LIBERANDO EL ENOJO
Texto clave: Números 20:7-8
¡Libre del enojo! |
Todos nos enojamos. El enojo es una emoción universal, normal. No es ni buena ni mala, todo depende de cómo la usemos, de qué hagamos con esa emoción, eso determinará si ese enojo será positivo o no. El apóstol Pablo dijo: “Airaos, pero no pequéis “; pueden enojarse, pero tengan cuidado porque si el enojo no es bien resuelto puede llevar al pecado.
Hay gente que cuando está enojada reprime ese enojo… lo traga… lo aguanta.
Son personas que creen que enojarse es malo o peligroso. Les pasa algo malo, o alguien les dice algo que les molesta, y automáticamente tragan ese enojo y comienzan a vivir con dos rostros: uno es el rostro que muestran a los demás, y el otro es el rostro que vapor dentro: la furia, el resentimiento. Son personas que se tragan las broncas, la procesión va por dentro. El enojo libera adrenalina, y si ésta no es descargada positivamente, es veneno para el cuerpo, veneno para el corazón.
Hay personas que son pasivas hostiles: nunca se enojan, nunca reaccionan; pero mandan pataditas, críticas con sarcasmo. Esta es gente que vive criticando o que se descarga con el que tiene cerca. Es gente que reprime su emoción.
Otras personas explotan: maldicen, insultan, no se controlan, necesitan inmediatamente liberar o descargar la bronca. Es la manera que tienen de sentirse vivos. En el fondo están muertos, necesitan del riesgo para que la adrenalina corra para así sentirse vivos. Cuanto más insegura sea la persona, ¡más va a explotar! Es una manera de demostrar que dominan las cosas o las personas. Es gente que tiene tanta baja estima, que cualquier cosa que le pasa, lo relaciona con su estima; dice: “Claro… yo soy un estúpido, se están burlando de mí”, “Todo me sale mal…”.
No sabe poner en palabras su enojo y necesita actuarlo. El enojo es una situación normal, pero la violencia como conducta es enferma. Todos nos enojamos, pero nunca el enojo debe llevarnos a la violencia. La violencia es algo condenado en la Biblia y es algo que puede impedirte entrar a la tierra de tu bendición.
La gente que explota emocionalmente (y le hablo a los hombres especialmente), son personas que están aisladas en su interior. Estas personas son analfabetas emocionales: no saben hablar, compartir. Se expresan con furia, y cuando esa furia sale, arrasa con todo.
El Enojo Nace de la Frustración.
Cuando no puedo conseguir lo que quiero, el enojo es mi respuesta a ese obstáculo. El enojo te quita los ojos de la meta y te concentra en el obstáculo. El enojo te enceguece a la hora de resolver el problema. Cuando el enojo se activa, se activa la adrenalina y el azúcar también… la persona actúa mal.
Por otro lado, si piensas: “¿Cómo puedo resolver este problema?” Vas a usar tu enojo de manera positiva. Pero si tu enojo se centra en el obstáculo que tienes no vas a resolverlo, te vas a envenenar aún más.
Esta es la razón por la cual, las personas paranoicas viven creyendo que todas las personas les pusieron los obstáculos a propósito. Esta gente vive permanentemente enojada: “Esto me lo hicieron a propósito”; “No me da la plata a propósito”; “No me deja salir a propósito “; “Me lo hizo a propósito”.
Todo problema que encuentre en mi camino, puesto a propósito o no, Dios lo cambiará en bendición.
A José lo tiraron al pozo, lo hicieron a propósito; pero José no se concentró en el obstáculo… se concentró en la meta. Pensó: “Tengo un sueño, ¿cómo voy a alcanzarlo?”. Y aunque José pasó del pozo a la cárcel, de la cárcel al maltrato, llegó a ser el número dos de Egipto, y cuando sus hermanos fueron a verlo él les dijo: “Ustedes pensaron mal para mi, pero Dios me lo cambió en bendición”.
Todo obstáculo tiene para los hijos de Dios el germen de la bendición para sus vidas. Cuando tengas un obstáculo, no lo veas como un muro: ¡es una puerta! Cuando tengas sabiduría para resolverlo, te llevará a un nuevo nivel de bendición. El problema es una oportunidad que se me presenta para liberar la unción creativa, el poder de Dios y aumentar mi fe, porque cuando resuelva el obstáculo entraré en la tierra de mi bendición, de mi sueño.
