías 62:2, describe al que recibe un nuevo nombre (nakav), como algo importante y de valor. Puede ser que nekavah como´ezer kenegdo se nombra al oficio de distinción, y el rol que carga conlleva una nueva identidad y presenta la marca de esa identidad en su sexualidad. A fin de cuentas, es la “madre de todo lo vivo,” (Gén. 2:20). Cualquiera nacido de mujer debe encontrar su nueva identidad por medio de espacio o túnel de su cuerpo en el proceso de adquisición de un nuevo nombre.
¿Qué descubrimos de ezer kenegdo? El texto sugiere que la mujer es diseñada para el propósito específico de mantener la obediencia entre su hombre y Dios. Ella es su intercesor. Ella debe guardar la relación con el Creador, apoyarlo cuando abraza la dirección de Dios y oponerse cuando no lo hace (1). Ella es la ayuda-opuesta en la única área donde requiere atención adicional. No en el trabajo, no en consignas que cambian al mundo, no en el dominio ni en la mayordomía – pero en el despertar espiritual y la obediencia. Sin ella, el hombre está en riesgo y profundamente vulnerable.
¿Es este el rol que imaginabas de la ´ezer kenegdo? Esto hace imposible ver a la mujer como ciudadanas de segunda categoría dentro del Cuerpo, ¿no lo crees?
Mujer: Ayuda Idónea, Ayuda especial
Por Dr. Skip Moen
Traducido por Bessy Bendaña
"Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea."
Génesis 2:18
La Doble Preposición
Ayuda Idónea – Cuando la Escritura utiliza una combinación extraña de palabras para describir algo tan importante como la Mujer, nos conviene prestar atención. Y no hay nada más extraño que la manera en que la Torá describe la creación de la Mujer. Se le llama ayuda – “kenegdo”. Conocemos la primera palabra, “´ezer” (ayuda).
Definitivamente no quiere decir asistente. Viene de un contexto de ayuda militar, fortaleza y rescate. En algún sentido, hasta ahora sin identificar, la mujer “salva” al hombre (pero la mayoría de los hombres ya saben esto, aunque no lo quieran admitir). Pero ese es solo el inicio del juego.
El texto hebreo no utiliza la palabra “´ezer sola”. El concepto completo es el de “´ezer kenegdo”. Desafortunadamente, al añadir la palabra “kenegdo” solo aumentamos su opacidad. Eso sucede porque la palabra “kenegdo” solo aparece una vez en toda la Escritura, y es aquí.
La palabra raíz detrás de esta extraña combinación es “neged”. Pero éste no es un sustantivo, verbo o adjetivo. Es una preposición. Esto sí que es extraño. Es como decir que “Havvah” (Eva) es una “ayuda antes” o una “ayuda delante de.”
El significado de la preposición sola (neged) se determina por el contexto. Cubre el rango de antes de, delante de, correspondiente a, contra u opuesto. Es aun más perturbador el hecho que aquí la preposición “neged” ha sido unida a “ki”, otra preposición que usualmente significa “cómo” o “así.”
Los comentaristas han luchado con esta combinación. Es evidente que las palabras son de importancia crítica para la comprensión de la intención de Dios con Su creación de la Mujer; pero muchos eruditos de la tradición cristiana tienden a tapar o ignorar la segunda palabra.
El comentario rabínico ubica un énfasis especial en la importancia de la combinación. El Rabino Rashi sugiere que la conjunción de las dos preposiciones significa que “´ezer” es tanto la que ayuda como la que se opone (1). Su rol es indeterminado.
Depende plenamente del contexto de la relación de pacto con su esposo. Si él es bendecido y justo, ella es ayuda. Si él no es bendecido e impío, ella es la que se le opone. En otras palabras, es la enemiga perfecta.
Está perfectamente diseñada para actuar como la guía íntima para que el hombre permanezca conectado al Señor. Y es la oposición perfecta cuando su hombre siente la tentación de irse por su propio camino.
