ENTENDIENDO LAS PRIMICIAS Cuarta Parte
El Significado de la Fiesta de la Luna nueva
Mensaje dado en la Conferencia Visión 2012
Por apostol Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
En la Primera parte de esta entrega estudiamos el Ciclo de Redención descrito en Proverbios 3:5 al 10 y las promesas y bendiciones que hay relacionadas con la ofrenda de las primicias. Si quiere comenzar leyendo la Primera parte de este mensaje, haga click aquí.
En La Segunda parte, estudiamos la experiencia de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob; y vimos la base bíblica de la ofrenda de las primicias y su relación con el tema de la primogenitura y sus bendiciones, y su importancia para Dios y Su plan y diseño para Su reino.
Y en la Tercera parte analizamos la bendición y el significado de la celebración de la ofrenda y la Fiesta de las Primicias; que es un asunto muy serio para Dios y cómo su cumplimiento está relacionado con los actos de redención/liberación y salvación de Dios para Su pueblo.
Ahora en esta última entrega analizaremos otra Fiesta de Primicias, la Fiesta mensual de la celebración de la Luna nueva (Heb. Rosh Jódesh); vamos a ver su valor, significado y la bendición que hay en celebrar esta Fiesta y alinearnos al tiempo de Dios y Su reino en Jesucristo.
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El Significado de la Fiesta de la Luna nueva
Mensaje dado en la Conferencia Visión 2012
Por apostol Daniel Guerrero
INTRODUCCIÓN
En la Primera parte de esta entrega estudiamos el Ciclo de Redención descrito en Proverbios 3:5 al 10 y las promesas y bendiciones que hay relacionadas con la ofrenda de las primicias. Si quiere comenzar leyendo la Primera parte de este mensaje, haga click aquí.
En La Segunda parte, estudiamos la experiencia de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob; y vimos la base bíblica de la ofrenda de las primicias y su relación con el tema de la primogenitura y sus bendiciones, y su importancia para Dios y Su plan y diseño para Su reino.
Y en la Tercera parte analizamos la bendición y el significado de la celebración de la ofrenda y la Fiesta de las Primicias; que es un asunto muy serio para Dios y cómo su cumplimiento está relacionado con los actos de redención/liberación y salvación de Dios para Su pueblo.
Ahora en esta última entrega analizaremos otra Fiesta de Primicias, la Fiesta mensual de la celebración de la Luna nueva (Heb. Rosh Jódesh); vamos a ver su valor, significado y la bendición que hay en celebrar esta Fiesta y alinearnos al tiempo de Dios y Su reino en Jesucristo.
BENDICIÓN CONTINUA Y CRECIENTE
El reino de Dios se rige por Leyes, leyes espirituales, dadas por el Rey, el Creador del universo y el Soberano de las naciones (Gén. 1:14-19); pero también se mueve por tiempos y estaciones. Dios tiene ciclos de bendición y Satanás, el adversario, utiliza ciclos de destrucción (Jn. 10:9-11). Y Dios quiere que Sus hijos seamos entendidos de los tiempos, para que disfrutemos de Su continua y creciente bendición.
Dios y Su reino se mueven y manifiestan en tiempos oportunos, específicos y establecidos por Él soberanamente para Su creación y Su pueblo, en los cuales se hace Su voluntad. En el lenguaje griego, se usan dos palabras para clasificar el tiempo: 1. Krónos: que describe el tiempo que transcurre de manera secuencial; su valor es más de cantidad, de medida (segundos, horas, días, etc.). 2. Kairós: describe el tiempo más bien de una manera cualitativa, como un momento oportuno o propicio en el que acontece un evento especial (nacimiento, muerte, cosecha, fiesta, aniversario, etc.). En el diseño de Dios, Él quiere que Su pueblo se mueva en ambos tiempos, pero en especial, que seamos sensibles y entendidos de Su kairós, del tiempo oportuno en el que quiere revelar Su voluntad y dispensar Su bendición.
Dios nos dio señales, formas para que sepamos los tiempos y podamos alinearnos con Él, con Su reino y voluntad. Y Él creó al universo de tal manera que entendiéramos eso (Gén. 1:14-18). Y así como Él arregló a las doce (12) tribus alrededor del Tabernáculo y su arca, en grupos de tres (3); Él también arregló los doce (12) meses alrededor de un año, en cuatro (4) estaciones de tres (3) meses cada una. ¡Dios arregló el universo para que tengamos revelación de Su tiempo y estaciones!
Así que necesitamos conocer el tiempo de Dios y las estaciones de Dios. Él nunca cambia, pero sí Sus estaciones; y Él se mueve soberanamente en y a través de ellas. A través de las estaciones de la vida, podemos aprender que lo que funciona en una estación, no siempre funcionará en la próxima. Así que, si queremos prosperar y avanzar en Su reino, necesitamos conocer las estaciones de Dios y determinar en cuál estación estamos y cuál es la siguiente.
Veamos una breve descripción de las estaciones, y observemos sus características y propósitos:
1. PRIMAVERA: Es la estación de los comienzos. Es un tiempo oportuno para plantar. En esta estación siembras y sacas lo que quieres hacer, para que puedas cosechar hasta el último momento, durante todo el año. También vemos en las Escrituras que es un tiempo oportuno para ir a la guerra; no significa que no vas a guerrear en otros momentos, pero en primavera es un tiempo oportuno para hacerlo.