Liberando el Enojo en Forma Constructiva.
Tienes que descargar el enojo, porque en primer lugar es una reacción biológica, y en segundo lugar es una reacción emocional; pero debe ser de una forma positiva, con sabiduría.
1. Nunca Tomes una Decisión Cuando Estés Enojado.
Cuando el otro está enojado… ¡huye! Nunca hables con una persona enojada, porque hay gente que cuando está enojada no quiere encontrar una solución, sino sólo sacar su enojo, aplicar el ojo por ojo. Cuando tengas enojo di: “Estoy enojado”, “Estoy molesto”. No digas: “No…, no fue nada, ya pasó…”. Dios te da permiso de enojarte pero el enojo nunca tiene que llevarte a actuar impulsivamente. La Biblia dice que el que fácilmente se enoja hará locuras (Pr. 14:17), mejor es el que tarda en airarse que el fuerte (Pr. 16:32). “El necio da rienda suelta a su ira” (Pr. 12:16).
Cuando estés enojado, no reacciones, no decidas, revisa, cuenta hasta cien, y piensa si tu enojo es justificable. Está bien que te enojes pero tomate un tiempo para pensar y tranquilizarte ya que la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Tienes que tomarte tiempo y preguntarte: ¿Por qué estoy enojado? ¿Cuán enojado estoy? ¿Es justificable que esté enojado por esto? ¿Está bien que esté enojado así? ¿Tendré algo que ver?
Tomate el tiempo para saber cómo te tienes que expresar; pon el enojo en palabras, no lastimes ni tampoco enjuicies al otro. Expresa tu enojo: “Me siento mal”, “A mí me lastimó”… Tienes que aprender a expresarte, porque dice que hay gracia en las palabras de sabiduría. Tienes que aprender a hablar con la persona que te lastimó, cuando estés tranquilo y solo.
Si te tomaste el tiempo para revisar y pensaste incluso en lo que vas a decir, buscá a la otra parte sin temor para hablarle: “Mira, a mí me lastimó esto… a mí me dolió esto, pero quiero que lo resolvamos, quiero que lo veamos para el futuro”… y eso te ayudará. Además le estarás mostrando a la persona que tu enojo es correcto, que lo puedes expresar, que tu enojo no es contra el obstáculo, sino para resolverlo.
2. Piensa en Soluciones.
El inmaduro impone, el maduro propone. Nunca le tengas miedo a los violentos, y menos a los pastores violentos que te amenazan. Lo hacen porque son inseguros. Por el contrario, temé a Dios, guarda su palabra y todo lo que hagas te saldrá bien. La diferencia entre enojarse y pelear es que el inmaduro se impone, el maduro propone. Podemos enojarnos, pero no pelearnos.
El apóstol Pablo, un hombre sabio, iba en su viaje misionero junto a Juan Marcos. A éste le dio miedo y se quiso volver. Pablo se enojó mucho. Cuando volvió le preguntaron porque no viajaba de vuelta con Juan Marcos y él respondió: “¡Nunca más!”. Pablo se peleó con Juan Marcos. Aquí hay una enseñanza. Pablo cometió un error: nunca tienes que romper relaciones, especialmente con alguien valioso que te va a bendecir. Pasaron unos años y Pablo le escribió a Timoteo: “Mándame a Juan Marcos, que es un hombre valioso”. Pablo recapacitó y dijo: “Puedo enojarme, pero no voy a ser tan inmaduro para romper esta relación”.
Voy a explicar qué espero de los demás y qué es lo que los demás esperan de mí. Eso es muy importante, porque muchos problemas vienen porque no explicitamos, no somos claros. Explícate, di lo qué quieres y que la otra persona te diga qué quiere. Es por esto que tenemos muchos problemas. Queremos que otro adivine lo que queremos, que nos interprete.
3. No Voy a Hacer Vínculos del Alma.
Las siguientes son sugerencias para no establecer relaciones almáticas:
A. No idealices a nadie.
B. No le des autoridad sobre ti a nadie. (“Me clavó un puñal”, “me lastimó…” ¡Fue porque le diste autoridad a sus palabras para que te lastimen!).
C. No esperes que los demás te hagan feliz.
D. Aléjate de la gente que toca tu botón sensible y que te vuelve loco: Hay gente que sabe tocar tu área de vulnerabilidad y tienes que estar lejos hasta que Dios te sane.