Así que, “´ezer kenegdo”, es tan abogada como castigadora. Está ontológicamente equipada para “conocerle”, por cuanto vino de él y está diseñada para completarlo. Ella carga las armas más poderosas conocidas por el hombre, capaz de atraerlo a ella de maneras que nadie es capaz de hacerlo.
Cuando realmente es “'ezer kenegdo”, protege a su hombre como nadie más. Pero esa responsabilidad gloriosa y ese poder sorprendente vienen con un riesgo que hace retroceder.
Comprenderemos ese riesgo otro día. Mientras tanto, podemos comenzar a honrar el papel especial que Dios diseñó en cada mujer.
La Ayuda Especial
ezer kenegdo – La Biblia no está escrita con números de capítulos y versículos. Esos fueron añadidos miles de años después. Desafortunadamente, esta añadidura frecuentemente separa nuestro pensamiento del texto para que no veamos la continuación de un pensamiento a otro. Una vez que removemos estos altos artificiales, cambia el contexto de nuestra interpretación. Ese es el caso de la introducción de ‘ezer kenegdo. Este mandamiento precede de inmediato la declaración de Dios sobre la necesidad del ´ezer kenegdo para el hombre.
“De todo árbol del jardín puedes comer libremente, pero del árbol de conocimiento del bien y el mal, no deberás comer de él; por cuanto el día que comas de él ciertamente morirás.” (Génesis 2:17).
¿Qué sigue después de esta advertencia? ¿Qué aparece después de la única prohibición que Dios le da a Adán? La necesidad de un ´ezer kenegdo. El argumento procede de la prohibición concerniente al árbol del conocimiento del bien y el mal al requerimiento de una ´ezer kenegdo. Adicionalmente, toda la historia de la Caída se enfoca en el rol de la ´ezer kenegdo y el árbol. ¿Cómo podemos ignorar la conclusión obvia que el propósito del ´ezer kenegdo está de alguna manera conectado con el mandamiento de obediencia de Adán? (Gén. 2:17-18). Adán no necesita una asistente o colaboradora. La consigna del cuidado del Jardín, a ser fructífero, multiplicarse y la mayordomía de la tierra se da a los dos, hombre y mujer. Reciben las instrucciones de Dios por igual. Ese no es el caso de Adán cuando recibe la consigna y delega un poco de esa responsabilidad en su compañera fiel, Havvah (Eva).
Empero, el mandamiento que prohíbe comer del árbol del conocimiento del bien y el mal se da solo a Adán. La energía productiva de Adán no es la que necesita asistencia/ayuda. Es su fidelidad a la obligación moral ante Dios. El necesita un protector. Necesita a alguien cuyo trabajo es mantener al hombre en el camino correcto. Necesita a alguien que camine a su lado con el propósito expreso de apoyar su obediencia. Havvah (Eva) juega ese papel. Havvah tiene un papel, pero no es el papel de sierva domestica, descarga sexual, asistente de producción o Vicepresidente de trabajos públicos. ¡Es el rol de sacerdote! Ella debe ser la que se asegura que Adán permanezca fiel a Dios. Ella es quien se levanta entre el mandamiento de Dios y la obediencia de Adán, cuidándolo para que no se descarríe. La ayuda que provee es para rescatarlo y salvarlo. En este rol, ella se convierte en el paralelo de la relación extraordinaria entre Dios e Israel. Dios es el protector, proveedor y rescatador de Israel en el mundo caído, pero esos son los únicos roles que Dios se atribuye después de la Caída. Para comprender el rol de ´ezer kenegdo, debemos ver la relación de Dios con el hombre antes de la Caída.
