POSICIÓN, AVANCE Y COSECHA Parte II
Posiciónate en tu lugar para avanzar en el reino de Dios
Por Ap. Daniel Guerrero
Para poder avanzar en el reino de nuestro amado Señor Jesucristo, tenemos que ubicarnos y posicionarnos en nuestras raíces, en los pactos, promesas y herencia que tenemos en Él. Tenemos que alinearnos a la voluntad de Dios, a Sus diseños y estrategias, para que podamos disfrutar y experimentar las bendiciones que Dios nos ha dado y preparado en Cristo Jesús (Ef. 1:3-14). Para poder avanzar en el reino de Dios necesitamos estar claros de nuestra posición en Cristo, en relación a todo el fluir profético que viene desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento.
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¡DÍGALE NO AL PLAGIO!
Posiciónate en tu lugar para avanzar en el reino de Dios
Por Ap. Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
En la Primera parte de este mensaje pudimos observar la raíz y fuente de nuestro origen como pueblo de Dios y afirmé que necesitamos entender nuestra posición en Cristo, que somos parte del pueblo de Dios, que somos parte de la Vid del Señor, que fuimos injertados en el buen Olivo de Dios, que en Cristo heredamos los pactos y las promesas expresadas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (Jn. 15:1-10; Ro. 11:16-24; Gál. 3:28-29; 4:4-7; Ro. 8:16-17; Ti. 3:4-7).
En el Antiguo Testamento se nos enfatiza que somos parte del pueblo de Dios, de la congregación de los justos y en el Nuevo Testamento se nos enfatiza que somos parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, la Nueva Jerusalén, la Ciudad celestial (Éx. 19:5-6; 6:4-6; Jos. 1:6-9; Sal. 1:1-3; 1Cor. 6:17-20; 12: 11-27; Ef. 2:14-22; 1Pe. 2:9; Gál. 4:26-31; Heb. 12:18-24; Ap. 21:2,22-26).
En el Antiguo Testamento se nos enfatiza que somos parte del pueblo de Dios, de la congregación de los justos y en el Nuevo Testamento se nos enfatiza que somos parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, la Nueva Jerusalén, la Ciudad celestial (Éx. 19:5-6; 6:4-6; Jos. 1:6-9; Sal. 1:1-3; 1Cor. 6:17-20; 12: 11-27; Ef. 2:14-22; 1Pe. 2:9; Gál. 4:26-31; Heb. 12:18-24; Ap. 21:2,22-26).
Para poder avanzar en el reino de nuestro amado Señor Jesucristo, tenemos que ubicarnos y posicionarnos en nuestras raíces, en los pactos, promesas y herencia que tenemos en Él. Tenemos que alinearnos a la voluntad de Dios, a Sus diseños y estrategias, para que podamos disfrutar y experimentar las bendiciones que Dios nos ha dado y preparado en Cristo Jesús (Ef. 1:3-14). Para poder avanzar en el reino de Dios necesitamos estar claros de nuestra posición en Cristo, en relación a todo el fluir profético que viene desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento.
Y el primer paso para alinearnos al Plan general de Dios para Su reino a todas las naciones, es alinear nuestra propia vida a la Palabra y al poder del Espíritu Santo de Dios. Todo hijo de Dios sabe que vive en y por el poder del Espíritu Santo de Dios y de Su Palabra que es viva y eficaz en él (Ro. 8:5-17, Heb. 4:12). Hay muchos "cristianos" que viven sin el poder del Espíritu en ellos, y por lo tanto, están desalineados de la voluntad y del propósito de Dios para sus vidas; y por lo tanto viven sin fruto, propósito y dirección.
Si nosotros no nos ubicamos en nuestra real, total y completa posición en Cristo, con respecto a los pactos, promesas, diseños y planes de Dios, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, viviremos un Evangelio incompleto y no disfrutaremos todas las bendiciones, promesas y la vida abundante que el Señor promete a todos los que creen en Él.
