LAS FIESTAS Y EL CRECIMIENTO* Parte I
Por Apóstol Daniel Guerrero
"Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén" (1 Pedro 5:10-11)
INTRODUCCIÓN
Uno de los temas importantes en las cartas del apóstol Pedro es el crecimiento, y este tema siempre va acompañado de otro no menos importante: el sufrimiento. La combinación de estos dos es lo que llamamos pruebas; es decir, momentos que Dios permite en nuestras vidas, para que podamos crecer en nuestra fe, nuestro amor, compromiso y servicio a Él. El axioma es no hay crecimiento sin sufrimiento.
Y lo anterior lo podemos corroborar al observar que en esta primera carta la palabra "prueba", aparece 3 veces; "probar" una vez; "sufrir" 2 veces; "sufrimiento" una vez; "padecer" 12 veces; y "padecimiento" 3 veces. Todos estos verbos y palabras nos indican que seguir a Jesucristo tiene un precio que pagar; que es normal que padezcamos en nuestro proceso de crecimiento en nuestra fe, amor y servicio al Señor.
En su oración de despedida, el apóstol nos desea que el Señor mismo haga cuatro acciones en cada uno de nosotros, "después que hayáis padecido un poco de tiempo"; y éstas son: nos perfeccione, nos afirme, nos fortalezca y establezca (1Pe. 5:10). Y como entiendo que es un proceso de crecimiento, he querido unificar o ensamblar estas cuatro acciones con las siete Fiestas del Señor (Levítico 23), que igualmente apuntan a un ciclo de crecimiento en todo discípulo del Señor.
Cada Fiesta del Señor apunta a un mensaje, a un principio y acción de vida, que nos impulsará a crecer en nuestro conocimiento y relación personal con Dios, a través de Su Santo Espíritu.
EL SEÑOR NOS PERFECCIONA
PERFECCIONAR (katartizo 2675): completar totalmente, reparar o ajustar; --hacer apto, completar, constituir, perfeccionar, perfectamente, preparar, remendar, restaurar, unir. Y cuyo sustantivo en griego es Ártios: completo, perfecto.
Esta acción de perfeccionar del Señor las podemos relacionar con las primeras dos Fiestas, la de la Pascua y la de los Panes sin levadura.
LA PASCUA, apunta a un acto y proceso de liberación. Nos recuerda el momento cuando finalmente Dios libera a Su pueblo de la esclavitud de Egipto (Éxodo 12:1-28). Y digo que fue un acto, porque lo hicieron aquella primera noche de salida de Egipto; pero luego Dios mismo la instituyó como una de Sus Fiestas anuales. Y a su vez fue un proceso, porque el pueblo demostró una y otra vez que necesitó liberarse no sólo de la esclavitud física que tenía de Egipto, pero también de la esclavitud mental y espiritual, que les alcanzó aún dentro de la tierra prometida.
El mismo Señor Jesucristo no eliminó la Fiesta de la Pascua, sino que le dio un nuevo contenido y cumplimiento en la obra redentora/liberadora, que Él ejecutó en la cruz del Calvario. Y es lo que ahora nosotros llamamos y celebramos como la Cena del Señor (Lc. 22:1-20).
La Pascua nos coloca en:
1. Una nueva relación de Pacto con Dios, a través de la sangre de Jesucristo, Su Hijo.
2. Una nueva posición en Cristo, mediante el cual somos hechos Sus hijos, reyes y sacerdotes.
3. Una nueva vida en Cristo, por el poder del Espíritu Santo que nos perfecciona y santifica.
El Señor mismo, por medio de Su Palabra y Su Espíritu, continuamente nos perfecciona, ayudándonos a creer, entender y aplicar a nuestras vidas estas poderosas verdades, que encontramos claramente en las Sagradas Escrituras.
LOS PANES SIN LEVADURA, apuntan al proceso de purificación, de limpieza espiritual, mental, emocional y física que todo discípulo de Jesucristo debe experimentar continuamente en su vida. Esta Fiesta se celebraba durante siete días, a partir de la Fiesta de la Pascua, con lo cual el Señor quería enfatizar, en un ciclo de 7 días, que nuestra purificación debería ser perfecta, completa, más profunda y extensa, involucrando toda iniquidad, rebelión y pecado ante Sus ojos.
El mismo Señor Jesucristo usó muchas veces el símbolo de la levadura, para significar aquellos pensamientos o patrones de pensamientos que contaminan nuestra forma de pensar, decidir y actuar contrarios a Su voluntad. Él habló de por lo menos de tres tipos de levaduras que debemos evitar o cuidarnos de no contaminarnos:
1. la levadura de los fariseos: es decir pensamientos y conductas religiosas, hipócritas.