Para esta exploración, solo tenemos las más mínimas pistas, pero tendrán que servir. La palabra hebrea para “hombre” y “mujer” contienen historias dobles. Sí, describen nuestra sexualidad, pero también implican mucho más. La palabra hebrea para “hombre” es zakar. Zakar tiene un homófono, otra palabra que se escribe exactamente igual en hebreo (Z-K-R) pero aparentemente tienen la misma raíz y significados diferentes. En este caso, zakar es un verbo que sugiere matices interesantes. El significado principal de zakar es el verbo “recordar”. Zakar describe la presencia mental que se lleva al corazón. En otras palabras, es el pensamiento que se convierte en acción. No existe mejor conexión entre estos dos elementos que el que se describe en el Salmo 103:18. “Para aquellos que guardan Su pacto y recuerdan Sus preceptos para cumplirlos.” El propósito de zakar no es de simplemente recordarnos algo. Es traer algo a la mente para que actuemos. “Entonces recordar a Dios y la obediencia implícita se experimentan como una relación vitalmente necesaria, de la cual el hombre no puede ni debe escaparse” (Eising). Zakar es una acción “necesaria para la existencia humana” y “un vínculo fundamental de recordatorio mutuo que une al hombre y a Dios."
¿Ves por que el homófono de zakar intriga tanto? ¿Es posible que al ser a la imagen de Dios como hombre (zakar) podría relacionarse a la necesitad del hombre de recordar quién es Dios y como se relaciona Dios a los hombres? EL hombre recibe un llamado a recordar – particularmente a recordar a Dios y su obligación con el Creador. En este sentido, Adán carga la imagen de Dios como el que fue llamado a recordar lo que Dios dijo, quién es Dios y actuar según esta información.
¿Y que de la “mujer”? el hebreo nekavah también es otra historia. Es una combinación con zakari (hombre), las dos palabras demuestran que la imagen de Dios se carga en el complemento de estas dos. Pero es necesario que los seres humanos sean humanos. Pero nekavah también tiene su propio énfasis. En este caso, la palabra en el árabe no solo significa “traspasar, hacer hoyo,” sino también “señalar, separar, estipular como líder.” Estos significados también los encontramos en las Escrituras hebreas. Por ejemplo, un esclavo de por vida (voluntariamente) es marcado con un orificio en la oreja. Cuando recibe nombre, transfiere su identidad del orificio en la oreja al nombre que recibe. Adicionalmente, encontramos la palabra utilizada para describir el nombramiento a una posición de importancia. Finalmente, en Isaías 62:2, describe al que recibe un nuevo nombre (nakav), como algo importante y de valor. Puede ser que nekavah como´ezer kenegdo se nombra al oficio de distinción, y el rol que carga conlleva una nueva identidad y presenta la marca de esa identidad en su sexualidad. A fin de cuentas, es la “madre de todo lo vivo,” (Gén. 2:20). Cualquiera nacido de mujer debe encontrar su nueva identidad por medio de espacio o túnel de su cuerpo en el proceso de adquisición de un nuevo nombre.
¿Qué descubrimos de ezer kenegdo? El texto sugiere que la mujer es diseñada para el propósito específico de mantener la obediencia entre su hombre y Dios. Ella es su intercesor. Ella debe guardar la relación con el Creador, apoyarlo cuando abraza la dirección de Dios y oponerse cuando no lo hace (1). Ella es la ayuda-opuesta en la única área donde requiere atención adicional. No en el trabajo, no en consignas que cambian al mundo, no en el dominio ni en la mayordomía – pero en el despertar espiritual y la obediencia. Sin ella, el hombre está en riesgo y profundamente vulnerable.
¿Es este el rol que imaginabas de la ´ezer kenegdo? Esto hace imposible ver a la mujer como ciudadanas de segunda categoría dentro del Cuerpo, ¿no lo crees?
Nota:
El maestro hebreo Dr. Eli Lizorkin-Eyzenberg señala sobre la frase "´ezer kenegdo":
"La mayoría de las traducciones en inglés describen a la socia de la vida de Adán, Eva, como algo parecido a "una/ ayuda idónea apropiada". Sin embargo, la frase hebrea עֵזֶר כְּנֶגְדּוֹ (ezer kenegdo), si se traduce más literalmente, lleva un significado interesante y mucho más poderoso. Eva, la esposa de Adán, es en realidad descrita en términos de oposición / desafiante; es decir, como "una ayudante que está frente a él". Incluso la palabra "ayudante" es una traducción débil. El uso de עֵזֶר (ezer) en hebreo bíblico connota una intervención activa en nombre de otra, ¡especialmente en un contexto militar!"
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