Si nosotros no nos ubicamos en nuestra real, total y completa posición en Cristo, con respecto al fluir profético que Dios transmite, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, por medio de los apóstoles y profetas, estaremos desalineados y disfrutaremos solo parcialmente las promesas y bendiciones que Dios tiene para todos Sus hijos. Y seremos y estaremos limitados en la comunicación del Evangelio del reino de Dios, que promete una transformación total, en todas las áreas de la vida, a todos los que creen en Jesucristo como su Salvador y Señor.
Si nosotros no nos ubicamos en nuestra real, total y completa posición en Cristo, con respecto a los pactos, promesas, diseños y planes de Dios, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, viviremos un Evangelio incompleto y no disfrutaremos todas las bendiciones, promesas y la vida abundante que el Señor promete a todos los que creen en Él.
Si nosotros no nos ubicamos en nuestra real, total y completa posición en Cristo, con respecto al fluir profético que Dios transmite, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, por medio de los apóstoles y profetas, estaremos desalineados y disfrutaremos solo parcialmente las promesas y bendiciones que Dios tiene para todos Sus hijos. Y seremos y estaremos limitados en la comunicación del Evangelio del reino de Dios, que promete una transformación total, en todas las áreas de la vida, a todos los que creen en Jesucristo como su Salvador y Señor.
Si desea leer completamente la Primera parte de este mensaje, haga click aquí.
ALINEACIÓN EN EL TIEMPO Y EL ESPACIO
Así que, hemos podido ver que hay poder en la alineación, que en la medida que nos alineamos a la voluntad de Dios, expresada claramente en las Sagradas Escrituras y prestamos cuidadosa atención a la Voz del Espíritu Santo en nosotros, podremos disfrutar de vida, y vida en abundancia, y llevaremos fruto, mucho fruto, para la gloria de Dios Padre (Jn. 10:7-11, 27-30; 15:1-10; Ro. 8:9-16; 1Cor. 2:6-16).
Desde Génesis hasta Apocalipsis, vemos que Dios nos ha dejado diseños, esquemas estratégicos de pensamiento y acción que si los analizamos y aplicamos a las diferentes áreas de nuestra vida, podremos adquirir sabiduría, ciencia, inteligencia y entendimiento de la mente y los planes de Dios para Sus hijos, su pueblo; y también seremos prosperados en todo lo que hagamos, es decir, todo nos saldrá bien (Jos. 1:6-9).
¡Dios trabaja con diseños, en el tiempo y el espacio! Veamos algunos ejemplos:
1. Dios le dio el diseño del Arca a Noé, por medio de la cual pudo salvar a su familia (Gén. 6:13-22). Y Noé "hizo conforme a todo lo que Dios le mandó".
2. Dios le dio el diseño del Sacrificio a Abraham, por medio del cual pudo pasar la prueba de fe, confirmar el pacto y la promesa, además de salvar la vida de su hijo, su primogénito (Gén. 22:1-18).
3. Dios le dio el diseño del Tabernáculo y todos sus muebles y utensilios a Moisés, por medio del cual pudo dirigir y entrenar al pueblo para la tierra prometida (Éx. 25:9-30:38; 36:8-38). Veamos dos versículos claves en estos pasajes: "Conforme a todo lo que yo, te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos los utensilios, así lo harán" (Éx. 25:9). Y- "En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra. Y vio Moisés toda la obra, y he aquí la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo" (Éx. 39:42-43). Y Dios respaldó el cumplimiento de la obra, con Su gloriosa presencia llenando el tabernáculo de reunión (Éx. 40:34-38).
4. Dios le dio el diseño de la genealogía mesiánica a Su pueblo, y al cabo de tres (3) períodos de catorce (14) generaciones vino Jesús el Mesías prometido, en el tiempo y el espacio que Dios así lo había diseñado y dispuesto (Mt. 1:1-17; Heb. 1:1-4).