2. la levadura de los escribas y saduceos: es decir pensamientos incrédulos y declaraciones eminentemente racionales y legalistas, que anulan, suprimen o cuestionan las obras sobrenaturales de Dios.
3. la levadura de Herodes: es decir pensamientos y conductas que nos conducen a "asesinar" a nuestro hermano; acciones que buscan limitar, entorpecer o dañar la vida y desarrollo de nuestro prójimo, a fin de lograr nuestros propios intereses, pasiones y deseos.
De todos esos tipos de levadura debemos purificar nuestra mente y corazón; pues Dios desea que tengamos:
1. Continua purificación
2. Continua santificación
3. Continua consagración
De esta manera podremos avanzar en nuestro proceso de crecimiento, podremos ser perfeccionados, reparados, restaurados y hechos completos en Cristo Jesús, nuestro Señor.
EL SEÑOR NOS AFIRMA
AFIRMAR (sterizo 4741): fijar, firmemente, confirmar, -- establecer, afirmar, confirmar. El sustantivo en griego es stereós: sólido, estable, firme.
Para que podamos experimentar un buen crecimiento, necesitamos una buena base sobre la cual podamos afirmar nuestras vidas; y para ello, Dios tiene que alinearnos, pasar su plomada a nuestra vida, para que esté sólida y estable.
LAS PRIMICIAS, esta Fiesta se celebraba a mediados del primer mes, de Abib, para indicar el inicio de la primera cosecha del ciclo anual, cuando se recogían las primeras espigas de la cosecha de la cebada y se presentaban en el Templo.
En esta primera Fiesta de cosecha, Dios quería enseñar a Su pueblo, a Sus hijos, a colocarlo a Él siempre de primero o en el primer lugar de sus vidas y de sus labores. Por eso la Fiesta de las Primicias nos recuerda la importancia de estar alineados:
1. Con la voluntad de Dios
2. Con el tiempo de Dios
3. Con el propósito de Dios
El Señor Jesús confirma este principio cuando nos enseña a "buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia" (Mt. 5:33), de manera que no vivamos afanados por la comida, por el vestido o por ninguna otra cosa, porque nuestro Padre celestial conoce nuestras necesidades (Mt. 5:25-34).
El cimiento sobre el cual debemos afirmar nuestras vidas (pensamientos, decisiones y acciones) debe ser Dios, Su Reino y Su justicia, sabiendo que Él tiene cuidado de nosotros. Que como buen Padre, Él suplirá para todas nuestras necesidades; y como nuestro Proveedor, Él cuidará de nosotros. Sobre ese fundamento de fe y obediencia debemos afirmar nuestras vidas.
CONCLUSIÓN:
Dios desea que sus hijos crezcan, sean fructíferos y experimenten todas las bendiciones, herencia y riqueza que Él ha preparado.
Hemos visto que el apóstol Pedro nos enseña que todo proceso de crecimiento experimenta cierto grado de sufrimiento, de padecimiento y prueba. Dios permite esto para que nuestra fe, amor y obediencia crezca fuerte y saludable.
Hemos visto también. en esta primera entrega, las dos primeras acciones que Dios opera en nosotros para que crezcamos en Él:
1. Nos perfecciona, es decir: nos repara, nos completa y nos restaura, para que podamos crecer hacia todo el potencial de lo que somos en Cristo y podamos hacer Su voluntad en el poder de Su Santo Espíritu. Este proceso de perfeccionamiento implica actos de liberación, purificación y alineamiento en nuestra mente y corazón; durante ciclos y estaciones de nuestra vida, de manera que disfrutemos de todo lo que Dios tiene preparado para nosotros, Sus hijos.
2. Nos afirma, es decir: nos ayuda a fijar nuestra mente, deseos y decisiones a Su voluntad, a Su Reino y justicia, de manera que Él sea el primero en todo y no permitamos ningún tipo de idolatría en nuestra mente o corazón.
Si quiere continuar con la Segunda parte de este mensaje, haga click aquí.
* Nota:
Serie de predicaciones impartidas durante el 84to Aniversario de la Iglesia Evangélica Libre en Tucupido, Edo. Guárico. Estos dos primeros puntos los compartí el viernes 18 de marzo del 2011.
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1 comentarios:
Dios te continue usando para llevar esta palabra tan completa y nutritiva, de forma tan clara y entendible que podemos digerirla facilmente logrando accionar nuestra actitud cada minuto para no hacer lo que queremos si no mas bien lo que Dios nos ha mandado a hacer, de forma que sigamos comiendo sano y exquisito. Palabra Clave para mi personalmente es: Actitud (Caracter de Cristo venciendo a nuestros temperamentos).
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