E. No tienes que jugar al papel de víctima. Hay gente que se ofende por todo.
F. Ignora a la gente que te maltrata y es indiferente. Aléjate de ellos.
G. ¡Tienes que disfrutar la vida! Es un mandato de Dios. ¡Vamos…! A disfrutar tu presente… a disfrutar al Señor… la adoración… el hoy… Camina en gozo, en alegría, no naciste para vivir en el enojo. El enojo no es fruto del Espíritu Santo.
H. Tienes que aprender a disfrutar tu liderazgo, tu servicio, tus hijos, lo que tengas para comer, sea lo que sea. DISFRUTA TU PRESENTE. No hay nada más lindo que disfrutar bajo la aprobación de Dios.
Esta es la razón por la cual, las personas paranoicas viven creyendo que todas las personas les pusieron los obstáculos a propósito. Esta gente vive permanentemente enojada: “Esto me lo hicieron a propósito”; “No me da la plata a propósito”; “No me deja salir a propósito “; “Me lo hizo a propósito”.
Todo problema que encuentre en mi camino, puesto a propósito o no, Dios lo cambiará en bendición.
A José lo tiraron al pozo, lo hicieron a propósito; pero José no se concentró en el obstáculo… se concentró en la meta. Pensó: “Tengo un sueño, ¿cómo voy a alcanzarlo?”. Y aunque José pasó del pozo a la cárcel, de la cárcel al maltrato, llegó a ser el número dos de Egipto, y cuando sus hermanos fueron a verlo él les dijo: “Ustedes pensaron mal para mi, pero Dios me lo cambió en bendición”.
Todo obstáculo tiene para los hijos de Dios el germen de la bendición para sus vidas. Cuando tengas un obstáculo, no lo veas como un muro: ¡es una puerta! Cuando tengas sabiduría para resolverlo, te llevará a un nuevo nivel de bendición. El problema es una oportunidad que se me presenta para liberar la unción creativa, el poder de Dios y aumentar mi fe, porque cuando resuelva el obstáculo entraré en la tierra de mi bendición, de mi sueño.
Liberando el Enojo en Forma Constructiva.
Tienes que descargar el enojo, porque en primer lugar es una reacción biológica, y en segundo lugar es una reacción emocional; pero debe ser de una forma positiva, con sabiduría.
1. Nunca Tomes una Decisión Cuando Estés Enojado.
Cuando el otro está enojado… ¡huye! Nunca hables con una persona enojada, porque hay gente que cuando está enojada no quiere encontrar una solución, sino sólo sacar su enojo, aplicar el ojo por ojo. Cuando tengas enojo di: “Estoy enojado”, “Estoy molesto”. No digas: “No…, no fue nada, ya pasó…”. Dios te da permiso de enojarte pero el enojo nunca tiene que llevarte a actuar impulsivamente. La Biblia dice que el que fácilmente se enoja hará locuras (Pr. 14:17), mejor es el que tarda en airarse que el fuerte (Pr. 16:32). “El necio da rienda suelta a su ira” (Pr. 12:16).
Cuando estés enojado, no reacciones, no decidas, revisa, cuenta hasta cien, y piensa si tu enojo es justificable. Está bien que te enojes pero tomate un tiempo para pensar y tranquilizarte ya que la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Tienes que tomarte tiempo y preguntarte: ¿Por qué estoy enojado? ¿Cuán enojado estoy? ¿Es justificable que esté enojado por esto? ¿Está bien que esté enojado así? ¿Tendré algo que ver?
Tomate el tiempo para saber cómo te tienes que expresar; pon el enojo en palabras, no lastimes ni tampoco enjuicies al otro. Expresa tu enojo: “Me siento mal”, “A mí me lastimó”… Tienes que aprender a expresarte, porque dice que hay gracia en las palabras de sabiduría. Tienes que aprender a hablar con la persona que te lastimó, cuando estés tranquilo y solo.
Si te tomaste el tiempo para revisar y pensaste incluso en lo que vas a decir, buscá a la otra parte sin temor para hablarle: “Mira, a mí me lastimó esto… a mí me dolió esto, pero quiero que lo resolvamos, quiero que lo veamos para el futuro”… y eso te ayudará. Además le estarás mostrando a la persona que tu enojo es correcto, que lo puedes expresar, que tu enojo no es contra el obstáculo, sino para resolverlo.