5. Dios le reveló el diseño de Su ciudad y templo al profeta Ezequiel, por lo cual lo mandó, en el tiempo específico y asignado, a ver, a escuchar, a medir y a anunciar a Su pueblo, todo lo que el Señor le mostró (Ez. 40:1-43:5). Preste atención a la importante referencia al tiempo de la revelación (Ez. 40:1), a los lugares de la revelación (Ez. 40:2; 42:1; 43:1); a las medidas, figuras y riqueza de simbolismo que llena toda la descripción de la ciudad y el templo de Dios, pues ese es ¡el lenguaje de Dios! ¡El lenguaje profético de Dios!
6. Dios le dio el diseño de la Iglesia a Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que llegara a ser Su cuerpo, Su pueblo, Su Templo, por lo cual estableció apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, entregó dones espirituales, Su Palabra revelada y escrita tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento y Su gloriosa presencia a través del Espíritu Santo, para que llegara a ser como una novia ataviada sin mancha ni arruga, vestida de lino fino, limpio y resplandeciente para Él (Ef. 2:13-22; 4:11-16; 5:24-27; 1Cor. 12:3-28; Ap. 19:6-8).
7. Y Dios reveló al profeta Juan sus diseños celestiales en la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, en la que vemos claramente como elemento principal Su Ciudad, la Jerusalén celestial, que tiene medidas y materiales específicos que revelan la gloria y la sabiduría de Dios por todas las edades (Ap. 21:9-22:5; comp. Ez. 40:1-43:5).
Lamentablemente, la Iglesia de nuestros días perdió la habilidad y la sensibilidad para percibir este lenguaje espiritual, este diseño y revelación profética, pues ha optado por la profecía del espíritu de Grecia, eminentemente racional, lógica y mental, que no le permite percibir, conocer, entender y recibir, lo que solo puede recibirse por obra del Espíritu Santo de Dios (1Cor. 2:6-16; Ro. 8:5-9; 1Jn. 2:27).
¡Dios tiene Su lenguaje, Sus secretos y misterios, Sus diseños y planes, Sus tiempos y estaciones! Y Él desea que Sus hijos, Su pueblo, seamos entendidos, de manera que no seamos engañados, confundidos o extraviados en medio de esta presente generación maligna y perversa (Dan. 2:19-23,27-28; 7:23-27; Mt. 13:10-17; Lc. 8:9-10; Mr. 4:10-12; Ef. 5:15-17).
Así que, veamos un ejemplo de diseño, de alineación en el tiempo y el espacio, que puede ayudarnos a colocarnos en la posición correcta dentro del pueblo de Dios y para avanzar en Su reino.
Posición del Pueblo de Dios para acampar |
En el cuadro de arriba, vemos la posición y alineación del pueblo de Dios cuando iban a acampar en el desierto. Podemos observar que juntos "dibujan" una figura geométrica (cuadrada o rectangular); que están alineados según los puntos cardinales (este, oeste, norte y sur); que están alineados según el centro, donde está ubicado el edificio del tabernáculo de reunión, cuya puerta da al oriente (este); que las doce (12) tribus están posicionadas y alineadas en cuatro (4) grupos o líneas de tres (3) tribus.
En este diseño "el campo de fuerza" alineador de todo el pueblo, es la gloriosa presencia de Dios, ubicada en el centro, en el tabernáculo. Y la posición de cada tribu es importante, pues cada una de ellas comunica y transmite un mensaje profético, un destino profético, que importa y afecta a todo el conjunto del pueblo de Dios así reunido.
Y este diseño de "acampada", para habitar con Dios en sus respectivas tiendas (tabernáculos) se hacía en períodos o estaciones de descanso, de reposo o celebración, según Dios los dirigía según el movimiento de la nube y de su calendario dado al principio de la jornada hacia la tierra prometida (Éx. 12:1-2, 50-51; 13:20-22).