2. VERANO: Es la estación de revelación y cosecha. Es tiempo para atender a los cultivos, ya que requieren ser cosechados. Es tiempo para trabajar y esperar con mucha expectativa por la cosecha que se acerca.
3. OTOÑO: Es la estación de evaluación y plenitud o cumplimiento. Es tiempo para evaluar cómo fue la cosecha y almacenarla. Es también tiempo para el gozo, para celebración y agradecimiento.
4. INVIERNO: Es la estación de reposo y preparación. Es el tiempo para disfrutar el tiempo de tu labor y prepararte para plantar o sembrar otra vez. Y es el tiempo de poda de las vides.
Como podemos ver, cada estación tienes tres (3) meses y cada mes tiene su propio sabor, su propio estado de ánimo, su propio propósito y significado profético. Dios agrupó los meses en sus estaciones, de manera que si caminamos con Dios, de mes a mes, nos moveremos hacia nuestro destino, de bendición a bendición, en ciclos cada vez más crecientes de bendición. La vida tiene sus estaciones y Dios quiere que seamos entendidos en ellas.
Dios quiere que tengas una cosecha abundante, pero si no estás en la estación o tiempo correcto, no vas a tener cosecha. Porque plantar y cosechar deben hacerse en el tiempo correcto. Y cuando hablamos de cosecha, nos referimos a aquello por lo que tú trabajas, oras y esperas. Esa cosecha no es solo material o económica, es también espiritual y ministerial, mental y emocional.
Y también podemos observar que nuestro Maestro, el Señor Jesús, tomó muy en cuenta esta relación entre las estaciones y el tiempo con respecto al crecimiento y avance de Su reino. Y esperaba que Sus discípulos pudieran estar atentos a las señales de los tiempos y las estaciones, ya sea en su aspecto físico como en su sentido espiritual o profético (Mt. 24:32-36; Jn. 4:35-38); y amonestó a aquellos que no podían entender o discernir la señal de los tiempos (Mt. 6:1-3; Lc. 12:54-56). Y también les dijo a Sus discípulos que habían tiempos y estaciones bajo la total soberanía y conocimiento del Padre celestial (Mr. 13:4,31-37; Lc. 21:22-24; Hch. 1:6-7). Y en la revelación de Jesucristo dada por el apóstol Juan abundan las referencias a las señales en las grandes lumbreras, el sol y la luna, como señales que anticipan el avance del reino de Dios y sus juicios, así como la venida del Señor, tal como Él lo enseñó (Mt. 24:29-30; Mr. 13:24-26; Lc. 21:25-31; Ap. 6:12; 8:12; 16:8).
¡Dios arregló el universo para que tengamos revelación de Su tiempo y estaciones! ¡Dios quiere que Sus hijos seamos entendidos de Sus tiempos y estaciones!
Dios también estableció que Su pueblo se guiará más por el calendario lunar y estableció una Fiesta que marcara el inicio, la preparación y celebración de un nuevo tiempo o ciclo de vida y bendición, bajo Su reino. Esta Fiesta es conocida en el lenguaje hebreo como Rosh Jódesh (Sig. cabeza de mes) y en español como la Fiesta de la Luna nueva.
Es interesante observar, que así como Dios estableció cuatro (4) estaciones dentro de un ciclo de doce (12) meses, o sea un año; también estableció cuatro (4) fases dentro de un ciclo de cuatro (4) semanas (siete días), o sea un mes. Y si las relacionamos veremos que, tanto las estaciones como las fases, conservan mucho de sus características:
1. LUNA NUEVA ==> PRIMAVERA == Tiempo de comienzo, sembrar
2. LUNA CRECIENTE ==> VERANO == Tiempo de producción, cosechar
3. LUNA LLENA ==> OTOÑO == Tiempo de evaluación, celebrar
4. LUNA MENGUANTE ==> INVIERNO == Tiempo de descanso, reposar
Es decir, Dios en su sabiduría, nos dejó registrado, por medio de estas CUATRO estaciones y CUATRO fases, todo un proceso o ciclo de vida, por medio del cual podemos proyectar las obras de nuestra vida y labor; y que hacemos bien, como buenos mayordomos y administradores del reino de nuestro Señor Jesucristo, en prestarle atención y posicionarnos en el tiempo de Dios. Eso implica que para la ejecución de todo proyecto debemos considerar SIEMPRE CUATRO etapas: El Inicio o comienzo; su crecimiento o desarrollo; su cumplimiento y evaluación; y su culminación y reposo.
Esta poderosa Ley y principio universal nos los dejó plasmado el Creador, durante la ejecución de la creación, específicamente el día CUATRO (Gén. 1:14-19):
"Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años"
LA FIESTA DE LA LUNA NUEVA: BENDICIÓN MENSUAL
La Fiesta de la Luna nueva o Principio de mes (Hebreo Rosh Jódesh), era una Fiesta muy importante en el Calendario hebreo (Núm. 10:10; 1Sam. 20:18; 2Rey. 4:23). Se anunciaba al toque de shofar o trompeta de plata, con una comida festiva y una ofrenda especial (Núm. 28:11-15). La celebración del Rosh Jódesh (Luna nueva) era importante para los reyes y el pueblo (Saúl: 1Sam. 20:24-27; David: 1Sam. 20:5; Salomón: 2Cró. 2:4; Salmistas: Sal. 81: 1-3; y el pueblo: Neh. 10:32-33).