2. Piensa en Soluciones.
El inmaduro impone, el maduro propone. Nunca le tengas miedo a los violentos, y menos a los pastores violentos que te amenazan. Lo hacen porque son inseguros. Por el contrario, temé a Dios, guarda su palabra y todo lo que hagas te saldrá bien. La diferencia entre enojarse y pelear es que el inmaduro se impone, el maduro propone. Podemos enojarnos, pero no pelearnos.
El apóstol Pablo, un hombre sabio, iba en su viaje misionero junto a Juan Marcos. A éste le dio miedo y se quiso volver. Pablo se enojó mucho. Cuando volvió le preguntaron porque no viajaba de vuelta con Juan Marcos y él respondió: “¡Nunca más!”. Pablo se peleó con Juan Marcos. Aquí hay una enseñanza. Pablo cometió un error: nunca tienes que romper relaciones, especialmente con alguien valioso que te va a bendecir. Pasaron unos años y Pablo le escribió a Timoteo: “Mándame a Juan Marcos, que es un hombre valioso”. Pablo recapacitó y dijo: “Puedo enojarme, pero no voy a ser tan inmaduro para romper esta relación”.
Voy a explicar qué espero de los demás y qué es lo que los demás esperan de mí. Eso es muy importante, porque muchos problemas vienen porque no explicitamos, no somos claros. Explícate, di lo qué quieres y que la otra persona te diga qué quiere. Es por esto que tenemos muchos problemas. Queremos que otro adivine lo que queremos, que nos interprete.
3. No Voy a Hacer Vínculos del Alma.
Las siguientes son sugerencias para no establecer relaciones almáticas:
A. No idealices a nadie.
B. No le des autoridad sobre ti a nadie. (“Me clavó un puñal”, “me lastimó…” ¡Fue porque le diste autoridad a sus palabras para que te lastimen!).
C. No esperes que los demás te hagan feliz.
D. Aléjate de la gente que toca tu botón sensible y que te vuelve loco: Hay gente que sabe tocar tu área de vulnerabilidad y tienes que estar lejos hasta que Dios te sane.
E. No tienes que jugar al papel de víctima. Hay gente que se ofende por todo.
F. Ignora a la gente que te maltrata y es indiferente. Aléjate de ellos.
G. ¡Tienes que disfrutar la vida! Es un mandato de Dios. ¡Vamos…! A disfrutar tu presente… a disfrutar al Señor… la adoración… el hoy… Camina en gozo, en alegría, no naciste para vivir en el enojo. El enojo no es fruto del Espíritu Santo.
H. Tienes que aprender a disfrutar tu liderazgo, tu servicio, tus hijos, lo que tengas para comer, sea lo que sea. DISFRUTA TU PRESENTE. No hay nada más lindo que disfrutar bajo la aprobación de Dios.
La sangre de Cristo nos cubrió para disfrutar. El gozo de Dios es nuestra fortaleza. Por lo tanto, no necesitas la droga, el alcohol, el sexo ilícito, la violencia. Camina disfrutando tu hoy, sabiendo que tu mañana será mejor. Caminas sabiendo, que en cualquier momento, Cristo viene y te vas con Él para siempre; pero mientras tanto, caminas en victoria disfrutando.
Cuando Jesús vino, hubo cielos nuevos y tierra nueva. Los cielos de la ley, de los mandatos, de la vergüenza, de las culpas, se cerraron y Jesús inauguró cielos nuevos y tierras nuevas y dijo: “Los violentos arrebatan este reino”. Vamos a ser violentos contra la droga, violentos contra el pecado, contra la indiferencia, contra la culpa, contra lo que nos lastima y vamos a capturar el reino de Dios. ¡ESTAS VIVO!
No dejes que el resentimiento te siga robando años de tu vida. Hay guerra pero antes de la guerra hay que disfrutar. Hay que caminar en victoria. Hay que reconocer que Él es bueno y para siempre es su misericordia.
FUENTE: Extracto del Libro “Emociones Lastimadas”, por Bernardo Stamateas.
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2 comentarios:
Excelente, estoy contenta de leer estos articulos, ya voy, mejor dicho ya empece a recomendar a visitar nuestra pag. bendiciones hasta que sobreabunden apòstol.
Amén pastora! Que podamos ser agentes multiplicadores de salud integral; que seamos una comunidad terapéutica que promueve y practica sanidad, liberación y restauración en el poderoso Nombre de Jesucristo!
Ap. Daniel Guerrero
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