C.C. Hay Paz con Dios

IGLESIA CASERA Parte V
Estudio del Crecimiento de la Iglesia en el Libro de los Hechos
Por apóstol Dr. Daniel Guerrero

No nos detendremos en los detalles, a menos que sea muy necesario o importante para nuestro estudio, pues el objetivo básicamente es “describir” este modelo de movimiento de plantación de iglesias caseras sin analizarlo en profundidad, lo cual haremos en las siguientes entregas.

Estudio panorámico 

Hechos 1:15, habían 120 personas como el grupo de discípulos originales, dejados después de la Ascensión de Jesús.

Hechos 2:41, ingresaron a la Iglesia en Jerusalén 3.000 personas. 3.000 entre 120 líderes era para crear grupos de 25 personas. 3.000 entre 12 era para crear grupos de 250 personas. Es decir que podía haber un mínimo de 120 iglesias caseras.

Hechos 4:4,  5.000 personas. Aquí tenemos una iglesia en la ciudad de aproximadamente 8.120 personas como mínimo. 8.000 entre 120 líderes era para tener grupos de 65 personas. 8.000 entre 12 era para tener grupos de 665 personas. Es muy probable que ya las iglesias primarias ya se hubieran multiplicado. Si seguimos con la misma proporción de 25 personas por grupo, a estas alturas habría 320 iglesias caseras.  ¡Y muy probablemente en menos de un año!

Hechos 5:14, “Seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Señor”. Ya se habla de una “multitud” de los que seguían al Señor (Hch. 5:15). Al punto que al parecer hacían cierta reunión pública en el Pórtico de Salomón (tipo campaña evangelística de sanidad, Hch. 5:12). Igualmente multitudes llegaban de pueblos cercanos a esas reuniones evangelísticas (Hch. 5:16).

Hechos 5:42, los discípulos se reunían en el Templo y en las casas.

Hechos 6:1, Seguía aumentando el número de los discípulos. La tarea del “servicio a las mesas” no era nada pequeña. Distribuir las ofrendas entre los necesitados (que tuvieron que ser muchos), se hacía por medio de un servicio de repartición de alimentos. Si consideramos que, los necesitados eran el 50% de los creyentes, estamos hablando de una repartición entre 4.000 a 5.000 personas. Y este ministerio recaía entre 7 diáconos, de allí la calificación de estos varones para tal servicio (Hch. 6:3; 7:1-53; 8:26-40).

Hechos 8:1-3, se desata una persecución y Saulo tenía conocimiento de dónde se reunían los cristianos: “en las casas”; y allá iba a buscarlos, para arrestarlos.

Hechos 8:4-40, “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio”. Entre ellos se encuentra el diácono Felipe, quien a llega a Samaria, y predica el Evangelio de Cristo con un ministerio poderoso de sanidad y liberación. La iglesia es confirmada por los apóstoles. Y luego Felipe, después de ser llevado por el Espíritu a predicarle a un funcionario etíope, se va a Cesarea.

Hechos 9:10, 19, para el momento de la conversión de Saulo ya había discípulos en Damasco. Aquí se ve una clara tendencia de la obra misionera hacia las regiones del nor-oeste del imperio romano.

Hechos 9:31, se dice que la iglesia se consolidaba en “toda Judea, Galilea y Samaria”, seguía creciendo y era “fortalecida por el Espíritu Santo”.

Hechos 9:35, se hace referencia al primer “movimiento de gente” (conversión de todo un pueblo) en el NT, cuando toda la población de Lida y Sarón se convirtieron al Señor por medio de la predicación del apóstol Pedro.

Hechos 9:39-42, Pedro va a Jope a resucitar a Dorcas, predica el Evangelio y establece una iglesia en la casa de Simón, el curtidor.

Hechos 10:23, Pedro acompañado por unos “nuevos creyentes” de Jope va a la casa de Cornelio en Cesarea (posible fruto del ministerio de Felipe, Hch. 8:40). Por la conversión de toda la casa de Cornelio, es muy probable que se haya establecido una iglesia en su hogar (“había muchos reunidos”, v.27).

Hechos 11:19, el Evangelio ya había llegado a Fenicia, a la isla de Chipre (de donde era Bernabé) y Antioquía; y algunos comienzan a predicar a los gentiles “griegos” de Antioquía, de manera que “un gran número creyó y se convirtió al Señor”. Por lo tanto, se estable la iglesia en Antioquía, la primera de habla griega, iniciada no apostólicamente. Bernabé (un apóstol que no era de los Doce) la confirma y más personas se añaden a la iglesia (v. 24).