El reino de Dios se rige por Leyes, leyes espirituales, dadas por el Rey, el Creador del universo y el Soberano de las naciones (Gén. 1:14-19); pero también se mueve por tiempos y estaciones. Dios tiene ciclos de bendición y Satanás, el adversario, utiliza ciclos de destrucción (Jn. 10:9-11). Y Dios quiere que Sus hijos seamos entendidos de los tiempos, para que disfrutemos de Su continua y creciente bendición.
Dios y Su reino se mueven y manifiestan en tiempos oportunos, específicos y establecidos por Él soberanamente para Su creación y Su pueblo, en los cuales se hace Su voluntad. En el lenguaje griego, se usan dos palabras para clasificar el tiempo: 1. Krónos: que describe el tiempo que transcurre de manera secuencial; su valor es más de cantidad, de medida (segundos, horas, días, etc.). 2. Kairós: describe el tiempo más bien de una manera cualitativa, como un momento oportuno o propicio en el que acontece un evento especial (nacimiento, muerte, cosecha, fiesta, aniversario, etc.). En el diseño de Dios, Él quiere que Su pueblo se mueva en ambos tiempos, pero en especial, que seamos sensibles y entendidos de Su kairós, del tiempo oportuno en el que quiere revelar Su voluntad y dispensar Su bendición.
Dios nos dio señales, formas para que sepamos los tiempos y podamos alinearnos con Él, con Su reino y voluntad. Y Él creó al universo de tal manera que entendiéramos eso (Gén. 1:14-18). Y así como Él arregló a las doce (12) tribus alrededor del Tabernáculo y su arca, en grupos de tres (3); Él también arregló los doce (12) meses alrededor de un año, en cuatro (4) estaciones de tres (3) meses cada una. ¡Dios arregló el universo para que tengamos revelación de Su tiempo y estaciones!
Así que necesitamos conocer el tiempo de Dios y las estaciones de Dios. Él nunca cambia, pero sí Sus estaciones; y Él se mueve soberanamente en y a través de ellas. A través de las estaciones de la vida, podemos aprender que lo que funciona en una estación, no siempre funcionará en la próxima. Así que, si queremos prosperar y avanzar en Su reino, necesitamos conocer las estaciones de Dios y determinar en cuál estación estamos y cuál es la siguiente.
Veamos una breve descripción de las estaciones, y observemos sus características y propósitos:
1. PRIMAVERA: Es la estación de los comienzos. Es un tiempo oportuno para plantar. En esta estación siembras y sacas lo que quieres hacer, para que puedas cosechar hasta el último momento, durante todo el año. También vemos en las Escrituras que es un tiempo oportuno para ir a la guerra; no significa que no vas a guerrear en otros momentos, pero en primavera es un tiempo oportuno para hacerlo.
2. VERANO: Es la estación de revelación y cosecha. Es tiempo para atender a los cultivos, ya que requieren ser cosechados. Es tiempo para trabajar y esperar con mucha expectativa por la cosecha que se acerca.
3. OTOÑO: Es la estación de evaluación y plenitud o cumplimiento. Es tiempo para evaluar cómo fue la cosecha y almacenarla. Es también tiempo para el gozo, para celebración y agradecimiento.
4. INVIERNO: Es la estación de reposo y preparación. Es el tiempo para disfrutar el tiempo de tu labor y prepararte para plantar o sembrar otra vez. Y es el tiempo de poda de las vides.
Como podemos ver, cada estación tienes tres (3) meses y cada mes tiene su propio sabor, su propio estado de ánimo, su propio propósito y significado profético. Dios agrupó los meses en sus estaciones, de manera que si caminamos con Dios, de mes a mes, nos moveremos hacia nuestro destino, de bendición a bendición, en ciclos cada vez más crecientes de bendición. La vida tiene sus estaciones y Dios quiere que seamos entendidos en ellas.
Dios quiere que tengas una cosecha abundante, pero si no estás en la estación o tiempo correcto, no vas a tener cosecha. Porque plantar y cosechar deben hacerse en el tiempo correcto. Y cuando hablamos de cosecha, nos referimos a aquello por lo que tú trabajas, oras y esperas. Esa cosecha no es solo material o económica, es también espiritual y ministerial, mental y emocional.
Y también podemos observar que nuestro Maestro, el Señor Jesús, tomó muy en cuenta esta relación entre las estaciones y el tiempo con respecto al crecimiento y avance de Su reino. Y esperaba que Sus discípulos pudieran estar atentos a las señales de los tiempos y las estaciones, ya sea en su aspecto físico como en su sentido espiritual o profético (Mt. 24:32-36; Jn. 4:35-38); y amonestó a aquellos que no podían entender o discernir la señal de los tiempos (Mt. 6:1-3; Lc. 12:54-56). Y también les dijo a Sus discípulos que habían tiempos y estaciones bajo la total soberanía y conocimiento del Padre celestial (Mr. 13:4,31-37; Lc. 21:22-24; Hch. 1:6-7). Y en la revelación de Jesucristo dada por el apóstol Juan abundan las referencias a las señales en las grandes lumbreras, el sol y la luna, como señales que anticipan el avance del reino de Dios y sus juicios, así como la venida del Señor, tal como Él lo enseñó (Mt. 24:29-30; Mr. 13:24-26; Lc. 21:25-31; Ap. 6:12; 8:12; 16:8).