Posición del Pueblo de Dios para la guerra |
Este otro diseño de arriba, describe la posición del pueblo de Dios cuando iba a la guerra. Y podemos ver que las posiciones cambian, y el orden y tiempo de salida también. El Arca del Pacto iba adelante cargada por levitas así asignados por sus respectivos turnos (tiempos), y después de ellos, le seguía la primera columna con el liderazgo de la tribu de Judá, luego Isacar y Zabulón; en la segunda columna con el liderazgo de la tribu de Rubén (primogénito natural de Jacob), luego Simeón y Gad; en la tercera columna con el liderazgo de Efraín (hijo de José, primogénito espiritual de Jacob), luego Manasés (segundo hijo de José) y Benjamín; y la cuarta y última columna con el liderazgo de Dan, luego Aser y Neftalí. Y la retaguardia era la gloria de Dios, manifestada por la columna de fuego (Éx. 14:19-20; Is. 58:8).
En este diseño, el elemento principal del pueblo de Dios, tanto para la ofensiva como para la defensiva, lo representaba la gloria y el Ángel del Señor junto con sus ejércitos (Jos. 5:13-15), que estaba delante y atrás del pueblo de Dios (Éx. 14:19-20); pero también cada columna de tribus, ordenadas y alineadas de tres en tres, representaban un elemento inexpugnable difícil de penetrar o derribar (Ecl. 4:9-12) .
A su vez, cada columna de tribus, alineaban y conjugaban los atributos y dones proféticos de cada tribu, además de sus habilidades, puntos débiles y fuertes, que unidos lograban mayor avance y victoria en el plan del reino de Dios. Las tribus eran alineadas de tal manera, que los puntos fuertes de cada tribu eran mejoradas con las otras tribus alineadas cerca de ellas, ya que sus puntos fuertes no eran suficientemente poderosos por sí solos. ¡Cada tribu necesitaba al resto de las tribus para un ataque y una victoria segura!
Este diseño u orden se daba en tiempos o períodos de batalla, cuando el pueblo de Dios salía a la guerra, para conquistar la heredad, la tierra y la promesa que Dios había hecho a sus padres. En próximos estudios veremos el significado de cada tribu, el mensaje profético y habilidad que cada una aportaba al destino profético y al plan de Dios para Su pueblo.
CONCLUSIÓN:
Hemos visto que Dios trabaja por medio de Sus diseños, que muestra y revela a Su pueblo, a través de Sus siervos los apóstoles y profetas, tanto de la antigüedad como actualmente, para que Su pueblo avance en Su reino, en Sus propósitos y planes.
Hemos visto que en los diseños de Dios cuentan mucho el tiempo, el orden, el lugar y la posición de cada miembro de Su pueblo, ya sea para morar o estar en Su presencia, así como para avanzar y guerrear en Su Nombre y su poder, para conquistar la herencia, bendición y promesa que Él nos ha hecho a través de nuestros padres, desde Abraham hasta Jesucristo, nuestro Señor y Rey.
Según el diseño de Dios, cada tribu tiene una palabra profética; cada tribu tiene un significado, una posición dada por Jacob y Moisés. Estas palabras definen su lugar y función en la nación, tanto en tiempos de reposo y celebración, como en tiempos de avance y guerra. Cada tribu desarrolla una personalidad. Dios ordenó a las tribus en un orden específico basado en el llamado, destino profético y habilidades de cada una. Y esto también lo podemos observar en los ciclos de tiempos expresados en el Calendario hebreo, lo cual veremos en la Tercera parte de este mensaje.
Si quiere proseguir con la Tercera parte de este mensaje, haga click aquí.
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1 comentarios:
Maravilloso material que me ayuda a expandir el conocimiento y entendimiento de un Dios que no improvisa, sino que obra en un perfecto diseño cuyo centro y punto de referencia es él mismo.
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