Hechos 11:25-30, Bernabé trae a Saulo a la iglesia de Antioquía y se fortalece un ministerio apostólico-profético; tan fuerte en la enseñanza que a los discípulos se les llama por primera vez “cristianos” (v. 26).

Hechos 12:1-24, en medio de persecución, la iglesia seguía creciendo y “la palabra de Dios seguía extendiéndose y difundiéndose”.

Hechos 13:1-3, 13-28, bajo el ministerio apostólico-profético de los líderes de Antioquía envían a Bernabé y a Saulo a predicar el Evangelio a otras tierras. Después de pasar por Seleucia inician su recorrido en Chipre y después van a otras ciudades del Asia menor. La metodología de Bernabé y Saulo era reunir a los creyentes, discipularlos y nombrar ancianos (pastores) en oración y ayuno, y los “encomendaban al Señor” (comisionaban). Era muy probable que la iglesia se reuniera en las casas de los creyentes, según el modelo seguido en Jerusalén y Antioquía.

Hechos 15:1-35, después del Concilio de Jerusalén, se consolida el ministerio de plantación de iglesias caseras entre los gentiles (impulsado por la iglesia de Antioquía).

Hechos 15:36-41, se forman por división dos equipos misioneros: Bernabé y Juan Marcos se dirigen hacia Chipre. Pablo y Silas hacia Siria y Cilicia.

Hechos 16:1-5, la iglesia sigue creciendo “en número día tras día” y extendiéndose hacia el Asia menor, bajo el ministerio de Pablo, Silas y Timoteo, quien se les unió en Listra.

Hechos 16:6-40, Pablo y su equipo misionero parten hacia Macedonia, y en Filipos establecen una iglesia en casa de Lidia, comerciante vendedora de telas. Ella y su familia aceptaron al Señor y abrieron su hogar para la predicación del Evangelio.

Hechos 17:1-18:17, Pablo y su equipo predican y establecen iglesias en Tesalónica donde creyeron “un gran número de mujeres prominentes y muchos griegos”. Luego van a Berea donde creyeron “muchos de los judíos y un buen número de los griegos”, entre ellos “mujeres distinguidas”. De allí por causa de la persecución parten para Atenas donde se unieron algunas personas a la Fe, entre ellos un filósofo y una mujer distinguida. Después viajaron hacia Corinto, donde Pablo entró en contacto con Aquila y Priscila (quienes venían de Roma y al parecer ya había una iglesia en su casa), también establece una iglesia en la casa de Ticio Justo. También toda la familia del principal de la sinagoga se convirtió.

Hechos 18:18-21, el equipo apostólico de Pablo viaja junto con Aquila y Priscila a Siria y se separan en Éfeso.

Hechos 18:22-23, el equipo del apóstol Pablo se traslada a Jerusalén, baja a la iglesia en Antioquía, donde luego de estar por breve tiempo, él decide visitar “una por una a las congregaciones de Galacia y Frigia”, para animar a los discípulos.

Hechos 19:1-41, después de recorrer las iglesias del interior de Asia menor llega a Éfeso, donde permaneció por dos años enseñando en la sinagoga y en la escuela de Tirano. Muchos eran sanados poderosamente y los que creyeron abandonaron sus libros y prácticas de magia, de manera que “la palabra del Señor crecía y se difundía con poder arrollador” (v. 20). Y después de un tiempo se produjo un alboroto por causa de los seguidores de la diosa Diana (Artemisa), de lo cual Pablo salió ileso junto con sus compañeros de equipo.

Hechos 20:1-21:16, Pablo parte hacia Macedonia y luego a Grecia. Llega a Filipos de donde sale hacia Troas y luego baja a Mileto para despedirse de los hermanos de Éfeso, a quienes mandó a llamar.

Hechos 21:17-27:31, Pablo y sus compañeros llegan a Jerusalén y a los pocos días Pablo es apresado por una multitud de judíos que se quejaron de sus enseñanzas contra las prácticas y creencias judías. Pablo fue sometido a juicio en diferentes cortes, instancias y ciudades.

Hechos 28:11-31, al final, el apóstol Pablo es llevado a Roma, donde comparecería ante el César, y permanece bajo custodia de la guardia romana. Ya para la llegada de Pablo a Roma la iglesia estaba consolidada en esa ciudad. “Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían. Predicaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento”.

Años más tarde, según podemos ver en la carta a los Romanos, desde Roma Pablo se proponía ir hasta España (Ro. 15:24,28), pues la consideraba el “el fin de la tierra” (non plus ultra). No se sabe si él lo logró, pero definitivamente alguien lo hizo… y desde allí, siglos más tardes, comenzaría la “evangelización” del nuevo mundo…