¡Dios arregló el universo para que tengamos revelación de Su tiempo y estaciones! ¡Dios quiere que Sus hijos seamos entendidos de Sus tiempos y estaciones!
Fases de la Luna en un mes |
Es interesante observar, que así como Dios estableció cuatro (4) estaciones dentro de un ciclo de doce (12) meses, o sea un año; también estableció cuatro (4) fases dentro de un ciclo de cuatro (4) semanas (siete días), o sea un mes. Y si las relacionamos veremos que, tanto las estaciones como las fases, conservan mucho de sus características:
1. LUNA NUEVA ==> PRIMAVERA == Tiempo de comienzo, sembrar
2. LUNA CRECIENTE ==> VERANO == Tiempo de producción, cosechar
3. LUNA LLENA ==> OTOÑO == Tiempo de evaluación, celebrar
4. LUNA MENGUANTE ==> INVIERNO == Tiempo de descanso, reposar
Es decir, Dios en su sabiduría, nos dejó registrado, por medio de estas CUATRO estaciones y CUATRO fases, todo un proceso o ciclo de vida, por medio del cual podemos proyectar las obras de nuestra vida y labor; y que hacemos bien, como buenos mayordomos y administradores del reino de nuestro Señor Jesucristo, en prestarle atención y posicionarnos en el tiempo de Dios. Eso implica que para la ejecución de todo proyecto debemos considerar SIEMPRE CUATRO etapas: El Inicio o comienzo; su crecimiento o desarrollo; su cumplimiento y evaluación; y su culminación y reposo.
Esta poderosa Ley y principio universal nos los dejó plasmado el Creador, durante la ejecución de la creación, específicamente el día CUATRO (Gén. 1:14-19):
"Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años"
LA FIESTA DE LA LUNA NUEVA: BENDICIÓN MENSUAL
La Fiesta de la Luna nueva o Principio de mes (Hebreo Rosh Jódesh), era una Fiesta muy importante en el Calendario hebreo (Núm. 10:10; 1Sam. 20:18; 2Rey. 4:23). Se anunciaba al toque de shofar o trompeta de plata, con una comida festiva y una ofrenda especial (Núm. 28:11-15). La celebración del Rosh Jódesh (Luna nueva) era importante para los reyes y el pueblo (Saúl: 1Sam. 20:24-27; David: 1Sam. 20:5; Salomón: 2Cró. 2:4; Salmistas: Sal. 81: 1-3; y el pueblo: Neh. 10:32-33).
Veamos sus características:
- Una celebración gozosa (Os. 2:11; Sal. 81:1-3);
- Día de reposo (Am. 8:5);
- Día de festejar (1Sam. 20:5)
- Día de adoración (Is. 66:23; Núm. 10:10);
- Día propicio para buscar al profeta (2Rey. 4:23)
Y su valor o significado profético:
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y ustedes están completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de ustedes el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fueron también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a ustedes, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, les dio vida juntamente con él, perdonándoles todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Así que, hemos podido ver en la Primera parte de este mensaje, que es sabio honrar a Dios con las Primicias de nuestros frutos; y en la Segunda parte, que hay una bendición al nosotros consagrar a Dios las Primicias de nuestros frutos (hijos, rebaños, cosechas, salarios, etc.); en la Tercera parte, pudimos avanzar en nuestro entendimiento de la Fiesta de las Primicias, y aprendimos que la ofrenda de las Primicias, los diezmos y la Primogenitura son asuntos serios para Dios. Y Él desea, que entremos en esa esfera de bendición, no por la fuerza de la Ley, sino por la fe, por nuestro amor y obediencia a Él, con un corazón que no desea otra cosa que honrarle y glorificarle en todo y con todo.
En esta cuarta y última entrega, pudimos ver que Dios desea bendecirnos cada día, cada mes y cada año, que nuestra vida refleje la vida abundante, que Él prometió a Sus ovejas, a Sus discípulos.
También vimos que para alcanzar esta bendición continua y creciente, necesitamos conocer y entender el tiempo y las Fiestas de Dios, en su relación con Su reino. Y para alcanzar esa bendición continua y creciente, tenemos que entrar y entender la bendición de las Primicias de nuestros días, meses, años.
Necesitamos entrar en este ciclo de aprendizaje de santificar y bendecir cada primer día de cada mes (Luna nueva). Así como ya hemos aprendido a buscar el rostro del Señor cada mañana, para santificar y consagrar los primeros minutos u horas de cada día; y también cada año, al principio de cada año; ahora, debemos avanzar en el reino de Dios santificando y consagrando cada mes, durante la celebración de la Fiesta de la Luna nueva y las Primicias de cada mes.
Es mi oración, que usted reciba revelación, inteligencia, sabiduría y conocimiento de lo alto; que usted siga avanzando en el reino de Dios y cosechando todo lo que Dios ha preparado para usted, de manera que sea y tenga todo lo que Dios quiere que usted sea, y todo lo que Dios quiere que usted tenga. Pues esa es la poderosa promesa que Dios da a todos los que le buscan y le aman de todo corazón:
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1Cor. 2:9).
Y también nos dio a todos los que somos de la fe en nuestro Señor Jesucristo:
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo" (Ef. 1:3).
- Luna nueva es un tiempo oportuno (kairós), que santifica el mes entero y nos posicionamos para recibir la bendición del resto del mes.
- Es un tipo de fiesta de Primicias, si tu santificas el principio del mes, todo el mes será bendecido.
- Honramos, alabamos y agradecemos a Dios por las bendiciones del mes anterior.
- Es un tiempo oportuno para buscar el rostro de Dios, buscar Su voluntad para el próximo mes, y entrar en el fluir profético para el próximo mes.
- Es un tiempo para proseguir con nuestro entendimiento del diseño o modelo del cielo.
- Celebrando Luna nueva cada mes, continuarás con el ciclo de bendición que Dios tiene para ti, o podrás revertir tu perdida.
- Al alinearte con la Fiesta de la Luna nueva te posicionas para consagrar y bendecir cada mes; y avanzar en cada ciclo vital de cada mes.
¿Los cristianos hoy podrían celebrar la Fiesta de la Luna nueva?
Hay una seria confusión al interpretar Colosenses 2:16 al 17, que dice:
"Por tanto, nadie les juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo".
En ese pasaje no hay prohibición apostólica o escritural para que los cristianos celebren las fiestas, de manera particular en este caso, la Fiesta de la Luna nueva. Lo que sí se enseña es que "nadie se siente a juzgarte" sobre fiestas, luna nueva o sábados, porque todo es sombra, un cuadro o símbolo de Cristo. Es decir, nadie tiene el derecho de juzgar si celebras o no celebras equis y determinada fiesta, que tú consideres espiritual y de provecho para tu vida, familia o ministerio; y tú tampoco debes juzgar a nadie.
Lo que el apóstol Pablo reitera en casi todas sus cartas, es que los discípulos de Cristo, sean judíos o gentiles, no deben buscar ser justificados o entrar en relación correcta con Dios, mediante la observación o cumplimiento de la Ley de Moisés, porque ya Cristo es el cumplimiento pleno de la Ley y los profetas. En el contexto del pasaje anterior, el apóstol Pablo nos enseña que nosotros, por la fe, estamos completos en Cristo: en él estamos circuncidados, bautizados, resucitados, definitivamente perdonados, porque el acta de los decretos que nos condenaba y acusaba fue total y definitivamente anulada y quitada de en medio. Permítanme citar el contexto (Col. 2:8-15):
8 Mirad que nadie les engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y ustedes están completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de ustedes el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fueron también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a ustedes, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, les dio vida juntamente con él, perdonándoles todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
Según la cita anterior, en vista que, en nuestra carne, en nuestras propias fuerzas, ya no necesitamos hacer nada (excepto creer y obedecer a Cristo nuestro Señor y Salvador), para entrar en una relación correcta con Dios y disfrutar su vida y bendiciones; entonces, ahora lo que sí necesitamos hacer, es seguir la Ley del Espíritu, que por revelación de la Palabra se nos da para que vivamos y nos movamos en la esfera del reino de Dios. Porque nadie es justificado por obras, o cumpliendo la Ley de Moisés; sino por medio de nuestra fe en la obra completa y perfecta que Cristo logró en la cruz del Calvario y en Su poderosa resurrección conforme a las Escrituras (1Cor. 15:1-4; Ro. 5:1-2; Gál. 3:6-14; Heb. 10:1-23).
Así que, ¿la celebración de la Fiesta de la Luna nueva nos añade algo extra a nuestra salvación? ¡Por supuesto que no! Ni tampoco que vayas los domingos al culto, o que demos ofrendas o diezmos, ni que asistamos a la Escuela dominical, ni que amemos a nuestros padres, a esposas o hijos, etc, etc. ¡Pero sí honramos a Dios, según la revelación que hayamos recibido! Nosotros, no hacemos nada de lo que mencioné arriba para "ser mejores" o "más santos" o "más salvos", porque sabemos y entendemos que "en Cristo estamos completos", somos considerados, de una vez y para siempre, justos, santos y perfectos delante de Dios.
¡Es Ley espiritual o principio escritural, que honramos a Dios con lo que Él dice que es Su voluntad!
Entonces, ¿es malo celebrar la Fiesta de la Luna nueva, porque no aprovecha o añade nada? ¡Claro que no! Es como si dijéramos que ¡hacer ejercicios físicos son malos o innecesarios, porque el apóstol Pablo dijo que aprovechan para muy poco! (1Ti. 4:7-9). Es como si dijéramos que ¡no necesitamos ir al culto dominical porque no aprovecha o añade nada! El culto dominical, técnicamente, no añade nada en nuestra relación con Dios; pero lo hacemos porque queremos honrar a Dios por varias razones:
1. Porque consagramos un día en la semana para descansar, según la Ley, ¿cuál Ley, la de Moisés o la del Espíritu? La del Espíritu.
2. Porque consagramos un día para buscar el rostro de Dios, adorarle, agradecerle y aprender más de Su Palabra, según la Ley, ¿cuál Ley, la de Moisés o la del Espíritu? La del Espíritu y del amor.
3. Porque sabemos que agradamos a Dios honrando Su corazón, voluntad y Palabra.
4. Porque seguimos el ejemplo de Jesús, los apóstoles y profetas.
¿Enseñamos la asistencia al culto dominical como una Ley, que "debemos obedecer"? ¡Claro que no! Lo enseñamos como una Ley y principio espiritual que "hacemos bien en seguir, obedecer, y cumplir", porque sabemos que agrada al corazón de Dios; y por lo tanto, recibiremos recompensa o bendición por ello.
Igualmente, esa es nuestra postura. Creemos que la Fiesta de la Luna nueva apunta a Cristo, que es un cuadro o símbolo del nuevo comienzo que encontramos en Cristo; un recuerdo que Cristo trae vida de la misma muerte, que vivimos por el poder de la resurrección que Él ha hecho habitar en nosotros, por medio de Su Espíritu Santo. La celebramos no para estar bajo la Ley de Moisés, sino para estar bajo el tiempo y reino de Dios; para vivir y movernos según el tiempo y las estaciones del reino de Dios y para ser entendidos de las señales de los tiempos. Y lo hacemos en la libertad que hemos alcanzado en Cristo; así que, el que no quiera celebrarla, tiene libertad para no celebrarla. Pero en ambos casos, tanto el que la quiera celebrar como el que no quiera, hagamoslo para el Señor.
La celebración de la Fiesta de la Luna nueva, al igual que la de la Pascua y Tabernáculos, tendrá cumplimiento y vigencia en el futuro reino del Mesías, nuestro Señor Jesucristo (Is. 66:22-23). Miremos lo que dice:
"Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová".
Es decir, Isaías 66:22-23, dice que en el futuro tanto judíos como gentiles vendrán adorar al Señor Jesucristo en la Fiesta de la Luna nueva (de mes a mes) y en los días de reposo que el Señor ha establecido, para disfrutar de su celebración y bendición. La Fiesta de la Luna nueva no es una fiesta temporal, es parte del diseño eterno del reino de los cielos.
¿Por qué deberíamos los cristianos hoy celebrar la Fiesta de la Luna nueva?
- Porque nos da la oportunidad para honrar, alabar y agradecer a Dios, por lo que Él ha hecho por nosotros en el mes anterior.
- Porque es un tiempo propicio para adorarle, buscarle e inquirir su voluntad para el próximo mes y festejar con Él, en anticipación por lo que Él hará y Sus próximas bendiciones.
- Porque queremos ponerlo a Él de Primero, queremos darle el Primer lugar, para santificar todo el mes, posicionandonos para recibir Su bendición.
- Porque hemos entendido por la Palabra y por el Espíritu que la manera cómo nos movemos en el próximo mes y estación, determinará cómo será aquel que camina en la bendición de las Primicias de Dios.
- Porque hemos entendido que al darle las Primicias de nuestro tiempo a Dios, cada mes, recibiremos la bendición de las Primicias a través del resto del mes y todo el año.
Si Dios estableció y cumplió con las Primicias ¿no crees que es importante hacerlo también nosotros?
Nosotros celebramos las Fiestas en el tiempo justo. No hacemos los rituales como lo hicieron en Egipto, Babilonia o los fariseos en el tiempo de Jesús y los apóstoles. Celebramos las Primicias, porque queremos estar o entrar en el fluir profético y en la bendición de Dios, para estar en el tiempo y con el corazón correcto para Dios. Y celebramos la Fiesta de la Luna nueva (Rosh Jódesh) porque entendemos el principio espiritual de las Primicias; "Si santificas la primera parte, santificas y bendices todo el resto" (Ro. 11:16); así que, que si santificamos el comienzo del mes, todo el mes será santificado y bendecido.
Al conocer y entender el tiempo y las Fiestas de Dios, desarrollamos una mentalidad de Fiesta, Cosecha y Reino. Cuando tienes una mentalidad de Tiempo, Fiesta, Cosecha y Unción de Reino, vas a aprender a reconocer cuándo no te estás moviendo en la voluntad de Dios o cuándo Dios no se está moviendo en tu vida o ministerio. Si no estamos llevando fruto nos preguntamos ¿qué pasa? Entonces evaluamos el tiempo, las estaciones, los principios y valores del Reino, vemos si hay algo errado o no funcionando correctamente y hacemos las correcciones necesarias.
CONCLUSIONES:Así que, hemos podido ver en la Primera parte de este mensaje, que es sabio honrar a Dios con las Primicias de nuestros frutos; y en la Segunda parte, que hay una bendición al nosotros consagrar a Dios las Primicias de nuestros frutos (hijos, rebaños, cosechas, salarios, etc.); en la Tercera parte, pudimos avanzar en nuestro entendimiento de la Fiesta de las Primicias, y aprendimos que la ofrenda de las Primicias, los diezmos y la Primogenitura son asuntos serios para Dios. Y Él desea, que entremos en esa esfera de bendición, no por la fuerza de la Ley, sino por la fe, por nuestro amor y obediencia a Él, con un corazón que no desea otra cosa que honrarle y glorificarle en todo y con todo.
En esta cuarta y última entrega, pudimos ver que Dios desea bendecirnos cada día, cada mes y cada año, que nuestra vida refleje la vida abundante, que Él prometió a Sus ovejas, a Sus discípulos.
También vimos que para alcanzar esta bendición continua y creciente, necesitamos conocer y entender el tiempo y las Fiestas de Dios, en su relación con Su reino. Y para alcanzar esa bendición continua y creciente, tenemos que entrar y entender la bendición de las Primicias de nuestros días, meses, años.
Necesitamos entrar en este ciclo de aprendizaje de santificar y bendecir cada primer día de cada mes (Luna nueva). Así como ya hemos aprendido a buscar el rostro del Señor cada mañana, para santificar y consagrar los primeros minutos u horas de cada día; y también cada año, al principio de cada año; ahora, debemos avanzar en el reino de Dios santificando y consagrando cada mes, durante la celebración de la Fiesta de la Luna nueva y las Primicias de cada mes.
Es mi oración, que usted reciba revelación, inteligencia, sabiduría y conocimiento de lo alto; que usted siga avanzando en el reino de Dios y cosechando todo lo que Dios ha preparado para usted, de manera que sea y tenga todo lo que Dios quiere que usted sea, y todo lo que Dios quiere que usted tenga. Pues esa es la poderosa promesa que Dios da a todos los que le buscan y le aman de todo corazón:
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1Cor. 2:9).
Y también nos dio a todos los que somos de la fe en nuestro Señor Jesucristo:
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo" (Ef. 1:3).
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13 comentarios:
Entiendo el principio o la enseñanza que hay para el pueblo de Dios hoy en la celebracion de la luna nueva, en el sentido que Dios manda que busquemos primero el reino de Dios, ademas que le tengamos y amemos por sobre todas las cosas. Pero quizas seria bueno que solo se hiciera un culto de accion de gracias y adoracion al inicio de mes sin necesidad de llamarlo celebracion de Luna N. porque parece como volver a las practicas de la Ley aunque no añadan nada a la justificacion, ni sea requisito para la Iglesia. se presta a confusion es mi opinion. tambien hay tiempos de prueba, sequia y desierto que no tienen que ver con que no estemos en la voluntad de Dios, sino para crecimiento.
Sí estimado "Anónimo", ese es nuestro interés principal, que captemos el principio o ley espiritual que hay en la celebración de las Fiestas y cómo éstas se pueden aplicar a nuestro caminar con nuestro Señor Jesucristo. No estamos interesado para nada en volver al viejo pacto, porque creemos, como lo enseña el libro a los Hebreos el nuevo es muchísimo mejor. Y lo que queremos hacer es entrar, según la dirección que el Señor nos de, conforme a Su Palabra, a toda bendición, herencia y provisión que Dios ha preparado para Su pueblo. Y también creemos y entendemos que Dios opera en tiempos y estaciones en los que puede haber siembra y cosecha, escasez y abundancia, y aún vida y muerte; y en todos ellos Él desea que crezcamos y llevemos mucho fruto.
Muchas gracias por sus observaciones y comentarios. Dlsbm
Ap. Daniel Guerrero
tanta charla para judaizar y cobrar peaje(diezmos) en la esfera del espiritu no se debe cobrar
Acudi a su pagina para entender las fiestas de las primicias y su mensaje fue muy informativo. Segun su mensaje no hay una cantidad exacta para las primicias. Deberia ser alguna cantidad o algun por ciento? El pastor donde me congrego exige una cantiada es especifica que todos consideramos que es alta. Entendemos la obediencia al Pastor pero nos sentimos presionados. Acabo de congregarme y necesito no ser enganada. Gracias.
Estimado (a) hno (a). Pue sería bueno platicar esta enseñanza con su pastor. En conclusión veo que Dios quiere de nosotros es un corazón dispuesto a considerarlo a Él por sobre todas las cosas. Y esto a lo logramos cumpliendo mandamientos que resumió Jesús amaras a Dios con todo tu corazón, tu mente y tu alma, incluso tu cuerpo. y amar a tu prójimo como a tí mismo. Lo 1ro que obtengamos en nuestra vida, es porque Dios nos los ha dado ofrezcamoslo pues a Dios: da de comer al hambriento, al huerfano, viudas desamparadas, extranjeros, apoya la obra de tu congregación discerniendo los espíritus (somos administradores de Reino, lo que tenemos no es nuestro) conoceréis la verdad y esta os hará libres.. Nada que provenga de Dios es impuesto.. Todo debemos hacerlo con corazón alegre, que agrade a Dios.. Escrito está que muchos usando nombre de Jesús haran prodigios, maravillas.. pero son hacedores de maldad, a quienes Jesús dijo. .Apartaos de mi.... Bendiciones mis hermanos
Estimado (a) hno (a). Pue sería bueno platicar esta enseñanza con su pastor. En conclusión veo que Dios quiere de nosotros es un corazón dispuesto a considerarlo a Él por sobre todas las cosas. Y esto a lo logramos cumpliendo mandamientos que resumió Jesús amaras a Dios con todo tu corazón, tu mente y tu alma, incluso tu cuerpo. y amar a tu prójimo como a tí mismo. Lo 1ro que obtengamos en nuestra vida, es porque Dios nos los ha dado ofrezcamoslo pues a Dios: da de comer al hambriento, al huerfano, viudas desamparadas, extranjeros, apoya la obra de tu congregación discerniendo los espíritus (somos administradores de Reino, lo que tenemos no es nuestro) conoceréis la verdad y esta os hará libres.. Nada que provenga de Dios es impuesto.. Todo debemos hacerlo con corazón alegre, que agrade a Dios.. Escrito está que muchos usando nombre de Jesús haran prodigios, maravillas.. pero son hacedores de maldad, a quienes Jesús dijo. .Apartaos de mi.... Bendiciones mis hermanos
Estimado (a) hno (a). Pue sería bueno platicar esta enseñanza con su pastor. En conclusión veo que Dios quiere de nosotros es un corazón dispuesto a considerarlo a Él por sobre todas las cosas. Y esto a lo logramos cumpliendo mandamientos que resumió Jesús amaras a Dios con todo tu corazón, tu mente y tu alma, incluso tu cuerpo. y amar a tu prójimo como a tí mismo. Lo 1ro que obtengamos en nuestra vida, es porque Dios nos los ha dado ofrezcamoslo pues a Dios: da de comer al hambriento, al huerfano, viudas desamparadas, extranjeros, apoya la obra de tu congregación discerniendo los espíritus (somos administradores de Reino, lo que tenemos no es nuestro) conoceréis la verdad y esta os hará libres.. Nada que provenga de Dios es impuesto.. Todo debemos hacerlo con corazón alegre, que agrade a Dios.. Escrito está que muchos usando nombre de Jesús haran prodigios, maravillas.. pero son hacedores de maldad, a quienes Jesús dijo. .Apartaos de mi.... Bendiciones mis hermanos
Cual sería en su concepto la primicia de un salario un porcentaje, un monto etc. creo que esto queda muy escueto en su análisis de las Primicias.
Agradezco esta exposición para entender y conocer sobre las primicias. Buscaba un monto para entregar, pero me voy con mi corazón deseoso de que mi primicia sea agradable al Señor, no por un valor numérico, sino por mi deseo de obedecer y agradarle a él.
Nací en marzo ¿qué dice el horóscopo -perdón, la biblia- sobre la economía para los que nacemos en ese mes?
Las fiestas israelitas como otros actos del culto judío eran sombra o tipo de Jesucristo. Cristo cumple las fiestas de Israel Lv 23: (Esquema sacado de la biblia de estudio MacArthur, pag 176)
Pascua- Muerte de Cristo (1 Cor 5:7)
Panes sin levadura - Perfección de Cristo (1 Cor 5:8)
PRIMICIAS- RESURRECCIÓN DE CRISTO (1 Cor 15:23)
Pentecostes- Derramamiento del Espíritu de Cristo ( Hch 1:5; 2:4)
Trompetas- Israel vuelve a ser reunido por Cristo (Mt 24:319
Expiación- Sacrificio vicario de Cristo (Ro 11:269
Tabernaculos- Reposo y reunión con Cristo (Zac 14:16-19)
Estas seudo-doctrinas se enseñan como mandamientos de Dios y por lo tanto como requisitos para recibir bendiciones de Dios, cosa que no es cierta. No hay un solo texto bíblico que enseñe estas prácticas como mandamientos para la iglesia. Hacerlo porque otros los hicieron y les fue bien, no es una sabia decisión. Nuestro comportamiento y creencias no están basados en los resultados sino en la autoridad y verdad de la palabra de Dios.
Necesitamos urgentemente aprender a utilizar principios exegéticos y hermenéuticos para la interpretación y aplicación del A. T. en nuestras vidas como iglesia del Señor. En el N. T. hay suficiente enseñanza sobre el mantenimiento de la iglesia local y el de los pastores, dicho sea de paso, también habla sobre la ayuda a los pobres y a las viudas (ayuda que debería salir de lo que se reúne a través de los "diezmos" y ofrendas). No hace falta persuadir con cuentos y leyendas ni mucho menos presionar con mandamientos impuestos que generan temor. También hay suficiente enseñanza para los creyentes sobre su dependencia y confianza en Dios para esperar de él su sustento y bendición.
Totalmente de acuerdo con usted,las fiestas judías eran sombra de quien habría de venir:Jesucristo.
La iglesia de este tiempo adolece de estudio y discernimiento en este y muchos temas.
Seamos como los creyentes de Berea por favor!
Siempre habrá pretexto para no darle a Dios lo que es de Él. Si no lo crees no lo hagas. Menos critica y más acción, por eso dice que debemos probarlo, ten tu experiencia con Dios pero no defiendas tu falta de fe. Recordando que la fe sin obras es muerta. Como no ofrecerle primicias a Dios si Él dio lo más grande y amado que tenía, y lo dio por nosotros que somos inmerecedores de tanta gracia.
seguimos aprendiendo. Dios le bendiga mas!
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